Albina Hueca y Retorcida

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[Estaba lloviendo con fuerza en un bosque de lo más oscuro y abandonado, pocas luces podían verse a la distancia de una cabaña en buen estado que albergaba a quienes Vivian ahí. Sakurako Ohmuro, Chitose Ikeda y Yui Funami]

-¿Dónde está la Chitose Ikeda original? – [La castaña chica aún tenía desconfianza de su sonriente amiga]

-Me asesinaron, ¿Lo recuerdas? ¿Lo recuerdas Funami-san?

[Volteo hacia la pelinegra maniatada asustada, miraba el suelo de madera para no cruzar miradas con su raptora psicópata. Todo lo que había hecho estaba cobrando factura lentamente y solo con recordar esa noche tan oscura en su departamento, sabía que no debía haberle mandado a hacer daño a esa peliblanca.

Casi mataron con la mirada a Yui en menos de un segundo y ambas se fueron de esa habitación caminando con Sakurako distanciada por pura seguridad suya. No quería ser atacada por esa inestable Chitose]

-¿No te gusta el clima de lluvia? Es tan fácil ocultarse entre las sombras que podría desaparecerte ahora mismo. – [Volteo lentamente hacia su compañera seria] – ¿No lo crees?

-¿Que te hizo ser así? ¿Si ella te ataco por que no fuiste a denunciarla con la policía? – [Pregunto Sakurako]

-Porque simplemente, no podía ir.

//Flashback//

[Sugiura Ayano estaba retirándose alegremente con su pala manchada de sangre y tierra, adentro su cuerpo sucio en los arboles más cercanos desapareciendo. Todo lo que se escuchaba eran las gotas de lluvia golpear contra esa peliblanca mal sepultada e inmóvil, con su cabeza ensangrentada...

Repentinamente, Chitose Ikeda despertó una vez más y la primera reacción de su cuerpo fue salir de esa fosa pequeña con la poca fuerza que tenía su pequeño cuerpo magullado. Sus piernas no funcionaban de ninguna manera y culpaba al golpe de haber dañado su espalda, arrastrándose por ayuda en el bosque tan oscuro que sin sus lentes era prácticamente ciega]

-A-ayuden-me...

[Se guiaba por los sonidos, pensaba en encontrar algo de ayuda e ir directamente con la policía para que acabase todo esta pesadilla de una vez por todas, andando con la pura fuerza en sus brazos y ojos cerrados.

Tocando algo parecido a unas escaleras de madera.

Oyó una puerta abrirse cerca de ella, no diferenciaba lo que estaba viendo con sus cegados ojos y solo extendió su mano a cualquiera que estuviese cerca de ella. Y fue tomada con fortaleza... Así que dejo de oponer resistencia a su cuerpo para que este se desmayara una vez más]

.

-¿Qué persona tan cruel dejaría a una moribunda niña en el bosque? – [Una voz adulta sonó]

-Jefe, parece que está despertando. – [Parecía ser más joven la otra escuchada por la albina]

[Abría uno de sus ojos, el otro parecía estar obstruido por algo en su piel y su primera imagen después de ese letárgico sueño fue la de un señor adulto de unos cincuenta años, observándola sin expresar muchas emociones. Sin embargo ni hablar podía después de despertar]

-No te esfuerces en tratar de decirme algo. Soy un ex médico y puedo decirte que estas tan siniestrada que da miedo como sigues viva. – [Comento]

-¿Qué hacemos con ella jefe? – [Pregunto su compañero más joven]

-Trae el botiquín de emergencias, tengo que suturar esa herida en su cachete antes de que se infecte.

[El chico más alto se retiró rápidamente con sus pasos largos, Chitose miraba con su borrosa visión el techo de madera y sentía una gota golpeando su frente con fuerza. No pensaba nada sobre lo que le había hecho su mejor amiga]

Peligrosa Obsesión +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora