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Cuento los días para volver a vernos, aunque en este momento todo es mejor de lejos

Hyunjin tomó un fuerte suspiro cuando las manos de Somi serpentearon por todo su pecho hasta su cuello, masajeando éste con la suavidad de sus pequeñas manos. Gruñó algo molesto, pero bien sabía que eso no sería ningín impedimento para la mujer.

—Jinnie... hoy tenemos otra cita con la doctora Shin.—Le recordó abrazándolo por la espalda, recargada en el respaldo de su silla. Su dulce olor se coló por su nariz y frunció ésta ante el ligero rechazo que le causaba, lo empalagaba.

—La maldita cita con los laboratorios.—Recordó el alfa sobando su cabeza.—Lo olvidé por completo, perdóname.

—¡Hyunjin! ¿Cómo pudo ser posible que lo olvidaras?—Se quejó ella rodeando su escritorio hasta quedar frente a él con los brazos cruzados.

—Lo siento, querida.—Se disculpó él con desgano, enfatizando con obligación el mote que pretendía ser amoroso.—He estado muy ocupado con la preparación de los contratos con los inversionistas de Tailandia y lo sabes. ¿Es necesario ir hoy? ¿No puedes cambiar la fecha y ya?

—La doctora Shin es una profesional en su trabajo, si tan sólo tuvieras una idea de cuántas parejas en nuestra misma condición acuden con ella... la agenda era tan apretada que Nayeon tuvo problemas encontrando una cita.

—Tienes que dejar de pedirle esas cosas a mi secretaria, ella está aquí para atenderme con asuntos del trabajo, no de nuestra vida personal.—Espetó exasperado, la mujer frente a él congeló la sonrisa que antes mantenía, casi segura de que su excusa terminaría por convencer a su esposo.

—Y–yo lo siento. Solo quiero saber qué pasa entre nosotros, ¿Por qué no logro quedar en cinta aún?—El semblante de Somi notoriamente decayó.—Parece como si no te importara.—Susurró desviando la mirada.

—Yo te advertí que no estoy preparado para tener hijos, te lo expliqué de todas las maneras posibles, Somi. Tú y mis padres únicamente se hicieron de oídos sordos y empezaron todo este jueguecito que ya lleva más de medio año. ¿Honestamente? No está muy arriba en mi lista de preocupaciones si no podemos tener hijos o no.

—Te veo en la noche, cariño.—Dijo ella después de limpiarse una lágrima con la sonrisa más estirada que alguna vez Hyunjin había visto.—Discúlpame con Nayeon si la molesto mucho con cosas innecesarias. Consideraré contratar a alguien que me ayude.

—Somi...—El alfa sabía lo que la omega estaba haciendo, claro que lo sabía.—No hagas esto.

—¿Qué deseas de cenar? Puedo hacerlo, o intentarlo.—Se rió ella retocando su maquillaje con polvo compacto y un fino espejo de bolsillo.—¿Sabes algo? Tal vez pueda pedir ayuda a mi hermanito esta noche, estaremos comiendo su especialidad. ¿Algún vino en especial?

—No tienes que fingir en frente de mí, Somi. Ni tus papás ni los míos están aquí para juzgarte si no te comportas como la omega ideal, deja de hacer esto todo el tiempo. No es bueno para tí.

—¿Hacer qué?

—Evitar las peleas, por Dios. Es ridículo, ya son tres veces esta semana.

—Hyunjin... yo conozco tu temperamento, eso es todo. Sé que hoy después de cenar estaremos juntos. Somos jóvenes ¿Cierto? Tenemos mucho tiempo para seguir intentándolo. Te amo, cariño.—Se despidió dejando una mancha de su labial rojo en sus mejillas al marcharse.

El alfa suspiró pesadamente antes de volver a enfocarse en el reporte mensual que necesitaba entregar, parecía más fácil hacer lo que su esposa tan bien sabía hacer, fingir.

saturn & mars || hyunmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora