🎇Diecisiete🎇

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JiMin nunca había prestado mucha atención a su imagen ni a la forma en la cual lo miraban.
Su vida y preocupaciones no le daban tiempo para pensar si la ropa que vestía era de marca o estaba a la moda.

Había tenido que conformarse a los escasos pantalones y las pocas camisas que tenía. Eso sí, procuraba siempre estar limpio y sin una arruga en sus prendas, quizás por eso, aunque se pusiera la misma ropa siempre se vería diferente y llamaría la atención a su alrededor.

Pero nunca pensó que entrar a una tienda de diseñador le sería tan incómodo. SeokJin lo había arrastrado, no solo a él, sino que también a HoSeok, a acompañarlo ese tarde libre, yendo al centro comercial por ropa para su cumpleaños, había dicho que era necesario llegar bien vestidos ese día, ya que amigos de su novio llegarían a la pequeña fiesta.

Y allí estaban, en esa gran tienda, JiMin se sentía aburrida e incluso pudo notar como las empleadas se le quedaban viendo de manera extraña. Por reflejo y tratando de disimular, miró su ropa, un jeans negro y una camisa beige fajada, sus zapatos eran unos simples tennis blancos, que pudo comprar con esfuerzo luego de dos meses, JungKook le había dicho que lo hiciera porque él nunca salía de la casa y siempre tenía puesta sus pantuflas, pero JiMin insistía que su hermano debía tener un par de tennis al menos cuando va al hospital.
No sabía cómo, pero JungKook siempre lograba convencerlo. Esa tarde le llamó diciendo que iría con unos amigos a comprar alguna cosa, y el menor le dijo que estaba bien, que de todas formas la señora Kim le había llevado el almuerzo a las once de la mañana.

JiMin refunfuñó ante la despreocupación de su hermano menor. No es que a JiMin no le agraden HoSeok y SeokJin, pero su idea de divertirse no es caminar sin parar durante una hora.

- ¿Qué tal este, JiMin?- SeokJin le emseña un conjunto de unos pantalones negros y una camisa rosa pastel.

- Sí te gusta, ¿por qué no?- responde y mira a su alrededor, HoSeok esta en un estante mas lejos, buscando entre las camisas de colores sólidos.

- No te veo convencido...- le dice SeokJin frunciendo el ceño, mirando las prendas en sus manos- Debería escoger algo más...- murmura.

- ¿Por qué no te lo pruebas?- JiMin pregunta con un suspiro- La ropa cambia cuando la tienes puesta y si no te gusta, escoges otro... no hay que hacer mucho problema...

- Lo dices porque tú no has querido escoger nada- le reclama levemente. JiMin niega y sonríe pequeño- Yo lo pagaré, no quiero que lleguen a la fiesta en tennis y camiseta, es mi cumpleaños número veintidós y mi novio dijo que invitaría a amigos suyos, son hombres empresarios, tengo que dar una buena impresión...

- Yo no entiendo de eso, SeokJin- JiMin le dice divertido.- No he ido a fiestas ni reuniones ni nada por el estilo, sí voy es porque te considero amigo...- murmura y se levanta del sillón donde ha estado sentado desde hace media hora. Escoge algunas camisas y pantalones, y las acerca a SeokJin- Anda, ve y pruebate esto, de seguro alguna combinación debe gustarte...- lo lleva a los vestidores de caballeros, y lo mete de un suave empujón.

Suspira y se queda enfrente esperando que SeokJin salga del cambiador. HoSeok aparece con un conjunto bastante a la moda y entra también, sonriendo

- Me esperas a ver a mí también, JiMin- dice una vez dentro. JiMin suspira otra vez. Agradece ese detalle pero se siente cansado, ha tenido que correr de un lugar a otro esquivando a Lee, y esta aburrido de eso, aunque ahora mas que perversión ha notado enojo y frustración. Pero esta loco sí cree que de esa manera podrá llegar si quiera a tocar su mano.

Realmente JiMin nunca se había puesto a pensar en la idea de tener pareja. Había sido perseguido tanto por chicas como chicos y los rechazaba a todos, para él siempre fue una pérdida de tiempo eso de intentar tener un noviazgo en la secundaria y en el instituto. Tampoco era bueno al momento de hacer amigos, siempre se mantenía apartado de sus compañeros. Cuando su hermano menor enfermó, su tiempo era poco y el que tenía disponible lo usaba para descansar un poco, una vez sus padres se largaron a quien sabe dónde, el tiempo comenzó a reducirse, recuerda esa vez que con la fiebre alta tuvo que trabajar, su hermano estaba grave otra vez, y la medicina escaseaba, no podía tener el lujo de faltar.

Del placer al amor 《yoonmin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora