El Exámen de la Marmota

Capítulo XVIII

Decimoctavo Capítulo

Naruto rápidamente aprendió que no podía entrenar una semana entera con Anko sin que ella intentara montarse sobre su pichula. No es que no se sintiera halagado, pero el chico de 13 años aún no estaba listo para nada de eso, así que decidió que necesitaba buscar otras opciones para su entrenamiento.

No es que estuviera evitando a Anko, simplemente no podía soportar sus avances todo el tiempo. Entonces, para minimizar su estrés, comenzó a diversificarse nuevamente.

Además, se estaba retirando de los disfraces, al menos por ahora. Continuaría trabajando en ideas mientras el tiempo lo permitiera, pero mostrarlas le creaba demasiados problemas.

La esposa del Señor Feudal del País del Fuego sacando a Naruto de los Exámenes Chunins para que ella pudiera hacerse una prueba. Por supuesto, aunque comenzó con ella, rápidamente se convirtió en ella, sus hijas, su madre, sus hermanas, cuñadas, primas, sobrinas. Naruto que se habían enfrentado a tantas demandas de ropa nueva, todos en estilos diferentes a los que querían las chicas de la aldea y las kunoichis, que no estaba dispuesto a volver pronto.

¿Hilo de oro y plata? ¡Él nunca había escuchado algo así antes de que comenzaran a exigirlo para sus atuendos!. Ninguno de los libros de sastrería o de diseñadores de moda que había leído había mencionado el tema. Era demasiado extravagante.

Iba a tener que descubrir los secretos de un nivel completamente nuevo de los diseñadores de moda si iba a continuar mostrando sus creaciones, ya que le quedó claro que lo que los nobles quieren, generalmente lo pueden tomar. Es decir, si el Hokage lo sacó de los Exámenes Chunins para crear ropa para la familia del Señor Feudal del Fuego fue una indicación confiable.

¡Y algunas de esas mujeres eran vejestorios! ¡Qué asco! ¡Quiero decir, la esposa del Señor Feudal del Fuego tenía casi 40! ¿Y su madre? ¡Guacatelas! Luego estaba la larga lista de tías y primas mayores, y... ¡La lista de abuelas era larga!

No, una cosa que no sabía de antemano, y que felizmente podría haber vivido su vida sin aprender, era lo que arrugaba a las mujeres mayores. No, llama al hombre feliz al que murió a los 20. ¿Quizás debería declarar que no pudo crear lencería? ¿Fingir que no hizo ropa interior para que esos nobles no pregunten? No creía que pudiera soportar enfrentarse a otro pecho o trasero arrugado.

Naruto se fue a bañar y a lavarse. ¡Guacatelas! ¡Brrr!

Después de eso, tal vez comenzaría a aprender a trabajar con cuero. Esa tenía que ser una profesión más varonil que todo este encaje, ¿verdad?

Mmmm, quizás no en este momento, sin embargo, ya que esa charla entre esos nobles pidiendo plumas le dio algunas ideas. Nunca había pensado en usarlos antes; pero si obtiene los correctos y los usa así, realmente podrían agregar un nuevo nivel de detalle a ciertos efectos...

Y eso podría requerir más accesorios para asegurarse de que no estropeen las líneas y aún se vean bien. Mmm...

Aprender a trabajar el cuero era como la mayoría de los otros oficios que Naruto había seguido. Primero encontraría un libro para leer lo que pudiera, eso haría más fácil encontrar un maestro. Por lo general, tendría que cambiar de forma; ya sea en un hijo u otro pariente o en un completo extraño, pero siempre tenía que ser alguien que no fuera el contenedor demoníaco.

En lo que respecta a eso, había desarrollado un patrón de quedarse todo el tiempo que pudiera antes de ir al baño, o tomar un trago de agua, o un soplo de aire fresco cualquier excusa para estar solo durante un rato. Un momento para poder liberar el cambio de forma y relajarse por un minuto antes de reanudarlo de nuevo. Estaba lejos de ser perfecto y, a veces, realmente terriblemente incómodo, pero funcionó lo suficientemente bien como para satisfacer sus necesidades en el presente.