LA MANSIÓN JEON

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La chica no pudo reconocer del todo a Seokjin pero si sabía que estaba en un mal momento, salió de ahí inmediatamente, sabía que Jungkook la había visto sin embargo no se movió y tampoco reaccionó.
Por su parte Jungkook sabía que había cometido un error, el más grande y que probablemente Seokjin lo odiaría, ni siquiera pidió permiso, ni siquiera fue amable. Estaba muy avergonzado, lo primero que hizo fue abrazar el cuerpo delicado del menor, quien estaba llorando lo segundo fue salir de lo poco que había logrado entrar y finalmente lo cargó hasta la habitación de nueva cuenta.

—¡Maldición! Amor, lo siento tanto, lo he arruinado. Te lastimé. Soy un idiota, Dios... ¿Que hago? Porfavor mírame, no llores. No quise lastimarte. Ah— Seokjin seguía en un mar de llanto, ni siquiera podía levantar su rostro, sentía vergüenza y un gran dolor punzante en su trasero. — Seokjin, hablame. Ah... Soy un idiota. Sé que te duele, pediré algo para eso ¿Está bien? .— No dudó en tomar el teléfono y ordenar las pastillas, como era de esperarse la chica inoportuna llegó con estas, también avergonzada por presenciar tal escena. Jungkook no dijo nada, solo llevo aquel medicamento y se lo pasó al menor, quien se tomó las pastillas tratando de dejar de llorar. Jeon no quería incomodarlo, siempre manejaba hasta la peor situación que se le pudiera presentar pero en esos momentos quería desaparecer. Si bien, tenía una fama de casanova y no era un principiante en el tema, sabía que con el pequeño lo había arruinado. Tanto deseo le tenía que ni siquiera pensó lo que hacía con claridad, más bien ni lo pensó.

Seokjin seguía avergonzado pero ya no lloraba, Jungkook aprovecho eso y se acostó a su lado aún sin decir nada, lo volteó con cuidado haciendo que Seokjin se escondiera en su pecho nuevamente y volviera a romper en llanto.

—Joder, cariño como lo siento. Dime qué hago para que ya no estés así. ¿Te duele mucho?.— Seokjin no respondió. — ¿Me odias? ¿Quieres que te deje solo?.— Ahí el pequeño negó y por primera vez alzó la mirada para encontrarse con la del mayor. — Seokjin, de verdad lo siento.

—No debió pasar.... —Dijo en un susurro el rubio pero el pelinegro solo hizo una mueca.

—Ahora crees que soy bien bestia. No fue mi intención Seokjin..

—Tengo mucha vergüenza, ni siquiera quiero mirarle a los ojos, ¿Que va a creer de mí?

— Seokjin, el que quiere desaparecer de este mundo soy yo, porque te he lastimado, y ¿ahora dices que tu tienes vergüenza? Cielo, como que ¿Que voy a creer? —Lo abrazó fuertemente.

—Solo.... Me siento un idiota. Perdóneme haberlo besado...—Jungkook acomodó los flequillos del menor seguido de dedicarle una sonrisa, se acercó a su rostro y lo besó nuevamente.

—Ahora perdóname tú por hacerlo.— Soltó un suspiro llevando una de sus manos a su espalda baja, notando el miedo de Seokjin por eso. — No voy a hacerte nada, lo prometo. Quiero dormir contigo abrazados, y despertar tarde, muy tarde. Hace mucho que no me tomo el día para descansar, solo quiero estar aquí y no dejaré que te vayas a trabajar, luego de.. —Seokjin le dió un golpe frunciendo su ceño.—Muy bien, no quieres que lo diga, no lo diré. Pero no vas a trabajar ¿De acuerdo?

—¿Y si me buscan?

—Nadie lo hará, si lo hacen te doy permiso desde ahora de faltar eh.— Seokjin ya un poco más calmado accedió.

Pasado un tiempo a Seokjin lo venció el sueño y quedó dormido en los brazos de Jungkook, el pelinegro aún no caía en cuenta de lo que había hecho pero ya un poco más sumergido en sus pensamientos y recordando la escena, sonrió un poco. Miró a Seokjin completamente dormido, lucía hermoso, su cuerpo delicado, su rostro impecable. Llevó su mano a la espalda baja y acarició dando pequeñas palmaditas, si bien reconocía había cometido un error sabía que el error le había gustado.