Destruyendo el harem de la protagonista

Encuentro

Muchas veces las promesas que no se hacen o se dicen son las más  duraderas, tres almas, tres amigas se encontraron por cosas del destino

Después de aquella mena reunión y con el naranja pintado todo el cielo Calayne y Baltia regresaron a su hogar con las ideas algo claras pues a las tres les rondaba un solo pensamiento 

"Serán tan guapos como lo retrataba el autor"

Pero así como los pensamientos que se buscan hundir con una distracción la cual usualmente es el sueño, fue el que borro aquellos pensamientos de Calayne, Baldia y Anahera pero el pensamiento regreso apenas sus ojos se abrieron

- Señorita Calayne... es hora de levantarse... su padre quisiera hablar con usted algunos puntos centrales 

- Nana... es sobre la reunión en el palacio

- Así es mi señorita se a vuelto muy inteligente 

- Si tu lo dices...- Calayne sonrió 

Minutos después ella preparada con un bello vestido turquesa se encontró con su padre en el comedor 

- Mi pequeña buenos días...

- Hola papá...- Calayne se acerco y le dio un beso en la mejilla a su padre 

"Quien iba a pensar que yo me acostumbraría tanto a llamarlo padre... bueno tal vez es porque siempre quise uno... para una huérfana...este es el mejor regalo... soy muy afortunada"

- Cariño sabes porque te llame...

- Por supuesto padre por favor hable con libertad

- Iras en tres días al palacio imperial y te encontraras con los tres chicos más importantes del imperio... quiero dejarte algo muy claro cariño... yo no quiero un matrimonio político para ti entonces este encuentro es solo amistoso por más que ellos quieran algo más siempre respetare tu decisión 

- Papá... eres el mejor... te quiero...- Calayne muy conmovida se acerco a su padre y lo abrazo 

"Mientras tenga el amor de mi padre puedo con todo"

- Bueno solo disfruta y no te estreses no tienes que ser la mejor... solo ser amable y respetuosa 

- Por supuesto padre... daré todo de mi 

El tener un respaldo así te podía ayudar a hacer todo lo que quieras pero mientras Calayane celebraba lo bueno de su familia... sus amigas pensaban en lo peor pues aunque ellas contaban también con el respaldo de sus padres sabían que cuando el emperador quería algo era casi imposible quitárselo de mente 

- Mi señorita debemos ir a que le confeccionen un nuevo vestido debe conquistar al príncipe... seria una grandiosa emperatriz...- dijo Mirian suspirando e imaginándose toda la vida de su señorita

- No me interesa el ser emperatriz y tampoco un matrimonio sin amor- dijo tajantemente Baltia 

- Vaya.. es una pena...- dijo desanimada la fiel sirvienta 

- Oye no quiero decir que no me casare y que no tengo sueños... solo quiero ser la gran duquesa como la madre de Anahera ella es increíble..

- Si es cierto... bueno entonces la preparare para ir a la tienda... 

- No pueden venir aquí...

- Mi señorita no a salido desde hace mucho tiempo... entonces su padre dijo que seria buena idea salir hoy... además no se preocupe todo saldrá bien 

- Esta bien si es lo que mi padre desea lo hare

"Mi padre es una gran persona aunque casi siempre este ocupado pues cuando no lo esta nos divertimos mucho los dos... mucho mejor que mis padres en mi vida anterior solo me prestaban atención para hablar de dinero o mis notas"

Esa misma tarde Baltia y Mirian fueron al pueblo al que Baltia no había conocido 

- Esto es increíble... es muy animado..- dijo Baltia sonriendo mucho 

- Me alegra que le guste pero por favor no se aleje mucho de mi... entiende...- Dijo Mirian sonriendo pero con firmeza

- Esta bien... 

- Bien tome mi mano y vamos a la tienda- Mirian extendió su mano y obedientemente Baltia la tomo

Cuando de pronto el destino dio su primera jugada... alrededor de la tienda más prestigiosa de costura se encontraban muchas personas reunidas observando algo impresionados y mucho con las mejillas ruborizadas... lo cual llamo la atención de Baltia

- Mirian... ellos que ven...

- No lo se mi señorita... pero tendremos que rodearlos pues necesitamos entrar en la tienda...- dijo decidida

- Esta bien... pero tengo curiosidad

- Vamos señorita puede que no valga la pena satisfacerla

Rodeando a la multitud Baldia y Mirian caminaron hacia otra de las puertas de la tienda donde fueron recibidas 

- Bienvenida señorita Linders... soy Susan seré la encargada de ayudarla hoy... por favor siganme 

- Si gracias... pero Susan... porque todas esas personas están obstaculizando la entrada principal

- Oh... tenemos a un visitante muy importante y parece que su carruaje aun no llega y decidió que no quería seguir esperando dentro de la tienda así que salió... pero  parece que le esta yendo peor 

- Si mucho peor... pero quien es..

- Mi señorita por favor no sea tan curiosa... lo lamento Susan ella aun esta aprendiendo... por favor vamos a que le tomes las medidas

- Oh esta bien no te preocupes... por aquí entonces..

Ellas entraron a un apartado y luego dejaron a Mirian observando el catalogo mientras Susan le tomaba las medidas a Baltia

- Susan ahora que estamos solas puedes decírmelo..- dijo Baltia muy bajito

- La señorita es muy curiosa... bueno se lo diré... estaba aquí era el hijo del Archiduque el joven duque Ethan... parece que tendrá un encuentro importante y vino por un traje - dijo también en voz baja

- Oh enserio...- dijo desanimada Baltia pues ella esperaba que alguno no asistiera pero a ala vez sentía pena por Ethan pues estaba sufriendo de todos esos acosos 

"Debe ser difícil... ser tan lindo"

Mientras tanto Anahera quien estaba en camino con su madre a la misma tienda donde se encontraba con su amiga

- Madre hay mucha gente creo que deberíamos ir por otro camino

- Por supuesto...

"Pensé que tendría curiosidad mi pequeña a madurado"

Ambas empezaron a caminar cuando un palabra cambio todo 

- El joven duque Ethan es tan lindo... solo verlo me hace sentir mejor..- dijo una de los espectadores lo que hizo enojar a Anahera 

"Lo están molestando verdad...  como pueden rodear a un niño así solo para admirarlo... que clase de personas son"- Anahera se soltó de la mano de su madre y empujando a la gente entro al centro del espectáculo