la chimenea

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SeokJin y Yoongi pasaron cerca de seis horas hablando sin parar. Cuando subieron a la camioneta nuevamente el parabrisas estaba cubierto por una fina capa de escarcha que no les dejaba ver completamente del otro lado y mientras Yoongi intentaba que los limpiaparabrisas quitaran un poco de esta SeokJin parecía perdido en el perfil de Yoongi, en la mueca que hacía su cara cuando se concentraba mucho en algo, sus labios en una línea, sus cejas fruncidas y fue muy muy despacio casi temiendo que Yoongi le descubriera se acercó a él, paso su brazo por la espalda de Yoongi para acercarle a él y este al sorprenderse giro en dirección a SeokJin

-amor- dijo Yoongi en un acto casi reflejo

-está bien bebé - dijo seokjin mientras rozaba sus narices en un gesto íntimo casi temiendo que Yoongi desapareciera entre sus brazos- puedes llamarme amor por este fin de semana.

Luego de aquella declaración no bastó nada más, sus labios uniéndose, sus párpados cerrados, sus manos acariciándose, como hace dos años, como desde hace toda una vida.

SeokJin apretó más la cadera de Yoongi, acercándose más, necesitando más y Yoongi no era lo contrario, sus manos en el cuello de SeokJin, sus dedos en su pelo para atraerlo más, saborearle más.

Dos corazones que se habían extrañado en silencio ahora latían al mismo compás, lejos de todos, perdidos en ellos mientras el frío de fuera no importaba, la camioneta se volvía lo suficiente calida para empañar aquellos vidrios cubiertos de nieve hace unos momentos.

Así fue como SeokJin llegó ese día tarde por la noche a casa, y como Yoongi no llegó a cerrar la tienda como lo hacía regularmente aunque HoSeok siempre le decía que él podía hacerlo perfectamente solo al poseer copias de las llaves y demás.

El día siguiente era de madrugada cuando Yoongi estaba fuera de la casa de SeokJin, este miraba por la ventana de forma impaciente y al verle bajo las escaleras con cuidado y sigilo, no quería despertar a sus padres, el que se encontraran ese dia en la casa era una de las principales razones por las que él y Yoongi habían decidido que la mejor forma de que nadie les viese era salir en un horario en que los demás se encontraran durmiendo o ocupados, por supuesto fue la primera opción.

No tenían grandes planes para hoy, ellos simplemente querían verse y pasar el dia juntos. Así que una vez que fin estuvo en la camioneta de Yoongi y este decidió usar las calles menos transitadas para evitar a toda costa cualquier chismoso llegaron a la casa de Min.

Yoongi se había retirado a vivir a las afueras de la ciudad, una casa acogedora con una chimenea y dos habitaciones, no tenía vecinos y había un lindo camino con árboles que llegaba hasta ella, era preciosa, a los ojos de SeokJin ese era el lugar perfecto, para vivir, para escribir, incluso para quedarse con Yoongi; en el pasado SeokJin siempre les había imaginado juntos en la ciudad, compartiendo un piso en el que sus libros estarían juntos y un vaso en el baño contendría sus cepillos de dientes y ambos llegaron a casa en la noche luego de vivir aventuras en la ciudad. Pero ahora SeokJin veía la casa de Yoongi y se preguntó si en realidad Min quería aquello, quizás nunca le preguntó si realmente estaba de acuerdo con esa vida, ahora que podía ver como Yoongi había formado un hogar se imaginaba cómo sería compartir ese espacio.

-Siéntete como en casa- dijo Yoongi mientras se quitaba la chaqueta y se envolvió en un cardigan que parecía muy muy calentito- si quieres algo para estar más cómodo puedes sacar lo que quieras de mi closet.

SeokJin asintió y se dispuso a buscar algo con lo que estuviera lo suficientemente cómodo para pasar el dia con Yoongi, cuando finalmente cambio su chaqueta por un hoodie muy grande negro que Yoongi tenia y se puso un par de calcetines extra volvio al salon en donde le esperaba un Yoongi agregando mas leña a la chimenea.

'tis the damn season (YoonJin-Jinsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora