MI PRIMER AMOR; ron anderson

Capítulo 5

AIDEN

Me encontraba en mi habitación acomodando unas cosas que tenía desordenadas, había visto pasar a Spencer dirigiéndose a la habitación de Jane, seguramente para hablar

—¿Tendrás una cita? - escuché decir a Spencer, no me pude quedar callado

—¿Quién tendrá una cita?

—Mierda... —la escuché murmurar, mientras terminaba de acomodar unas cosas.
Podré estar de hermano celoso pero mamá ya me había llamado la atención por tener mi habitación un desastre

—¿No qué Aiden había salido? —La voz de Jane se podía escuchar a kilómetros

—Él me dijo que iba a salir

—¿Así qué tú serás la que tendrá una cita? —Me recargué en el marco de la puerta de su habitación

—¿Eso importa?

—Oh, claro que importa, ¿Es con Anderson? —puse mis brazos sobre mi pecho

—¿Y a ti qué con eso?

—¿Y tu Spencer? ¿Te quedarás ahí parado y no dirás nada o qué?

—Yo... —sabía que él no diría nada ya que estaba hablando con ella

—Bueno, si me disculpan me tengo que ir —nos dio un beso en la mejilla a cada uno—. Los quiero
Y salió de la habitación, dejándonos a Spencer y a mi solos. Me quedé viendo como se alejaba

—Oh no, conozco esto —lo volteé a ver—. De ninguna manera

—Eres un aguafiestas —bufé

—Vamos Aiden, siempre que hacemos eso no sale bien

—Define eso —Me volví a cruzar de brazos

—La perdemos de vista
Y Spencer tenía razón, siempre pasa

—Lo sé, pero podemos intentar una última vez —insistí

—Eso dijiste la última vez —trató de defenderse

—Ahg, sin rodeos, ¿vas o te quedas?

***

—No sé como le haces para convencerme —bufó
Nos encontrábamos atrás de un árbol que nos daba vista a donde se encontraba Ron y Jane, ellos no nos podían ver

—Ves, te dije que estaban juntos, y esta vez no los perdimos de vista —Se formó una sonrisa victoriosa en mi rostro

—Te subestimé —alzó una ceja

—Si si si, ahora guarda silencio, hay que escuchar

—Aiden, no podemos escuchar nada, menos cuando están solos, siempre hablan en tono bajo, además no cre...

—¿se van a besar? —interrumpí—. Están muy cerca —Llamé la atención de Spencer haciendo que voltee a verlos

—Ay Aiden, estas alu... —no terminó de hablar porque vio lo mismo que yo

—Se besaron —dijimos al mismo tiempo
Iba a salir detrás del árbol, pero Spencer me paró agarrándome del brazo:

—Aiden no hagas nada, déjalos —no le hice caso y solo me solté de su agarre

—¡HEY! —salí detrás del árbol y ellos rápidamente se separaron y me voltearon a ver

—¡Aiden! —Ambos hablaron y se levantaron de golpe

—¿Qué haces acá? —Jane se cruzó de brazos

—¿Perdón? el que debería de hacer la pregunta soy yo —me crucé de brazos— ¿Por qué se...?

—¿Me siguieron? —Ella me interrumpió. Iba a decir algo pero ella siguió - ¡Es increíble!, no puedo pasar un momento sola porque ambos me siguen —señaló al árbol dejando ver a Spencer quien caminaba hacía nosotros—. Que buenos hermanos tengo

—Jane, nosotros... —Spencer trató de defenderno

—¡No! —estaba enojada, se veía claramente. Voltee a ver a Ron y podía ver que él estaba incómodo con esta situación—. Ahórrate tus explicaciones, Spencer; confié en ti porque sé como se pone Aiden, por eso a él no le cuento nada sobre lo que me pasa

Auch, eso dolió

Sé que soy un hermano celoso y pensé que estaba bien el poder serlo, pero con lo que dijo Jane me doy cuenta que no es así, recuerdo cuando ella solía contarme las cosas que le pasaban

—Mira Aiden, saqué una A en mi exámen —llegó corriendo a mi habitación

—Estoy orgulloso de ti —le doy una sonrisa y ella me la devuelve

—También hice una amiga, mi primera amiga que tengo —tenía una sonrisa que contagia a cualquier persona a su alrededor

Jane no es buena en hacer amigos, ella siempre ha sido muy amable, cariñosa entre otras cosas que la caracterizan muy bien, y las personas siempre suelen aprovecharse de ello, pero en su caso no es así, los demás no la soportaban por ser así, ella tiene más humanidad que cualquier persona en este mundo

—A ver, cuéntame más —la cargué y la senté en mi cama y yo en una silla para quedar frente a ella

***

—También te hice un dibujo —me entregó una hoja doblada

—¡Wow! es muy lindo, princesa —le dije mientras veía el dibujo

—Lo sé, estaba en clase de artes y nos dijeron que hiciéramos un dibujo de algo o de alguien que nos hiciera feliz y pensé en ti, hermanito, y hay un arcoíris arriba de nosotros —su sonrisa es contagiosa, y sin darme cuenta dejé salir una lágrima—. ¿Por qué lloras? —se paró y fue hacía mi limpiándome la lágrima

—No es nada —la cargué y la senté en una pierna—. Solo... es mucha felicidad que no puedo controlarla —le sonreí —. Es muy lindo

—Que bueno que te gustó —me mostró una sonrisa con dientes

—No solo me gusta, me encanta —hice una pausa—. Te quiero Jane —la abracé y ella me lo correspondió apretando el abrazo casi sin que pudiera respirar

Me doy cuenta que la Jane que solía conocer ya no existía más, solo hay una persona que en sus ojos muestra frialdad y que solo en ciertas personas deja ver su lado vulnerable y alegre, pero yo ya no soy una de ellas

Puede que me sonría o que de vez en cuando me de un beso en la mejilla o me diga "te quiero", pero no lo hace de la manera en la que solía hacerlo. No digo que lo diga o hace sin sentimiento alguno pero no es lo mismo, mi hermana que solía reír a carcajadas ya no está, no está más mi Jane, mi dulce hermana.

—Y quiero que les quede claro... —suspira y me voltea a ver—, sobre todo a ti, Aiden —sus ojos no mostraban sentimiento alguno— Ron y yo... —agarró la mano del mencionado— somos novios, no espero su aprobación ante esto, eso es lo que menos me importa. Así que ahora lo saben no quiero que vuelvan a seguirme, no tienen derecho alguno de hacerlo, ya no soy una niña que necesita sus celos, sobre todo los tuyos —me volteó a ver—. Solo quiero paz, no es mucho pedir ¿o si? —nos ve con una mirada de que nos dice que está hablando en serio —. Así que déjenme de seguir vse soltó de la mano de Ron y se dió vuelta para salir de ahí

—Ehh, nos vemos —se despidió de nosotros con incomodidad y se dio la vuelta para ir detrás de Jane. Sentí la mirada de Spencer sobre mi

—Si Spencer, la hemos perdido —dije y lo voltee a ver—. Nuestra dulce hermana ya no está