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¿Por qué vistes eso para salir de mi vida?

[Antes que nada, lamento mucho el hiatus de esta historia TwT, me deprimía de tan solo escribirla]

Cuando Hyunjin despertó aquella mañana, estiró sus brazos en busca del calor de su amante. La gélida soledad de una cama vacía fue lo único que sus manos pudieron palpar. Abrió sus ojos, se esforzó al máximo para intentar reconocer un sonido de regadera, un canto alegre, el olor de unos panqueques en la cocina o el sonido de la manguera que Seungmin utilizaba para regar el pasto.

Se había ido.

Ni siquiera recuerda lo qué pasó después, porque a pesar de que quería destruir, llorar, gritar y golpear algo, necesitaba regresar a su realidad. Aquella cabaña con todos sus recuerdos era simplemente como un punto muerto en el universo donde el tiempo no pasaba ni cobraba sus facturas con todas las consecuencias de sus errores. Sin embargo, no era un hospedaje eterno, y eso ambos lo tenían claro.

Haber tenido que regresar se sintió más devastador que todas las veces pasadas, incluso contando todas las ocasiones en su adolescencia cuando hizo destrosos y se metió en problemas. Nunca había tenido miedo de lo que sus padres pudieran hacerle para castigarlo o de lo que pudieran quitarle, por el simple hecho de que ellos fueron los que lo criaron de esa forma, siempre obteniendo todo lo que quería sin importarle las consecuencias.

No pudo evitar sentir deseos auto destructivos cuando visualizó lo mala que era su situación. Su padre seguía renuente acerca de someterlos a cualquier proceso necesario para poder obtener un cachorro heredero, y Somi estaba más enloquecida que nunca. El recuerdo persistente de Seungmin parecía haberse impregnado en su piel como la tinta del tatuaje que tenía en su honor, y su corazón contaminado con su memoria eterna. Él había sido fuerte por mucho tiempo, pero después de haber recaído, sobreponerse nunca había resultado tan complicado.

Manejó de regreso a la ciudad sintiendo el paso de los años encima de sus hombros, la pena de un amor fallido que había marcado su vida y arruinado la posibilidad de alguna vez reponerse. Llegó directamente a una cafetería que solía frecuentar con Seungmin en sus años de secundaria, y al entrar sintió el olor de la comida fresca sacudir sus recuerdos como si tuvieran el poder de transportarlo años en el pasado con tan solo sentarse en el gabinete de la esquina.

El local se había mantenido exactamente igual, las baldosas viejas pero limpias, los colores desgastados y la carta del menú pegado a los servilleteros. Sentarse en el lugar que siempre ocupaba y mirar al frente donde entraba la luz del sol por el ventanal a lado del asiento, y que solía iluminar directamente el rostro de Seungmin. Todo aquello causó náuseas en Hyunjin y un nudo tan fuerte que empapó sus párpados de imprevisto, el dolor de la nostalgia era letal y actuaba rápido como una droga a la que se recurre en el punto más bajo.

Una llamada entró a su celular y Hyunjin diviso las llamadas perdidas de su padre, el padre de Somi, de la misma Somi y de Changbin también. Ninguna era de Seungmin.

Finalmente contesó la llamada de su padre, y la severa voz en su amenaza le hizo saber que estaba en el límite. En ese mismo instante, mientras escuchaba al otro lado de la línea a su padre gritarle sobre cómo tendría que someterse a procedimientos para tener hijos de una vez por todas o, de lo contrario, despedirse de su apellido, Hyunjin tomó una decisión cobarde y egoísta.

Hyunjin tomaría una decisión cobarde y egoísta de nuevo, Seungmin había hecho lo mismo. El alfa ya no tenía nada por qué luchar, ni un motivo para condenarse aún más a vivir en la miseria.

saturn & mars || hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora