Capítulo 18 - Emily

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―Emily ―oigo a lo lejos.

Trato de ignorarlo para seguir en el mundo de los sueños, ya que siempre me da paz.

Paz que algo o alguien intenta perturbar de nuevo.

―Ems, necesito hablar contigo ―dice una voz acariciando mi mejilla.

Sólo que las voces pertenecen a personas. Y esa persona es...

―Déjame explicarte lo de antes, Emily. Por favor.

―¿Qué haces aquí? ―mi voz suena grave, producto del estado en el que me encuentro.

―Ya te lo he dicho ―Luke habla a la vez que yo abro los ojos, adaptándome a la luz―. Necesito aclarar las cosas.

―No hay nada que aclarar ―respondo apartando su tacto de mi piel―. Está claro que no me quieres en tu mundo, Luke. Y yo no pienso rogarte por estar en él ―concluyo levantándome y alejándome de él.

―Puedes preguntarle a Ashton, si no te fías de mí. David es un depredador. Nunca me ha importado que filtrara a la prensa con quien pasaba la noche porque nunca me ha preocupado en exceso, pero contigo es diferente. Presentarte como alguien importante para mí sólo habría logrado que se interesara en ti, que diera a conocer tu vida.

―¿Y cuál es el drama en eso, Luke? Respóndeme a esto ―lo encaro dispuesta a tomar una decisión definitiva. Su respuesta marcará el destino de nuestra relación―: ¿qué piensas hacer conmigo una vez que tu descanso termine? Porque, si tu intención es mantenerme en un vaso de cristal, no estoy dispuesta. No pienso tener una relación a escondidas, temiendo que alguien nos saque una foto. Y, por si no te habías dado cuenta, hay fotos nuestras en las redes. ¡Ya han averiguado incluso quiénes son mis padres! ―exclamo elevando los brazos hacia el techo―. Necesito saber qué quieres hacer, y que lo que quieras lo lleves a cabo. No quiero perder mi tiempo ni ilusionarme en vano.

Luke apenas ha pestañeado mientras hablaba. No sé si me ha entendido. ¿No he sido lo suficientemente clara?

―¿Aún quieres estar conmigo? ¿Me crees cuando te digo que sólo quería protegerte? ―pregunta escéptico.

―Puedo creerte, pero necesito que me digas qué piensas hacer respecto a mí ―insisto.

―Lo que tú quieras ―responde. Yo intento alejarme, harta de su falta de claridad. Luke, agarrándome por el brazo, me lo impide―. Te quiero, Emily. Siempre te he querido ―su voz tiembla, pero me niego a mirarlo. Ya no sé si puedo esperar algo de él.

―Necesito pruebas ―declaro con mi mirada fija en el suelo―. Estoy cansada de ilusionarme y pegarme la hostia, es agotador.

―Eh, mírame ―pide. Ante mi negativa, eleva sus manos hacia mi rostro, tomándome cuidadosamente por las mejillas, acto ante el que mis ojos se cierran involuntariamente―. Mírame a los ojos, Em ―no sé qué narices hago escuchándolo, pero obedezco, curiosa ante lo que vaya a decir, que, según nuestra promesa, será la pura verdad―. Estaba, estoy y siempre estaré enamorado de ti. Si me hicieras elegir entre la música y tú, yo ―poso mi mano sobre sus labios, impidiendo que siga.

―No lo digas ―murmuro―. Sólo necesito que no te avergüences de mí, que no me escondas, que me consultes las cosas antes de tomar decisiones por mí. ¿Puedes hacer eso? ―pregunto sin despegar mis ojos de los suyos.

―Prometo que dejaré que tú decidas todo ―sonríe reduciendo la distancia entre nuestros cuerpos al mínimo―. Haz conmigo lo que quieras, Emily Jenner ―susurra y, acto seguido, me besa.

Sé que cualquier persona racional estará pensando que soy tonta y que mis barreras son las más débiles de la historia de la humanidad. Pero no podéis culpar a una persona enamorada por tener debilidad ante su amado.

Por eso no dudo en dejar que explore mi boca como quiere, a su gusto, mientras yo le sigo el ritmo.

Cuando nos quedamos sin respiración, nos separamos, pero el descanso sólo dura el tiempo que tarda Luke en subirme encima del escritorio. Suerte que lo tengo desocupado, porque odio el desorden.

Con Luke acomodado entre mis piernas, nuestras bocas vuelven a encontrarse. Cuando Luke trata de desnudarme, muy a pesar de mis instintos, me aparto y freno sus manos.

―¿Qué significa esto, Luke? ―pregunto señalándonos a nosotros.

―Oh, mierda, se me ha olvidado ―carraspea y deja unos segundos de tensión, segundos que parecen eternos, hasta que, finalmente, habla―: Emily Jenner, ¿me concederías el honor de ser mi novia? ―mi corazón bombea con fuerza, como si volviéramos a ser unos adolescentes.

―Luke Hemmings, será un placer poder caminar de la mano contigo sin miedo de lo que piense o diga la gente ―recalco por si no ha quedado claro, provocando la risa de mi ¿novio? Oh, dios mío, ¡Luke es mi novio!

―Te quiero, Emily ―dice rozando su nariz con la mía―. Perdóname por cagarla tanto. Espero que sigas perdonándome cada vez que meta la pata.

―¡Eh! ―exclamo golpeándolo―. Nada de cagarla más. Y, ¿cuándo dije que te había perdonado?

―Cuando aceptaste ser mi novia ―susurra―, y cuando hice esto ―añade volviendo a besarme.

Creo que no me va a costar acostumbrarme a esto.


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Últimos capssss.

Siento haber tardado tanto, he estado disfrutando de mi libertad.

¡Nos leemos pronto!

Mírame A Los OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora