[19]

3.4K 482 220
                                    

El día comenzó y Seokjin se encontraba de pésimo humor, no quería admitirlo pero sabía muy bien porque se encontraba de esa manera. Se sentía utilizado, pisoteado y de más. Apenas y prestaba atención a las palabras de Hobi quien contaba una historia demasiado animado. Se disculpó, salió del lugar, poco le importó ese día dejar de laborar.

—Se va a meter en problemas si sigue así.— Soltó SoMi al chico castaño quien se encogió de hombros.

—Creo que tiene buenos privilegios aquí....

—A veces no lo entiendo Hoseok. Ha faltado ya dos días a las clases

—Solo no le digas a Jungkook, o lo meteremos en problemas.

Seokjin iba subiendo las escaleras cuando se encontró con un Jungkook con bastante resaca, el pelinegro le saludó pero el menor pasó de largo. Jungkook no entendió, pero era más su dolor de cabeza que siguió con su camino, ya habría tiempo para conversar.

El día pasó muy lento para Seokjin quien desde su habitación solo estaba recostado pensando y sintiéndose miserable, recordó el celular que le había obsequiado JiSoo y lo encendió, de verdad era un dispositivo muy bonito, apenas y llevaba unos segundos prendido, ya andaba sonando. Era JiSoo mandándole fotos de ambos que se habían tomado, también había unos cuantos mensajes deseandole un buen día, respondió y siguió explorando de aquel artefacto, parecía mentira pero la tarde se le había ido volando desde que tenía el celular en la mano. Le había encantado tener un distractor que no lo hiciera pensar en lo mal que había actuado, el día terminó, al menos de laborar y decidió ir hasta donde la habitación de Hoseok.

—Hola!

—¿Estás mejor ahora Jinnie?

—Creo que sí. ¿Que sucede?

—Dimelo tú, tuve que cubrirte hace rato.— El mayor de los dos se hizo a un lado para invitarle a pasar y el rubio accedió enseguida.

—¿Sabes que soy el ser más imbécil?

—No digas eso Seokjin....

—Ah.... Solo venía a presumir esto que tengo acá, sé que tú tienes un celular y.. me emociona tener el mío, con tantas cosas que... Ah. Necesitaba compartir esta felicidad.—Mostró aquel celular dejando a Hoseok boquiabierto.

—Joder! Seokjin, esos cuestan una fortuna, los he visto en la tv, ¿De dónde lo has sacado? Oh... ¿Te lo ha dado el Señor Jeon?!— Aquella frase borró la sonrisa del contrario quien frunció el ceño y negó inmediatamente.

—No..

—Perdona, hubiera sido un detalle magnífico.

—Pues me lo dió JiSoo y si es un regalo magnífico.

—Joder, Jin. Pásame un poco de tu encanto. Es grandioso...

La velada estaba siendo divertida entre esos dos chicos, estaban contentos y Seokjin para nada le impedia a Hoseok jugar con tan prestigiado artefacto. Contaron cosas personales el uno del otro y cuando menos lo esperaron ya estaba saliendo el sol. No se habían medido en el tiempo y ahora ambos tendrían que trabajar sin siquiera haber dormido.

—¡Maldición Jinnie, ya va a sonar la alarma!

—¡No puede ser! Hoseok! ¿Porqué no me dijiste?

—Ay... Porque no me dijiste tú a mí.... Además es tu culpa! Si no hubieras venido con semejante distractor hubiéramos descansado.

—Yo solo escuché puro "Bla, bla" anda, apresúrate o vamos a llegar tarde.

—Debes ir a clases Seokjin...

—Cierto, yo a clases.— El rubio soltó bastante apresurado saliendo del lugar, sin darse cuenta que una persona lo había visto salir de ahí siendo tan temprano. Solo sonrió aquella persona y pasó de largo con su vaso de agua.

LA MANSIÓN JEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora