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but with everybody watching us, our every move, we do have reputations

Seunghan movió sus piernas arriba del banco mientras tomaba su desayuno en la isla de la cocina. Hyunjin tomaba apresuradamente su café mientras esperaba por sus propias tostadas a que salieran de la tostadora. Seunghan miraba atento el programa en su tableta, indiferente al tiempo que corría para su padre.

—¿Seunghan, terminaste?—Preguntó el alfa mientras untaba un poco de yogurt griego en su recién tostado pan con nada de cuidado.

—Si, papá.—Asintió sin ganas de terminar lo poco que le quedaba en el plato. Hyunjin asintió.

—Ve a lavarte los dientes, te espero aquí abajo.—Le dijo antes de terminar de medio morder su desayuno y fondear su café y salir hacia el garage.

Seunghan bajó después de quince minutos, donde su padre terminaba de dejar los platos en el fregadero. Ryujin vendría más tarde para encargarse de eso y cuidar de él de todas formas, como siempre lo hacía.

Tomó su mochila y caminó por fuera del jardín junto a su padre y luego ambos se montaron en su automóvil y rápidamente salieron del garage para emprender camino hacia su colegio. El recorrido siempre era el mismo, música de su elección sonando de fondo mientras Hyunjin tarareaba las que recordara y tambolileaba los dedos sobre el volante, si es que no iban con el tiempo encima.

Las conversaciones con su padre casi no funcionaban en la mañana. A veces alguno preguntaba por la escuela o el trabajo del otro, respectivamente. Otras veces Seunghan le informaba sobre algún juguete o videojuego nuevo que quería, y Hyunjin ponía el parámetro que debía esforzarse en cumplir para que se lo comprara. Cuando lo obtenía, entonces la plática era siempre explicándole a su papá acerca de las cualidades de su reciente adquisición mientras éste se esforzaba en comprender.

Entonces no supo qué lo poseyó para cambiar el rumbo de sus habituales conversaciones mañaneras. Eran las únicas que no eran improvisadas y que siempre versaban sobre los mismos temas.

—¿El tío Minnie regresará a tiempo para mi recital?—Preguntó mirando a través de la ventana.

Hyunjin se tardó un poco en responder.

—Sabes que sí, cachorro. Te lo prometió.—Le recordó.

Seunghan asintió. Pero entonces, el secreto que llevaba guardando los últimos cuatro meses y que una intoxicada Chae le había revelado en la última cena familiar en donde estuvo su tío, no pudo aguantar más. Fue impulsivo la forma en la que salió.

—¿Estás emocionado por verlo?—Preguntó sin reproche. Genuinamente interesado en saber.

Hyunjin, quien había convenientemente agarrado una luz roja del semáforo, se paró y lo volteó a mirar confundido.

—Claro que lo estoy.—Monotizó bien su respuesta.—Como toda la familia cada que regresa de sus viajes...—Agregó. Había sido algo innecesario para el juicio de Seunghan, pero su padre lucía convencido de haber librado bien la batalla.

Sin embargo, la curiosidad le picaba a Seunghan por debajo de los dedos y la punta de su lengua.

—Como sea, volverás a verlo después de meses.

saturn & mars || hyunmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora