El Exámen de la Marmota

Capítulo XXXI

Trigesimoprimer Capítulo

En su primera cita matutina, que ahora era un picnic bajo las nubes en medio de los árboles (con varias kunoichis curiosas espiando desde los arbustos cercanos), Naruto se volvió hacia la chica de cabello lavanda a su lado y juntó sus manos entre las suyas, mirándola con cariño a los ojos, él pregunta— “Hinata-chan, ¿puedo compartir contigo un secreto, un secreto muy especial?”

Su respiración se detuvo y se aceleró, un rubor se apoderó de sus rasgos, pero asintió con la cabeza, desesperadamente feliz.

Al ver lo que ella pensaba que él estaba a punto de confesar, sonrió.— “Sí, Hinata-chan, te amo. Pero habrá tiempo para hablar de eso más tarde. ¿Puedo decirte algo más? ¿Algo que puede ser difícil de creer?”

Un rostro ancho, tímido, incrédulo pero feliz se había apoderado de sus rasgos; pero se recuperó, decidida a estar allí para él, y asintió una vez más.

Naruto suspiró. Lo había intentado varias veces recientemente con el Hokage, tratando de convencer al hombre de lo que realmente le estaba pasando. Pero había fallado. ¡Carajo, había intentado convencerlo en su primer día! A menudo, desde ese momento, había pensado en cómo podría hacerlo mejor. Ahora era una buena oportunidad para intentarlo.

Pasó de sostener las manos de Hinata en las suyas a sostenerla cerca de él. Las kunoichis escondidas fisgoneando entre los árboles, viendo la escena romántica; pero le permitió susurrar en su cabello para que nadie la escuchara.— “¿Sabes que los pergaminos de sellado y las técnicas de invocación hacen cosas con el espacio-tiempo?”

Ella asintió con la cabeza, apenas perceptiblemente. Si no la hubiera estado abrazando, se lo habría perdido, pero casi podía sentir su curiosidad por saber a dónde iba con esto.

Así que hizo todo lo posible para satisfacer eso.— “Algo me pasó, un accidente, realmente no lo sé. Pero uno de esos jutsus del espacio-tiempo salió muy mal conmigo, no solo un poco mal sino un gran momento. Verás”, —respiró hondo para estabilizarse. antes de esta admisión. Las últimas veces que había intentado explicarle esto, antes de que memorizara las respuestas de la prueba, nunca había sido capaz de creerle.

Y dolió. ¡Oh! ¡Cómo le había dolido!

Temblando levemente, hizo su admisión.— “Hinata-chan, todos los días que me despierto es igual que ayer, y lo mismo será mañana. Siempre me despierto la mañana de la primera prueba de los Exámenes Chunins, y todo el día se repite. exactamente como lo hizo antes, a menos que lo cambie. Estoy atrapado en un ciclo de tiempo, donde todas mis mañanas son iguales a mis ayeres, y todas y cada una de las mañanas es el comienzo de los Exámenes Chunins”.

Ella tembló entre sus brazos, sin saber qué decir. Ella lo sintió. Él estaba cerca de ella y ella podía sentir que estaba herido por esto, así que creía que hablaba en serio, ¡Todo se le ocurrió tan inesperadamente! Ella no supo qué decir. Ella no sabía cómo consolarlo.

Pero entonces lo supo. Ella simplemente le devolvió el abrazo, apoyó la cabeza en su hombro y le susurró— “Te creo”.

Casi se echa a llorar en el acto.

Un suave suspiro de cariño romántico resonó en las gargantas de una docena de kunoichis durante este tierno momento. La mayoría esperaba que él sacara un anillo y se lo pusiera en el dedo, y se decepcionaron cuando eso no sucedió.

“Entonces...”, —hizo una pausa nerviosa, jugando con sus dedos, después de que encontraron algo de privacidad y él comenzó sus explicaciones.— “Nosotros... te ayudamos con... tus estudios de medicina?”