Capítulo 23 - Luke

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Observar a Emily posando desde el escenario, protegido entre bambalinas, es algo de otro mundo. Sé que no es algo que quiera incluir en su rutina diaria, pero, joder, se le da de maravilla.

―Se te cae la baba, hermano ―me sorprende Calum.

No debería replicarle, porque tiene razón.

―Está preciosa, ¿verdad? ―pregunto sin apartar mi mirada de ella.

―Ha cambiado mucho. Para mejor.

―¿Insinúas que antes no era guapa? ―cuestiono girándome hacia él, fingiendo enojo.

―No, no te alteres por nada ―responde entre risas mientras se aparta hacia atrás, por si las moscas.

―Todo listo, chicos ―nos informa uno de los encargados de la organización del evento.

―Vamos allá ―susurro.

En los desfiles importantes, es habitual que algún cantante o grupo actúe mientras las modelos desfilan. Este no es que sea un desfile importantísimo, pero la diseñadora lo es, y cualquier trabajo que presente siempre tiene una gran repercusión.

Por los altavoces repartidos por toda la sala resuena la voz de una mujer anunciando que el desfile está a punto de comenzar.

―Chicas, ¡a vuestros puestos! ―grita histérico uno de los coordinadores.

Y así, con una cuenta atrás que comienza desde el número 10, y a un ritmo que hace que mi corazón bombee a toda velocidad, nos colocamos en nuestros puestos. En cuanto los gritos llegan a 0, el escenario se ilumina y empezamos a tocar. Las modelos comienzan a salir mientras los primeros acordes de She Looks So Perfect suenan. No me hace falta girarme para saber que mis colegas estarán haciendo todo lo posible por centrarse en su parte y no embobarse con las marcadas curvas de cada mujer que sale por nuestros lados para derrochar sensualidad mientras caminan por la pasarela.

Pero yo sólo tengo ojos para ella.

No diré que es la primera vez que canto para ella porque en la intimidad es algo que amo hacer, especialmente por el sonrojo que suele hacer acto de presencia en sus mejillas cada vez que la hago la protagonista de cada uno de mis acordes, de cada vibración de mis cuerdas vocales.

Sin embargo, de algún modo, esta vez es diferente, y no sólo por hacerlo en público. Hay algo en el ambiente que lo hace serio, que lo hace parecer un compromiso.

No sé a quién estará mirando el resto, espero que a los maravillosos diseños de la que un día, espero, se convierta oficialmente en mi suegra, pero los ojos de Emily bailan con los míos. Aún estando sentada, puedo ver en su mirada que en su interior está gritando cada palabra que compone esta canción, porque se la sabe jodidamente bien.

¿Lo sorprendente? Creo que no me he equivocado en absolutamente nada, ni una sola vez.

Para cuando la canción termina, el desfile ya ha acabado y Nicole Jenner sale a recibir su más que merecido aplauso.

Tras un breve discurso, en el cual resume lo agradecida que se siente por el apoyo y por el dinero que se está recaudando, procede a agradecernos a nosotros por acceder a actuar en un acto benéfico. Ashton es el primero en abrazarla.

―Somos de aquí, es nuestro placer venir ―habla por todos, recibiendo muchos aplausos con su afirmación.

Calum y Michael también agradecen, y, después, me pasan el marrón a mí.

―Gracias por permitirnos estar aquí, Nicole ―agradezco mirándola a ella―. Y a todos ustedes por la amabilidad que demuestran con sus compras, destinadas única y exclusivamente a la mejora del mundo.

» Hasta no hace mucho, esto era impensable para mí. El estar aquí era un sueño que no creía posible, no de la manera en la que estoy. Casi parecía una utopía.

» Llevo enamorado de su hija ―digo mirando a la señora Jenner― desde que tengo uso de razón. Bueno, quizá desde un tiempo después de ese ―río como puedo―, pero todo lo anterior no tiene importancia para mí.

» Emily ―me dirijo a ella, descubriendo, así, sus preciosos ojos bañados en lágrimas―, eres el amor de mi vida. Eres trabajadora, amable, divertida, preciosa por dentro y por fuera. Pero, sobre todo, eres mi mejor amiga. Lo mejor de estar aquí es ver tu cara todos los días.

» Todo lo que hago, hoy y siempre, ha sido y será por y para ti. Sólo quería que lo supiera todo el mundo. Y, de paso, decirte que quiero pasar el resto de mis días contigo, así que pienso mudarme aquí y viajar a Los Ángeles cuando tenga que trabajar. Es por eso, señoras y señores ―digo fijando mi vista en el público―, que me presento como su nuevo vecino.


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¡HE VUELTO!

Y con nada más y nada menos que con el capítulo FINAL.

But relax, queda el epílogo.

Esta historia lleva escrita ya desde hace meses, pero no me convencía, por eso la tardanza en actualizar.

El caso es que entre el Máster y las nuevas historias que estoy escribiendo (Un Peligroso Azar saldrá MUY PRONTO), había dejado esto de lado. Pero bueno, aquí está, tal y como la escribí al principio.

Espero que la hayáis disfrutado. Nos leemos pronto!

Mírame A Los OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora