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El señor Jeon se quedó pensativo en su alcoba, no hacía otra cosa más que pensar en aquello dicho por ese joven "Es ella quien siempre está al pendiente de él". Comenzó a recordar cuando ella estaba ahí desde temprano para llevarlo a dónde sea que hayan ido, o cuando lo llamó repetidas veces en el salón, incluso como había ido tras él por la noche cerca de las fuentes. El pelinegro tomó un cigarrillo de su caja y seguido lo encendió, miró por la ventana, Seokjin se encontraba a lo lejos trabajando, tomó el teléfono del escritorio pensando tantas cosas.

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-¿Que te sucede Hobi?.- El rubio levantó una ceja notando su nerviosismo pero el castaño negó repetidas veces. Estaba inseguro sobre contarle el incidente o dejarlo pasar, fue cuando la Señora Noemí hizo aparición esta vez necesitando del castaño, Seokjin en su momento sintió un alivio demasiado grande pero su acompañante solo se puso más nervioso.

-Enseguida vuelvo.- Dejó todo tirado el mayor yendo con la señora, Jin solo los observó irse.

La señora Noemí no dijo nada en el camino hasta llegar al pequeño despacho donde después de sentarse y mirarle nuevamente prosiguió:

-Usted no debe involucrarse en conversaciones ajenas.- El castaño hizo una mueca quedandose en completo silencio.- Sin embargo, le debo agradecer que estuviera en el lugar correcto. Si quiere proteger al niño encarguese de que no se acerqué a la joven JiSoo.

-Yo no puedo interferir en...

-Si quieres conservar tu empleo joven Hoseok, más vale que intentes convencer al muchacho de alejarse de ella.- El castaño se quedó un par de segundos callado, la cara de satisfacción en aquella señora se estaba notando.- Eso creí, cuando salgas, cierra la puerta.- Fue todo lo que ordenó para después continuar con sus labores.

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Pasado un rato, Seokjin y Hoseok estuvieron distanciados, cada uno estaba en un área distinta, para el rubio evidentemente algo pasaba pero no quería incomodarlo, quizá lo habían regañado y eso lo había dejado triste. Cuando ambos terminaron, se dirigieron a la cocina, ya era tarde por lo que fueron de los últimos en ir por su cena, nuevamente todo fue silencio, parecía como si Hoseok tratara de ignorarlo y el rubio no se sentía bien con eso pero una vez más prefirió darle su espacio. El chico castaño salió antes de la cocina dejando solo al menor, Jin al percatarse de que no había nadie decidió apresurarse para irse hasta su habitación.

Salió de la cocina para encontrarse con el señor Jeon entrando por una de las puertas principales, quiso apresurarse pero el pelinegro lo tomó de la muñeca, aquellos ojos se encontraron con los del menor quien solo se apartó e hizo una reverencia.

-¿Porque aún no estás en tu habitación?.- Preguntó el mayor siguiendo al contrario quien solo se encogió de hombros.

-Se me hizo un poco tarde.

-Es casi medianoche, creí que ustedes descansaban a partir de las 10...

-No si no acabas los deberes...

-Pero vas a dormir pocas horas

-Señor Jeon, ¿De verdad me está regañando por encontrarme fuera de la cama a estas horas?.- Jungkook sonrió ladino al escucharle.

-Creo que necesitas protección, es todo.

-Sé cuidarme solo... ¿Acaso quiere ser una figura paterna mía?

-Tienes razón, podría ser tu padre

-Pero no lo es...- Soltó irritado el rubio a lo que el contrario solo asintió acercándose lentamente.

LA MANSIÓN JEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora