25

95 14 1
                                    

Noviembre, el frío del invierno asomaba poco a poco llevándose el recuerdo del otoño, el primer otoño que Yeonjun pasaba en aquel lugar, siendo un muchacho normal de preparatoria, un estudiante promedio en aquella gran institución que lo obligaba a seguir rutinas y horarios que lo fatigaban a el y a su ahora amigo cercano Hueningkai, también a Soobin y sus amigos claro esta, pero sobre todo a el.

- Hace frío hoy -dijo frotando sus manos-

-¿Olvidaste tus guantes? -pregunto el pelinegro caminando a su lado-

- Kai se los llevo accidentalmente -contesto observando como se acercaban más y más a aquel edificio enorme- no importa, ya casi llegamos.

- Ven aquí -menciono el alto tomando sus manos de improvisto y soplando aire caliente en ellas, las mejillas del castaño se calentaron de golpe, había dejado de tener frío en la cara- te vas a morir de frío bobo, ten los míos -en silencio observo como este le daba sus guantes y sonreí, su corazón dio un vuelco y no supo que decir, luego de un segundo que pareció mil años parpadeo y retiro sus manos-

- Gracias...-dijo apartando la mirada- ¿estas seguro? también te vas a congelar, genio.

- Estoy bien, tu eres mucho más friolento que yo -dijo riendo relajado, ¿cómo podía estar tan relajado después de esa escena corte manga shojo? Otra vez el bajo estaba pensando de más-

-¿Almorzamos juntos? -propuso Soobin justo antes de entrar al instituto- podemos ir a comer a la cafetería con los chicos o quedarnos fuera en el patio.

- Esta bien, decidan donde y nosotros iremos -dijo sonriendo mientras se despedía con la mano- ¿hasta entonces?

- ujum, hasta luego -dijo asintiendo el muchacho- ten un lindo día yun.

- También tu Soobin -contesto viendo como se alejaba-

Yeonjun suspiro y poso sus manos en su cara, estaba muerto de vergüenza, ¿porque últimamente no soportaba la cercanía del pelinegro? Dios, es que solo había pasado un mes desde que empezó a explorar ese conjunto de sentimientos tan extraños de los que le hablaba su amigo y ya estaba hecho un desastre, había incluso pasado de soñar con sus horrorosos recuerdos a imaginarse en una salida linda con aquel chico alto, ¿qué demonios era eso? Hueningkai era el culpable con todo ese tema de el amor.

- ¿Y bien campeón? -escucho de la nada en su oído asustándolo- ¿será que hoy es el día que aceptes que te gusta Soobin?

- Ay, solo cierra la boca ¿quieres? -respondió frunciendo el ceño, aunque por dentro estaba hecho un desastre- no inventes cosas kai.

- Yo no invento nada, tus mejillas y tu notable nerviosismo te delatan -respondió riendo mientras era golpeado en el hombro-

- Es el frío -se excusó caminado hasta su aula- ¿terminaste los ejercicios de matemática?

- Si, de hecho, le terminé pidiendo ayuda a mi hermana -dijo suspirando- ¿a quién se le ocurre dejar matemática a la primera un lunes? Malditos psicópatas.

- Es peor tener historia, esas fechas interminables -se quejó también, aunque en realidad las fechas no eran el problema-

- Tu cállate, eres bueno en historia -dijo Kamal- de hecho eres bueno en todo.

- Ay no es verdad -negó- simplemente repaso las clases -"en realidad es porque viví en esa época" pensó- no soy un genio ni nada parecido, tu también eres listo.

- Que lindo mi amiguito, eres el único que lo cree -dijo riendo-

Se habían vuelto bastante cercanos, de hecho pareciera que se conocían de toda la vida y no sólo de un mes y semanas, Yeonjun debía admitir que se debía a la personalidad extrovertida y vibrante de aquel joven que habían logrado congeniar bastante bien, era un buen contraste para el que parecía estar en el medio de aquel espectro de personalidad. Soobin solía pasar el rato con ellos seguido ahora, se juntaban con Beomgyu y Taehyun los cuales habían sido muy dulces con el príncipe y también siendo la parejita cariñosa que derretía el corazón del enamoradizo Hueningkai quien se autoproclamaba su hijo.

curiositéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora