P.O.V Elizabeth.
Aquella noche, después de cenar, Quintus indicó que nos pusiéramos todos la armadura, como si fuéramos a jugar a capturar la bandera, aunque el estado de ánimo general era más bien sombrío.
—Muy bien —dijo Quintus en la mesa principal, al tiempo que se ponía en pie —Situaos alrededor.
Iba todo cubierto de bronce y cuero negro. Con la luz de las antorchas, su pelo gris le daba un aspecto fantasmal, la Señorita O’Leary saltaba a su lado, mientras le echaba ojo a las sobras del plato de Quintus.
—Todos irán en grupos de dos —anunció Quintus. Y cuando todos empezaban a hablar y escoger a sus amigos, gritó —: ¡Grupos que ya han sido elegidos! No se emocionen mucho...
—¡Buuuuuh! —protestó todo el mundo.
—Vuestro objetivo es sencillo: encontrar los laureles de oro sin morir en el intento. La corona está envuelta en un paquete de seda, atado a la espalda de uno de los monstruos. Hay seis monstruos. Cada uno lleva un paquete de seda, pero sólo uno contiene los laureles. Debéis encontrar la corona de oro antes que nadie. Y naturalmente… habréis de matar al monstruo para conseguirla. Y salir vivos.
Todo el mundo empezó a murmurar con excitación. La tarea parecía bastante sencilla. Qué demonios, ya habíamos matado a docenas monstruos. Para eso nos entrenábamos.
—Ahora anunciaré quiénes serán vuestros compañeros —prosiguió Quintus —No se aceptarán cambios ni quejas.
—¡Arrrífff! —La Señorita O’Leary había hundido todo el hocico en un plato de pizza.
Quintus sacó un rollo de papiro y empezó a recitar los nombres. A Beckendorf le tocó con Silena Beauregard, cosa que pareció dejarlos más que contentos, esos dos hacen química juntos.
A Max le tocó con Yessica, sera interesante ver como esos dos trabajaban en equipo.
A Matt le tocó con sus dos amigos, lo único que esperaba es que no causarán ningún problema a los demás... O también que se perdiera un buen rato en el bosque.
Los hermanos Stoll, Travis y Connor, iban juntos. Ninguna sorpresa, siempre lo hacían todo unidos.
A Clarisse le tocó con Lee Fletcher, de la cabaña de Apolo: el poder brutal y el combate táctico combinados, formarían un equipo difícil de superar.
Annabeth y Percy irían juntos, después de un tiempo ambos se complementaban bien a la hora de pelear. Y me dejaba tranquila saber que Annabeth estaba a su lado, así almenos regresaría vivo.
—Fantástico —dijo él mientras le sonreía a ella.
—Tienes la armadura torcida —fue su único comentario, y se puso a arreglarle las correas sin mirarlo a la cara.
Quintus continuó leyendo la lista hasta que dijo: «Elizabeth Salazar y Will Solance»
Sonreí mirando al hijo de Apolo, él me sonreía tímidamente devuelta. Aunque tuviéramos la misma edad él era tímido hablando con las personas de su misma edad. Me acerque animadamente a él.
—¡Tiempo sin hablar ricitos! —le revolví el pelo y este rió.
—Demasiado —Concordó y me miró con una mirada divertida —Espero que no me hagas trabajar horas extras esta vez.
—¡Para nada! —Reí un poco al recordar los agujeros que aún estaban repartidos por el bosque —Bueno... Siempre puedes dejarles el trabajo a tus demás hermanos.
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Elizabeth y La Batalla del Laberinto
Fiksi PenggemarEn medio de lo que parecía un periodo de paz en el campamento, Elizabeth Salazar no esperaba emociones fuertes, si no más bien pasarla bien en lo que cabe. Pero la diosa del amor tiene otros planes, abrumada por la emociones, la llegada una vieja am...