Capitulo 4

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Todas las personas presentes en el interrogatorio contaban con su lámpara sofocante personal, sus ojos fijos en la morena cual jeroglífico por descodificar. La chica se mantuvo serena ante la casi asfixiante insistencia de su contrarios.

La joven enfocó su vista en los ojos del azabache y se deshizo del agarre de Cinco antes de reanudar la conversación con notable confusión

-¿Ya revisaron a tu hermano Klaus? Porque tal parece que mal viajó en el tiempo.

Número Cinco parecía absorto en la respuesta de la contraria, él esperaba más que unas llanas palabras que incluso sentía que podrían contener indiferencia despectiva que consideraba rara en una persona como _____.

Sin pensarlo dos veces, Cinco decidió entrar a la partida de indirectas.

-¿Y por qué deberían? Tú podrías darles una perspectiva muy amplia sobre los viajes en el tiempo- Respondió el azabache de mirada seria antes de que el prominente silencio tenso se volviera un invitado más en tan escandalosa escena.

Los hermanos Hargreeves parecían estar atentos en la conversación, los eventos que habían surgido ese mismo día no parecían haber sido demasiado para todos y Klaus tenía su gran boca para evidenciarlo.

- ¿Tú también notas los instintos asesinos?- Preguntó el castaño a Allison sin moderar mucho su voz, ésta giró su rostro con desaprobación y no tardó en responderle.

- Klaus, creo que deberías ayudarme a empacar.- La morena comenzó a guiar a su hermano a la salida sin mirar mucho a los dos adolescentes que aún estaban inmersos en su enojo.

-¿Y me darás una falda?- Klaus mencionó con una sonrisa entusiasta al escuchar a su hermana, quien le respondió con una mirada más que escéptica.

Los mayores inmediatamente salieron de la cocina a pasos casi acelerados, dejando atrás con alivio a los dos adolescentes de mirada inquisitoria

La chica finalmente desvió la mirada, abatida por la crueldad en los ojos de Cinco, emitió un suave suspiro y volvió su mirada a su contrario, sin embargo, en ella reflejaba una compasión y arrepentimiento que él nunca había visto.

-Escucha, Cinco, la vida es muy corta para tener rencores...¿No lo crees?.- ____ extendió su mano hacia el azabache, quien dudó por unos segundos para después suavizar levemente su entrecejo y asentir sin tener intenciones de estrechar la mano de la morena.

-Bien, pero que tu disculpa comience con una buena taza de café y una explicación concisa.- La castaña sonrió complaciente ante la reacción de su antiguo compañero de apocalipsis. Triunfante inició una caminata lenta hacia el auto que se encontraba afuera y Cinco, en su impresión fue tras de ella, como en algún momento lo había hecho.

Al subir al auto la tensión había disminuido y una conversación emergió a modo de distracción entre ambos adolescentes, fluyendo entre algunos recuerdos de lo que había sido una relación cercana. Cuando finalmente llegaron a la cafetería, Cinco estacionó el auto, bajó de él y cortésmente abrió la puerta de la chica extendiendo su mano hacia la morena, a lo que ____ tomó como un acto de caballerosidad.

- Cinco dólares- Dijo sin más.

- ¿Disculpa?- Cuestionó la morena con notable impresión.

- Cinco dólares- Volvió a decir el azabache- ¿O con qué piensas pagar mi café?

- ¿Acaso pensaste que tenía dinero?

- Bien, me lo compro yo.- Cerró la puerta del auto y se dirigió a la cafetería por aquel líquido que le brindaba energía a su sarcástico cerebro.

Wrong DecisionsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora