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Epílogo: Un nuevo camino

Ahsoka y Rex caminaron por el bosque de aquel lugar hasta llegar a las afueras de la ciudad donde el soldado ingresaría.

-¿Estás seguro de que esto es lo que quieres? -Preguntó la togruta poco convencida, si descubrían que el chip de Rex estaba estropeado no dudarían en volver a activarlo, o peor, matarlo.

-Si, les debo el intentarlo-Respondió él colocándose bien la armadura.

-Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes-Recitó la chica aquellas palabras que tanto había oído por parte del gran maestro Yoda.

-Bueno, a mi no me van esas creencias Jedi, además no tiene sentido, siempre hay que intentarlo-Opinó Rex.

-No lo voy a negar, todos los padawans pensamos lo mismo que tu cuando lo oímos por primera vez-Dijo Ahsoka sonriendo con nostalgia-Pero con el paso del tiempo me di cuenta que si dices que vas a intentar algo es por que hay posibilidades de fracasar.

-Bueno, como soldados hay que ser realistas, siempre hay posibilidad de fracasar-Dijo el rubio.

-Pero como Jedi no, nosotros debemos  tener esperanza, no ser realistas, debemos hacer que la situación más complicada se vuelva a nuestro favor y siendo realistas no se conseguiría, debemos confiar en la fuerza y tener la esperanza de que con paciencia y esfuerzo saldremos adelante-Dijo la togruta mientras tomaba la mano del soldado-Siempre os soprendiais cuando mi maestro regresaba de misiones aparentemente suicidas y la verdad del porque regresaba no era por ser solo un Jedi, si no porque siempre confió en que hallaría una manera de volver, por que él siempre hacía las cosas, nunca las intentaba.

-Tienes razón-Dijo Rex apretando la mano de la joven cariñosamente- Aunque debes admitir que la fuerza si le ayudaba.

Ahsoka negó divertida, convencer a la gente no sensible a la fuerza de cosas como esa siempre era complicado, siempre decían que la fuerza era lo que les ayudaba.

-La fuerza esta en todos, Rex, si confías en ella te ayudará-Ahsoka se alejó y tomó la mochila que había en el suelo para luego tendérsela al soldado-Se que te gustaría elevar cosas y hacer trucos Jedi, pero no los necesitas para lograr tu objetivo.

-Solo necesito confiar en la fuerza-Completó él colgando la mochila en su hombro.

-Lo pillas rápido-Rió ella.

Ambos se miraron fijamente mientras las sonrisas se borraban de sus caras.

-¿Sabes ya a donde ir? -Preguntó interesado el soldado, aunque por la cara de la joven supo que la respuestas era no-La fuerza puede ayudarte a elevar piedras pero no puede señalarte una dirección, supongo que no es tan poderosa como pensaba-Intentó bromear Rex mientras volvía a tomar la mano de Ahsoka.

-La fuerza no se materializa en una señal, Rex-Comentó la togruta divertida.

-Se me hace muy complicado entender como vas a seguir adelante sin un rumbo fijo-Contestó simplemente el soldado-No quiero que te pase nada malo, no es seguro que estés viajando sola sin un rumbo hasta que encuentres una señal o lo que sea que haga la fuerza en estos casos.

El chico tomó la mejilla de la joven y la acarició suavemente.

-¿Estás segura de que no quieres acompañarme? -Volvió a preguntar esperanzado.

-Sabes que no puedo, Rex-Respondió ella dolida posando su mano libre encima de la del soldado-Para acompañarte debo encontrarme primero a mi misma.

-Lo se, lo se, un Jedi-

-No-Interrumpió Ahsoka-yo ya no soy una Jedi, recuerda, ya no.

-¿Entonces? -Preguntó él.

-Eso es lo que tengo que descubrir-Respondió ella dándole una cálida sonrisa-Te prometo que cuando me encuentre no dudaré en ir a buscarte.