Capítulo 8

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Habían pasado 3 semanas, Ron y yo aún no habíamos hablado, aunque para ser sinceros yo no tendría de que hablar, en ningún momento le fui infiel con Mikey, solo eran celos. Pero también me sentía mal, sabía como era Pete con ellos, y me hubiera gustado estar con él en esos momentos, pero no, no lo hice..

—Hola Sam —lo saludé
Me lo encontré mientras regresaba a casa luego de terminar las clases

—Hola, ¿Jane, vendrás hoy?

—Por supuesto, no me perdería la quinta batalla de tus soldados —le sonreí. Por su expresión veía que no quería ir a su casa—. ¿Quieres galletas? —él asintió—. Vamos, las haré

—Pero tengo que decirles a mis padres

—No te preocupes, de seguro tu mamá ha de estar en tu casa, vamos a decirle que irás conmigo y de paso puedes traer tus soldado, ¿Sí?

—De acuerdo

Nos encaminamos para ir a su casa, lo cual no tardó mucho ya que vivíamos cerca

—Hola Jessie —la saludé una vez estando dentro de su casa

—Hola Jane, Ron no está —me sonrió

—Oh gracias, pero no vengo por eso —ella me miró confundida—. Quisiera saber si dejas que Sam vaya a mi casa, para que juguemos y le haré unas galletas —le sonreí—. No lo traeré muy tarde

***

Estaba jugando con Sam en el suelo de mi habitación mientras comíamos galletas, pero el ruido del timbre nos hizo detener el juego

—Espérame, iré a ver quien es —me levanté—. De mientras prepara tu mejor batalla

—Claro, y te ganaré

—Eso veremos
Reímos y bajé a abrir, encontrándome con Anderson

—Hola, Jane —me saludó

—Hola Anderson

—Vengo por Sam —suspiró—. Papá dijo que viniera por él

—Yo no me quiero ir
Lo volteamos a ver, estaba parado en las escaleras

—Vamos Sam, tenemos que irnos —me acerqué al pequeño del los Anderson

—Oye Sam, ve. Otro día podemos terminar el juego —le hablé con tranquilidad

—Pero yo no me quiero ir

—Yo tampoco quiero que te vayas, pero no puedo hacer más. Mucho menos si trata de tu papá —lo abracé-. Ahorita subo para ayudarte a guardar los juguetes, ¿si? —él asintió y subió

—Jane... —volteé a verlo—, quiero pedirte una disculpa, por como me comporté ese día

—¿Te acabas de dar cuenta que estuviste mal? —me crucé de brazos

—No, ese mismo día me di cuenta —admitió

—¿Entonces por qué esperaste tanto?

Sí, lo sé. Parecía que también quería que tuviéramos otra discusión, pero no era así.

—Porque no encontraba las palabras adecuadas, lo cuál al final se me hizo muy fácil. Lo que quiero decir es que lo siento. No debí ponerme así, Mikey es tu amigo al igual que el mío. Y pues es la única manera en como lo ves y él también

—Acepto tus disculpas

—Entonces... ¿Estamos bien?

—Por supuesto, ahora tengo que ir a ayudar a Sam —le sonreí. Iba a subir pero lo volteé a verlo—. Puedes subir o quedarte aquí —él asintió y yo seguí subiendo

Entré a mi habitación y vi al pequeño Sam guardando sus cosas

—Hey, ¿Estás bien? —me puse de rodillas para ayudarlo

—Jane, no quiero ir a mi casa

—Lo sé, y quisiera que te quedaras aquí pero no me puedo meterme en sus asuntos personales, además Jessie ya te dijo donde esconderte ¿no? —él asintió—. Bueno, pues ahí te escondes y cuando quieras venir pues vienes, o le dices a Ron que te traiga ¿De acuerdo?

—Si Jane —me abrazó—. Gracias

—No hay problema, yo te cuidaré, quiero que tú, tu mamá y tu hermano ya no estén así —le acaricié su cabello

MI PRIMER AMOR; ron andersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora