AMOR POR HONOR (ESTAMBUL)

Capítulo 12: Para toda la vida.

Mi nombre nunca había sonado tan maravillosamente bien, y lo más bello de aquel momento fue que todo se detuvo, bajo el cielo oscuro alumbrado por la luna sólo existía él y yo, sus ojos de color miel se cristalizaban con cierta ternura. Si me habrían dado la oportunidad de gritar, lo habría hecho sin dudar, habría saltado, danzado y cantado, pero, sobre todo, habría saltado a sus brazos gritando un gran "sí", en cambio, evite su mirada, carraspee, y no sonríe, hasta que tome su mano y lo ayude a ponerse en pie.

–¿Selen? –Inquiere Onur con desdén. Ni siquiera podía responderle, ahoga entre la emoción y el llanto, lo abrazo, cierro fuerte los ojos consumiendo su olor masculino, si tan solo fueran otras circunstancias...

–No puedo. –Murmuro contra su pecho. Él se separa de mí.

–¿Porqué? –Dice con el ceño fruncido.

–¿De verdad vas a preguntarme por qué? –Intento tomarle de la mano, pero él se niega a tocarme. –Onur, por favor... Sabes muy bien que no podemos casarnos, aunque los dos quisiéramos, sería imposible, tu familia, mi padre, todos se opondrían. ¡No olvides a Barış y a Harika!

–¡No los olvido! ¿Podría olvidarme de mi propio hermano? No puedo, duermo y despierto pensando en todo esto, pero hay algo que va más allá de Barış o de Harika y eres tú. ¡Te amo! Te amo tanto que no puedo estar separado de ti, busquemos juntos la verdad como marido y mujer.

–Las cosas se complicarán aún más.

–Sólo respóndeme, si no estuviéramos en vueltos en todo esto, ¿aceptarías casarte conmigo? –Por un momento le observo, no nos conocíamos el tiempo suficiente, no sabía sus hábitos, su color favorito o su canción preferida, tampoco, lo había visto de malhumor, pero incluso, ante la realidad me escucho decir con emoción:

–Sí. –Sus ojos miel se emocionan y de inmediato sonríe.

–Entonces, casémonos.

–Es imposible, Onur. –Espeto. Él suspira pensativo durante unos segundos para luego, tomar mi mano y llevarlo a su pecho.

–Selen Aslıhan, eres el sol de mis mañanas –Murmura con voz temblorosa– La estrella de mis sueños, la flor de mi jardín, la princesa de mis sueños... Sin ti no puedo respirar, incluso siente como mi corazón palpita estando a tu lado. Eres mi vida, mi respiración, yo soy tuyo...

–Y yo soy tuya... –Musito colocando mis manos sobre sus mejillas, acaricio su suave barba y deslizo mis dedos a su piel desnuda. Él deposita un delicado beso sobre mis manos. –¿Qué les diremos si nos casamos?

–No te presionaría a contraer matrimonio sabiendo que todos se vendrían encima, cualquiera te heriría con sus palabras, pero sobre todo tu padre, y yo no podría soportarlo, pero tampoco, quiero estar lejos de ti, sí, es un poco egoísta, ¿verdad? –Onur carraspea. –Así que pensé... en qué, por el momento podríamos casarnos a escondidas. –Frunzo el ceño– Tengo miedo, Selen –Dice después de un largo silencio. –Confió en mi hermano, pero y si, ¿no lo conozco lo suficiente? ¿y si él le hizo esto a tu familia? Si tú te casas conmigo no te dejare ir tan fácil.

–¿Y si Harika es quien tiene la culpa? –Él me toma de las manos.

–Entonces, tú no me dejaras ir tan fácilmente. Estoy loco, ¿verdad? –Intentaba mirar más allá de sus ojos, una intención planificada o infame interés, sin embargo, el sentimiento de ellos era todo lo contrario.

A veces en los negocios y en el amor había que arriesgar.

–Me casaré contigo porque también te amo. –Una sonrisa había crecido de oreja a oreja en su rostro y con emoción me abraza elevándome entre sus brazos, no podía evitar dejar de reir y a abrazarme a él, cuando se detiene le doy un suave golpe en el hombro. –Los vecinos se despertarán después de tanto ruido.