Capítulo 7 - Luke

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Alquilar una tabla de surf nunca resultó tan complicado. Había decidido acercarme a la playa a atrapar algunas olas, pero terminé desistiendo cuando dos decenas de adolescentes me acorralaron contra un muro para pedirme fotos y explicaciones acerca del parón de la banda.

Una hora. Sesenta minutos al completo me pasé haciéndome fotos, porque, en cuanto la gente ve una aglomeración de personas, se acerca, y ya te pide foto hasta una señora mayor que piensa que estás emparentado con uno de los Beatles.

―Venga, ¡dispersaos! Dejad al pobre chaval respirar ―dice una voz. Voz que pronto se materializa, dejándome ver el rostro de mi salvador. Joel, creo que se llamaba.

―Gracias, tío ―verbalizo una vez que nos quedamos solos, o todo lo solos que podemos sentirnos en una playa tan concurrida como esta.

―No hay de qué. Si quieres un consejo, vete a Alma Bay cuando quieras surfear. Suele haber menos gente, cosa que imagino que alguien como tú agradecerá.

―¿Alguien como yo? ―pregunto. ¿A qué cojones se refiere con eso?

―Sí, eres un personaje público, ¿no? Tiene que ser jodido sentirse incómodo en un lugar que solía ser tu casa.

Oh, no tenía ni idea.

―Sí, bueno, espero que todo empiece a relajarse. Ya llevo una semana aquí, así que... ―pienso en voz alta.

―Bueno, si necesitas una clase o algo, puedo ayudarte fuera de mi horario laboral. Anoche Emily me contó que eras un viejo amigo de la familia, así que estaría encantado de ayudarte ―ofrece. Unos niños lo aclaman y se aleja tras despedirse con la mano.

Anoche, ha dicho que habló con Emily anoche. ¿Habló por teléfono o estuvo con ella? ¿Estaba marcando territorio?

Imbécil.

Desde la vuelta de Magnetic Island, no he vuelto a hablar con Emily. Ni siquiera me atreví a pedirle su número. ¿Qué clase de idiota soy?

Antes de que pueda pensarlo más, le envío un mensaje directo por Instagram:

Casper solicita el número de teléfono de Wendy para poder comunicarse con ella. Cambio.

Dos cosas deben ser explicadas a raíz de este mensaje.

La primera: Casper y la mágica Wendy es una película que veíamos mínimo una vez al mes. No me extrañaría que la hubiéramos quemado.

La segunda: sin darme cuenta, le había escrito desde mi verdadera cuenta. Sí, la que está verificada y cuenta con más de seis millones de followers.

¿Se molestará por mandarle ese mensaje? Mi intención sólo es hacerla sonreír. No me creo que no le haga ilusión la referencia.

Por suerte, no tengo que esperar mucho para averiguarlo:

El Casper que yo conozco se plantaría en mi casa a pedírmelo él mismo. ¿Debería denunciarte por suplantación de identidad?

¿Está Emily invitándome a su casa?

Observo a su amigo Joel, muy entretenido enseñando a varios niños cómo subirse a la tabla. Quédate ahí, que yo voy a recuperar a mi mejor amiga.

Tras muchos intentos fallidos de hablar por teléfono con Ashton, me planto de nuevo en casa y lo despierto a almohadazos.

―Dame la dirección de Emily ―demando apenas abre los ojos.

―Pídesela a ella y déjame dormir.

―Ashton, haré lo que quieras a cambio. Dame la dirección.

Mi amigo comienza a fingir que piensa con una sonrisa pícara en su rostro.

―Mira, podría pedirte que te pasearas desnudo por la playa a plena luz del día. El escándalo sería maravilloso ―sus ideas hacen que entre en pánico, cosa que él nota―. Tranquilo, Luke, sólo te pediré una promesa.

―¿Cuál? ―pregunto y trago saliva, preparándome para lo que venga.

―No volverás a hacer daño a Emily bajo ningún concepto ―responde mientras escribe lo que supongo es la dirección en un papel―. Lo digo muy en serio. Ella no te negará el perdón, es demasiado buena como para tratarte mal, pero eso no significa que tengas vía libre para hacerle daño. Serás un buen amigo.

―Lo prometo. No es posible que vuelva a herirla. Hablaremos las cosas, no decidiré nada sin su consentimiento.

―No había terminado ―se aproxima a mí y extiende el papel con la dirección de Emily hasta que lo recojo en mi mano―. No vas a buscar nada más que una amistad con ella.

¿Me está pidiendo que ignore mis sentimientos?

―Nunca se sabe lo que puede pasar ―respondo.

―Luke, en serio. Sabes perfectamente que ella no va a tener una relación seria con alguien que es perseguido por prensa y fans, especialmente si parte del tiempo estaréis separados porque, obviamente, tú no vivirás aquí.

―Nadie ha dicho que yo quiera llevármela ni nada por el estilo. Sólo intento recuperar lo que teníamos ―concluyo y me dirijo a la puerta.

―No te perdonará en la vida que la ilusiones para nada ―logro escuchar antes de cerrar la puerta.

Cierro de un portazo, juro que no intencionado, y camino hasta su casa. No queda especialmente lejos, pero quedo maravillado una vez llego, ya que, desde fuera, la fachada es preciosa.

Bueno, llegó la hora. Sólo espero que no le moleste que me haya plantado aquí.


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Capítulo cortito, ¡pero no quería avanzar más en este!

Espero que os guste. Ando bastante desganada estos días por problemas personales, pero no quería tardar más tiempo en subir capítulo nuevo. Os mando un abrazo a todxs

Mírame A Los OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora