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—¿Estás bromeando cierto? No puede ser que casi te hayan corrido y yo ni enterado.— Refunfuñaba Hoseok mientras ambos iban hasta las fuentes

—Te lo digo en serio Hoseok, comienzo a creer que no le caigo del todo bien a la señora Noemí, ¿Acaso no viste como me miraba en el desayuno?

—Ella no quiere a nadie, no te ofendas, es la verdad, además tú mismo lo has dicho, el señor Jeon metió las manos por tí, eso quiere decir que solo él podría correrte de este lugar.

—Yo no quise que el señor Jeon la tratara mal...

—No la trato mal, solo fue justo, después de todo, él es el dueño ¿No es así?.— Seokjin se quedó un par de minutos en silencio. A lo lejos un auto se estaba estacionando, ambos chicos se percataron de que el joven JiMin era quien había llegado, habían sido unos excelentes días cuando él no se había aparecido. Justo detrás de su auto, el auto del señor YoonGi estaba estacionándose para bajarse con uno de sus pequeños hijos en brazos, seguido su esposa quien llevaba al otro.

—Parece una reunión familiar.— Soltó Hoseok para irse a la siguiente fuente. Jin suspiró pesado continuando con su trabajo. El siguiente auto en aparecer ya era familiar para Seokjin quien solo siguió a Hoseok, justo cuando la chica se bajó iba a ir hasta las fuentes pero fue frenada por la señora Noemí alegando que necesitaba que la ayudara con un par de cosas. El último auto fue el del señor Jeon, quien bajó con uno de sus mejores amigos, un chico alto y castaño.

Los autos no dejaron de llegar, y pronto el personal se vió obligado a atender a tanta gente. Hoseok fue llamado para ayudar a estacionar los autos en los estacionamientos traseros y Seokjin fue llamado para la cocina. La señora Noemí le pasó un delantal, también a sus demás compañeros, acto seguido comenzaron a llevar bandejas con aperitivos y copas.

Al entrar en el salón, Seokjin sintió que más de una mirada se posó en él, y así fue, el chico era apuesto,un poco menor pero muy agraciado, las señoras en el lugar de vez en cuando le daban un piropo, y los tipos le sonreían de forma coqueta. JiSoo por supuesto quiso acercarse pero enseguida Seokjin fue llamado por la señora Noemí, tuvo que salir antes de que la chica pudiera hacer algo. Jungkook a lo lejos sintió una gran satisfacción, después con la mirada se encontró a JiSoo a quien le dió una sonrisa. Ella correspondió alzando de su copa.

—Seokjin, si quieres conservar este empleo, no hables con la señorita JiSoo.

—Pero ella es mi amiga...

—Ella no es tu amiga, es una miembro más de esta familia, que la vean hablando contigo la dejará muy mal ante su entorno. Entiende Seokjin, no hables con tus superiores en esta casa.— La orden fue clara, el rubio regreso con una bandeja, la chica sonrió de verlo, y se acercó junto con dos de sus amigas, le hablo al chico quien se pasó derecho ignorandole por completo, ella quedó sentida ante esto y regresó sin aquella sonrisa.

—Atención todos!.— Habló JiMin con voz clara y fuerte para que pudiera ser el centro de esa habitación — Solo quería decirles aprovechando este glorioso momento, que Jungkook y yo hacemos oficial nuestro compromiso.— Las sonrisas y felicitaciones no tardaron en llegar pero Jungkook no estaba feliz. Tomó al chico bajo de la muñeca y lo sacó de aquel salón.

—¿Te volviste loco? ¿Que estupidez le acabas de decir a todos?.— Jungkook no estaba feliz, y bastaba solo con verle la cara.

—Bueno Jeon, tarde o temprano tendrías que hacerlo... ¿Porque no celebramos mi amorcito?

—JiMin, si yo quisiera casarme, lo hubiera hecho ya. Y creeme mi amor, no hubiera sido contigo.

—Y crees que va a llegar alguien mejor que yo para tí? Jungkook, sé que me deseas, lo sé por como te hago sentir cuando tenemos sexo, lo disfrutas.

LA MANSIÓN JEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora