- debes hacerlo.
- no puedo hacerlo...
- ¡ tienes que hacerlo !
- ¡ basta no lo haré !
- ¡ usa esa espada Yeonjun !
Se despertó de nuevo en medio de la noche, otra vez ese sueño, otra vez esa voz, ahora no sólo estaba asustado por aquella voz, si no que ahora se preguntaba quien era esa mujer a la que había visto diciendo su nombre. Estaba agitado, como las otras veces que había tenido el sueño, sentía que no podía respirar, se tomó el pecho con las manos temblorosas y cerró los ojos tratando de calmarse sin hacer mucho escándalo. Pero los jadeos fuertes que estaba soltando despertaron al pelinegro en la bolsa de dormir de al lado.
-¿que pasa Yeonjun? -no hubo respuesta alguna a su pregunta, eso alarmó al chico- Yeonjun -al oir sólo su respiración agitaba y divisar apenas su figura en la cama se puso de pie y prendió la luz-
Soobin no tenía idea de que hacer, el rubio estaba en trance, con la miraba asustada y pérdida, temblaba como un cachorrito mojado y en sus mejillas estaban dibujados caminos a causa de las lágrimas que caprichosad se le habían escapado, parecía estar en otro lugar y el no tenía idea de donde.
- Yeonjun -se sentó a su lado, optó por hablarle tranquilamente, no le serviría de nada gritar para tratar de sacarlo de su trance- ¿me escuchas verdad?, responde porfavor me está dando miedo...
El muchachito lo escuchaba apenas, ni siquiera se había dado cuenta de cuando el alto le tomó de ambas manos y empezó a mirarlo atento, la voz de aquella mujer rodaba en su cabeza una y otra vez y miles de preguntas rondaban su mente, sentía que moriría de la desesperación, quería que se callara, quería que saliera de su mente.
El alto sentía miedo, parecía que Yeonjun estaba teniendo un ataque de ansiedad o pánico no estaba seguro, de lo lo estaba seguro era de que su madre los había tenido desde que su salud empezó a ir mal y por eso ver a alguien en ese estado le hacía daño. En algún punto, Soobin dejo viajar su mente en los recuerdos del pasado, vio a su madre sentada en el suelo de su habitación, la vio sollozar, la vio tan clara mente que sin pensarlo y sin percatarse de que su madre no estaba frente a el, se lanzó hacia el tembloroso cuerpo del rubio y se aferró a él en un abrazo.
Yeonjun sintió aquel contacto repentino y dio un pequeño saltito en su lugar, alguien lo estaba abrazando, por un momento se sintió atacado, quería que lo soltara pero cuando se percató de aquellas suaves caricias en la espalda y el cabello dejó de forcejear, las voces empezaron a oírse más lejos, su respiración era menos errática y por fin salió de ese horrible lugar y cedió, recostando su cabeza en el hombro de aquel chico.
-esta bien, estoy aquí contigo no tengas miedo -la dulce voz de Soobin le dio una paz muy extraña, una que nunca había experimentado- está bien.
Pudo divisar al chico aferrandose a él, se sintió protegido, era como si jamás hubiera sido abrazado por nadie y en realidad no recordaba si estaba en lo correcto o no, aún así, la sensación se le hacía vagamnete familiar, esa calidez la había sentido antes en algún punto de su vida.
- t-tenia miedo -dijo correspondiendo al abrazo- quería que parará...
Sin darse cuenta, el de hoyuelos había encontrado una manera de calmarle, el que hubiera sido movido por el recuerdo de su madre no quería decir que no estuviera consciente del pobre chico de cabellos rubios ni que por conocerlo poco no tenía intenciones de que estuviera bien, es cuestión de humanidad, de empatía y de una o otra manera se sentía responsable del chico entre sus brazos.

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curiosité
Hayran KurguSoobin es un amante de la lectura, la ciencias ficción y las novelas gráficas, su hermano el cual estudia animación está trabajando en un proyecto del que este tiene mucha curiosidad por lo que se mete a su estudio para saber que de trata. pero no c...