Capítulo 14: Soledad

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Onur tenía los ojos más hermosos que había visto jamás, tenía la capacidad de crear una hipnosis anormal sobre mí debía ser porque confiaba en él, sin embargo, los sentimientos negativos no me dejaban en paz era una especie de "malos presentimientos" ¿podía uno caminar por sí mismo al mismísimo infierno? Probablemente no, pero si vivir con los padres de Onur no era el infierno, definitivamente se le asemejaba.

–Con tanta gente en ella, la casa parece muy pequeña... –Murmura detrás de mí Berk.

Aquella "pequeña casa" como le había llamado Berk, estaba ubicado en una zona de la clase media, tenía tres pisos y habitaciones perfectamente amplias, si me habían preguntado yo la había descrito como una mansión en medio de la gran ciudad de Estambul.

–Ah, Berko, ¿y donde pretendías que iba a vivir esta clase de mujer? ¿en una mansión? –Espeta burlona la madre de Onur mientras se dirige a la sala de estar y toma asiento en el sofá de cuero. –Niña, ve y quítate ese vestido y hazme un café... –Murmura mientras se acaricia la cien. –Con tanto revuelo que armaste, me causaste un fuerte dolor de cabeza.

–¡Beren! –Réplica el abuelo de Onur, la mujer le vuelve a mirar con sorpresa –Si te sientes tan mal de haber asistido a la boda de tu hijo metete en tu habitación y no salgas nunca de ahí.

–Padre...

–Y párate que voy a sentarme. –La mujer inmediatamente se pone en pie. –Ja, no creí que fueras una ignorante que pretendías tratar a tu nuera como a tu sirvienta. Espero que todos tus antepasados se sientan avergonzados. –La madre de Onur echando chispas se da media vuelta y sale de la sala para irse a su habitación.

En aquel momento entra Onur y su padre con las maletas, no eran muchas pero lo necesario para una nueva vida. Onur me mira con sus ojos avellanas y sonríe, me muero de amor, podría su madre maltratarme que nunca dejaría a su hijo.

–Buenas noches. –Murmura Onur para así, tomarme de la mano y llevarme al tercer piso. No dice nada hasta que entramos a la habitación.

Era una habitación majestuosa con paredes blancas y un balcón de puertas dobles con blanco y vidrio, el piso era de madera decorada con una alfombra fina blanca, la habitación era dividida en tres partes, al abrir la puerta lo primero en aparecer era un escritorio gigantesco en medio de ese espacio, ventanas a su alrededor y algunas libreras llenas de libros y archivos, también tenía un sofá de algodón blanco y almohadas grises, al cruzar la habitación llegaba a la majestuosa habitación de recién casados, repisas en la pared sin decorar, una cama de edredones blancas al lado del maravilloso balcón y una puerta que llevaba al walk closet dividido para la ropa de Onur y el otro lado vasillo esperando por mis prendas y ahí mismo, estaba el baño. Era una habitación de ensueños, una suite para princesas.

–¿Te gusta?

–Me encanta –Digo sin quitar la mirada de mi entorno. –Me siento como de la realeza o algo así.

–Te prometo que cuando nuestra situación mejore, te comprare una casa con mejores vistas y comodidades.

–No menosprecies esta casa. –Musito. –Tal vez, tú y tu familia estén acostumbrados a muchos más lujos, pero cualquiera que venga de una vida "normal" estaría agradecido por este techo, así que, agradece. –Onur sonríe y me deposita un beso en la mejilla.

–Es nuestra noche de bodas. –Susurra a mi oído.

Inmediatamente, me aterro y no por el hecho de tener mi primera vez con él, sino de primera vez en sí, me sentía avergonzada, tímida y mentalmente incapaz. Onur percibe mi inquietud y ríe suavemente.

–¿Podrás sopórtalo? –Niego cabizbaja, entonces él me toma del mentón. –Por supuesto que no, hoy sólo voy a vestirte, te recostaré en la cama y esperare a que te duermas.

AMOR POR HONOR (ESTAMBUL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora