epílogo 🪐

395 25 24
                                    

las horas más felices de mi amor fueron contigo, por eso es que mi alma siempre extraña el dulce alivio

Seungmin suspiró con nerviosismo cuando bajó del avión. Ver a Hyunjin después de semanas separados siempre había sido lo más emocionante de sus viajes, aunque en las últimas ocasiones era mayor la agonía de la espera para volver a verlo que la gratificación de conocer un nuevo lugar.

Sabía que Hyunjin y Seunghan estarían esperándolo como lo habían hecho desde hace siete años cuando empezó a tener ese estilo de vida nómada, sin embargo podía sentir la ansiedad de Hyunjin de manera tenue a través del lazo por lo que sus sentidos estuvieron alerta durante todo el proceso de registro. Cuando finalmente terminaron de revisar su pasaporte y comprobaron que era un ciudadano, el oficial le dio la bienvenida de regreso a Corea con una sonrisa y Seungmin arrastró su maleta hacia afuera.

Caminó un poco y empezó a buscar a sus chicos, la ansiedad de Hyunjin volviéndose propia de pensar que algo pudo haberles pasado en el camino que no los permitió llegar y Hyunjin, siendo el alfa tan protector que era, estaría más preocupado por él que por sí mismo. Pero esa nube de pensamientos se esfumó cuando vio a un bonito niño sosteniendo un ramo de flores con la decoración de un pequeño perrito, y a su lado a un apuesto hombre en traje y bien peinado con un globo de Pochacco en la mano. Seungmin no pudo contener la carcajada cuando la felicidad lo apretujó.

—¡Tío!—Gritó Seunghan corriendo hacia él y empujando levemente a una señora que estorbaba su camino. Hyunjin detrás se disculpó por su hijo y lo siguió hasta donde ya estaba el niño abrazando a Seungmin con cuidado de no arruinar las bellas flores que le había conseguido.

—Tío, te extrañé mucho.—Dijo el niño abrazándolo fuertemente. Antes de que Seungmin pudiera hablar, escuchó un sollozo fuerte proveniente del cachorro y el omega rápidamente lo abrazó con mucha más fuerza consternado de sus sentimientos delicados.—Te quiero mucho.

—Ohh, mi Seunghan. Sabes que yo también te quiero. Te amo tanto mi pequeño niño. Tan sensible ¿Huh?—Lo consoló Seungmin pasando sus manos con mucho cariño sobre el pelo del niño aferrado a su cintura. Cuando el agarre se intensificó, volteó a buscar la mirada de Hyunjin con un interrogatorio en sus ojos.

Hyunjin sonreía enternecido, pero rápidamente su semblante cambió a uno de preocupación. Seungmin reconoció eso y supo que se vendría una charla importante, esa era la cara de Hyunjin cuando tenían que hablar.

—Seunghan ¿No crees que yo también debería saludar a tu tío?—Dijo Hyunjin al niño, quien se separó con pesar y con las mejillas sonrojadas y húmedas. Antes de hacer cualquier otra cosa, Seungmin las secó con la manga de su suéter.

El omega caminó hacia Hyunjin y se inclinó para abrazarlo pero cuando el alfa posó sus manos en su cintura y lo jaló hacia adelante en un movimiento inesperado, apenas pudo reaccionar antes de tener a los labios del hombre estampados contra los suyos. Seungmin abrió los ojos demasiado asustado y puso las manos sobre los hombros de Hyunjin para empujarlo. Su mirada completamente aterrada volteando a ver a Seunghan y deseando que se le ocurriera alguna forma creíble de fingir que eso no había pasado.

Iba a matar a Hyunjin por eso.

Pero cuando Seunghan los miró sorprendido y feliz, como si hubiera estado esperando eso, la mente de Seungmin solo terminó de confundirse. El niño no parecía impactado ni molesto de ninguna manera y cuando Hyunjin volvió a poner sus manos en su cintura con una sonrisa gigantesca solo le dio un beso en sus mejilla antes de decir:

saturn & mars || hyunmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora