curiosité

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Septiembre paso volando y el mes de octubre anunciaba su llegada junto con los matices rojizos, naranjas y amarillos tan representativos de la época, el viento fresco de la estación soplaba con fuerza haciendo caer las hojas de los árboles y llevándose los pensamientos y dudas de Yeonjun junto con el. Durante ese mes, se había acomodado bastante a la rutina que llevaban sus compañeros de vivienda, había estado estudiando duro y aprendido muchas cosas útiles en ese tiempo, se estaba esforzando por ser parte de ese nuevo mundo.

-¿tienes hambre bolita? -pregunto al pequeño animal mientras le acariciaba- vamos a darte de comer.

Aún no era hora de que su hyung regresará de la universidad y Soobin tampoco había regresado por lo que supuso que tenía algo que hacer antes de volver, sabía que ambos tenían una vida muy activa fuera de lo que los relacionaba con el y estaba cómodo con eso, de todas maneras le gustaba pasar tiempo con aquel esponjoso gato y hacer mil cosas en casa para ocuparse y al tener aquel gran gusto por la lectura el tiempo se le pasaba volando mientras se sumergia en historias fantásticas que encontraba en los libros y comics que el alto le había obsequiado.

- mira que lindo está el cielo, me gustaría salir a caminar como lo hacíamos antes pero los chicos están muy ocupados - le comento al pequeño animal- aún así no estoy triste porque estas aquí - el gatito se froto en su pierna haciéndolo sonreir-

Al cabo de unos minutos, el sonido de la puerta abriéndose lo puso alerta, al asomarse por la puerta de la cocina sus ojos se encontraron con los del alto pelinegro el cual tenía un aura cansada pero que de igual forma le regaló una sonrisa.

- estas de vuelta -dijo sonriendo entusiasmado como un pequeño niño- ¿todo bien en la escuela?

- uhm, digamos que no estuvo tan mal menciono soltando una débil risita- ¿todo bien en casa?, ¿no te sentiste muy sólo?

- estuvo bien, termine el libro que me recomendaste - menciono acercándose a él para conversar mejor- lloré mucho al final -menciono apenado y con las mejillas color carmesí-

-¿lloraste? -pregunto preocupado el de apariencia a la de un conejo- creo que no voy a recomendarte historias de ese tipo.

Yeonjun fruncio el ceño y negó- sólo es ficción, no pasa nada - menciono dando una risita- en realidad me gusto mucho.

- vale pero igual no quiero que estés expuesto a emociones muy fuertes - el pelinegro se preocupaba por la salud mental del rubio aunque aveces exageraba-

Tenía sus razones para hacerlo, en ese mes, si bien su ansiedad no fue tan grave como en el pasado, su susceptibilidad con respecto a ciertos temas aún estaba a flor de piel, cosas como las muertes o accidentes trágicos ponían en un pésimo estado mental a el príncipe, en esos tres meses su hermano y el habían tenido suficiente tiempo como para estudiar las cosas que si conocían de la historia de Yeonjun y las que desconocían hasta el momento, el problema es que habían muchas cosas que Yeonjun parecía empezar a recordar de las que su hermano no tenía ni la más mínima idea al no averlo agregando al guión de su historia. La historia trágica de aquel príncipe estaba destinada a un largo camino de sufrimiento, pero aún así en ningún momento se agregaron detalles precisos sobre la vida del personaje ni se incorporó a fondo situaciones que claramente este aseguraba aver vivido, situaciones que parecían haberle dejado muchas heridas emocionales y también físicas.

- voy a estar bien, no tienes porque cuidarme tanto -aseguró el rubio sonriendo dulcemente- Jeongguk hyung me dio muchos consejos y tu siempre estás pendiente de mi, por el momento creo que es algo normal que me sienta asustado y confundido con respecto a las memorias que perdí en el pasado pero no es para tanto.