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Ahsoka permanecía callada, Rex a su lado la observaba, realmente parecía afectada.

Él también estaba así, pero ya estaba mentalizado para perder a sus hermanos, como ya había pasado anteriormente cientos de veces, la chica había estado un año fuera de eso, por lo que volver y vivir aquello era duro.

-Necesitamos una nave más grande-Dijo la chica mientras hacía una hoguera con los palos que había traído el capitán.

Ambos habían aterrizado en un planeta cercano, era pequeño y tenía muy poca población, un sitio de paso. Por lo que decidieron pasar aquella noche allí, por la mañana buscarían una nave más apropiada.

-El mercado se encuentra a pocas horas de aquí, podremos encontrar una vendiendo esta-Contestó Rex mirando en el vehículo en el que habían venido, estaba en buen estado y era rápida, se vendería fácilmente.

Ahsoka consiguió hacer fuego y una pequeña sonrisa asomó en su cara, pero rápidamente se borró al recordar el motivo por el cual estaban en aquella situación.

-¿Quieres comer? -Preguntó Rex sacando una mochila con suministros, ahí habían metido todo lo que habían encontrado en buen estado tras la caída.

-No tengo hambre-Dijo abrazando sus piernas.

-Ahsoka... -Llamó él acercándose a ella-Tienes que comer algo-Dijo mientras la rodeaba con un brazo acercandola a él, quería reconfortarla, estaba triste, aparte de los clones ella había sentido algo relacionado con los Jedi, algo terrible había pasado.

Al tocar el hombro anaranjado, la togruta cerró los ojos con fuerza y apretó más su brazo contra ella, algo le había dolido.

Rex al notar aquello examinó su hombro encontrando una herida de blaster.

-Estás herida-Dijo con tono de reprimenda, ella no había dicho nada al respecto.

-No es nada, Rex-Dijo cansada.

Rex conocía a Ahsoka, sabía que era muy terca, como su maestro, por lo que discutir con ella no era una opción.

Sin decir palabra, el soldado se levantó y buscó entre las cosas que habían podido rescatar del crucero.
Cuando encontró un botiquín lo abrió y sacó los utensilios necesarios para atender aquella herida.

En silencio la curó, Rex estaba concentrado, él no era Kix, no acostumbraba a realizar ese tipo de cosas a otros, pero se esforzó por dejarlo lo mejor posible.

Ahsoka, quien iba a protestar al verle traer el botiquín, se quedó mirándolo.

Ella lo había salvado, ni siquiera sabía muy bien lo que había pasado, ¿Qué eran esos chips? ¿Y que tenía que ver Cincos en eso? Ella recordó no haberlo visto en cuanto partieron a Mandalore, supuso que estaría en Kamino como otras veces, pero la realidad era que había muerto, pero por lo que había podido entender no había sido en batalla, algo había pasado.

-¿Qué le pasó a Cincos? -Preguntó en un tono bajo la chica, no quería molestar a Rex, no después de lo que acababa de pasar.

El soldado suspiró mientras vendaba el hombro de ella.

-Estábamos en una misión-Comenzó Rex-Tup... Él... -Cerró los ojos durante unos segundos, ¿Qué hubiese pasado si los hubiesen escuchado? -Mató a una Jedi, él no era consciente, tan solo repetía un buen soldado sigue órdenes-Rex se pasó una mano por su pelo corto-Lo mandaron a Kamino y Cincos lo acompañó. Ahí descubrió un chip, los Kaminoanos decían que era para controlar los genes agresivos del portador original, pero Cincos no lo creyó y se lo quitó-Ahsoka colocó una mano en el hombro del soldado, el cual tenía varias lágrimas retenidas en sus ojos-Lo llevaron ante el Canciller y él lo atacó, luego huyó y se las apañó para contactarnos a mi y al general Skywalker.

Ahsoka apretó el agarre ante la mención de su maestro, algo había pasado con él, algo horrible.

Rex volvió a cerrar los ojos y varias lágrimas cayeron de ellos, si tan solo lo hubiera creído...

-Él nos dijo que los chips no eran para eso, nos advirtió, pero... Nos encontraron antes de poder hacer nada y Cincos cogió un arma y... -Ahsoka elevó la mano para limpiar las lágrimas derramadas de él-Lo mataron.

-Lo siento mucho, Rex-Dijo ella abrazandole. El mencionado le devolvió el abrazo sintiendo una calidez en el pecho, la pequeña togruta siempre conseguía aquel efecto en él.

-No... Yo lo siento pequeña... Yo... Yo casi te mato-Dijo horrorizado ¿Qué hubiese pasado si no se hubiese podido controlar?

-No te disculpes-Dijo ella saliendo del abrazo para mirarle bien a la cara-Escuchame bien Rex, esto no es tu culpa-Dijo mientras le tomaba por los hombros-Saldremos de esta-Los ojos de Rex se encontraron con los de la togruta, ambos estaban solos ahora, debían sobrevivir.

Ambos asistieron a la vez provocando una pequeña sonrisa en el contrario, aquello era una promesa, los dos lo conseguirían.

Al día siguiente se levantaron temprano, debían comprar una nave y a esas horas habría menos gente.

Los dos se pusieron una capa y caminaron al mercado, Rex levantó su capucha mientras caminaba cerca de la togruta. A pesar de haberse quitado la armadura tenía que evitar que reconocieran su cara, no querían levantar rumores, todos conocían a los clones, se les haría extraño ver a uno fuera de la guerra.

Ahsoka tomó la mano de Rex mientras lo guiaba rápidamente hacia un vendedor, el cual tenía un par de naves tras él.

-Estamos buscando una nave-Dijo la togruta al hombre enfrente-¿A cuanto están? -Preguntó mirando las naves.

-A muchos créditos-Dijo malhumorado- Algo que no creo que tengas-Dijo mientras la examinaba.

-Tenemos una nave-Interrumpió Rex-Es mucho mejor que cualquiera de esas chatarras.

-¿Y donde está? -Preguntó divertido, estaba claro que no los creía-¿Y por que ibais a cambiarla por esta chatarra?- Preguntó otra vez molesto, parecía que no había sido una buena mañana para el viejo.

-Está tras aquella tienda-Dijo señalando por donde habían venido- Y necesitamos una nave más grande-Se limitó a contestar.

-Comprendo-Dijo ahora con una sonrisa ¿A que venía todos esos cambios de humor? Se preguntaba el soldado-Supongo que una pareja necesita espacio-Comentó mientras iban a por el caza.

Los dos jóvenes se sonrojaron ante el comentario pero ninguno dijo nada al respecto, era mejor dejarlo así.

A los pocos minutos ya estaban haciendo un intercambio, al señor le había gustado la nave, por lo que no tuvo ningún problema en cederles la mejor nave de las dos que tenía.

Rex entró primero a la nave y se sentó en el asiento del piloto, Ahsoka, quien iban tras él elevó una ceja.

-No te acostumbres-Dijo sentándose de copiloto-Solo te dejaré esta vez porque quiero irme cuanto antes de este sitio.

-Como usted diga, comandante-Respondió Rex divertido arrancando.

-Es una orden, Capitán-Bromeó la togruta.

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