Dræm Boy [Petweek]

4.

¡Había actuado como un completo idiota! No podía creerlo, estuvo tan cerca y lo había dejado escapar. Ni siquiera se percato de su rostro, ni siquiera se molesto en fijarse en ello. Tal vez si hubiese tenido un arma a la mano podría haber defendido a la pobre jovencita que había sido atacada en el sitio.

- ¡Me odio, me odio, me odio! Agh - Chillo, jalándose los cabellos - Soy un completo idiota, un estúpido, yo-

- 911, ¿Cuál es el problema? - La voz al otro lado de la linea irrumpió sus pensamientos.

- ¡Ah! Soy Tweek, e-el chico que llamo hace media hora informando de un ataque ¡ngh! en las cañerías cercanas al ayuntamiento - Cuando el pecoso se fijo en la hora desde la pantalla de su celular, se percato de lo tarde que se estaba haciendo ¡Ya casi iba a iniciar el toque de queda! y el aun no llegaba a su casa, apenas había alcanzado a cambiarse su ropa en un callejón y recorrido medio camino para ese entonces - ¿Encontraron algo?

- Ah, señor Tweek, si. Se envió una patrulla al sitio, los oficiales bajaron pero no encontraron nada parecido a lo que usted describió. No obstante, su reporte seguirá vigente por si encontramos algo

- ¡Maldita sea! Nunca encuentran nada ¡Agh! que pésimo trabajo - Exclamo entre gritos. La operadora pareció molestarse por que en el fondo, alcanzo a escuchar un chasquido de su lengua con disgusto

- Yo le recomendaría a usted, Señor Tweak, dejar de intentar el trabajo de nuestro departamento y dejar de llamar tan seguido ¡Es la cuarta, sin resultado alguno, de esta semana! y apenas es martes. Limítese a su posición, y mejor retorne a su casa antes del toque de queda

El aludido colgó inmediatamente después de aquella represalia. Bujo y maldijo por lo bajo, pateando con fuerza una lata de soda que se le atravesó en el camino - Inútiles pagados, solo para eso sirven, para poner multas.

Llegar a su hogar no fue motivo de tranquilidad alguna. Sus padres lo miraron de arriba a abajo, completamente confundidos por su aspecto y cubriendo sus narices debido a su apestoso aroma.

- ¡Hijo! Oow, al parecer sigues con tu pasatiempo de producir compost para el jardín - Su padre lo saludo.

- Me caí en las cloacas - Admitió secamente su hijo, dejando caer su empapada mochila y pertenencias en el suelo de la entrada - Casi muero.

- Que interesante, mi amor - Le ignoro su madre, tomándole por los hombros en un aparente gesto cariñoso - Un apuesto chico vino a conocerte, pero no esperaba que regresaras tan tarde de tus actividades de jardinería - Disimuladamente, Helen Tweak señalo con sus ojos al individuo sentado en medio de la sala. Era un joven de tez morena y cabellos castaños oscuros, con prominentes bolsas bajo los ojos y una contextura atlética - Supongo que tendrá que marcharse pronto, pero igual puedes saludarlo.

El pecoso infante arqueo las cejas, sin comprender que ocurría, pero su madre le insistió y casi hasta le empujo hacia el contrario. El menor trato de fingir cortesía, sonriéndole tímidamente mientras rogaba al cielo que culminara inmediatamente aquella bizarra situación

- ¡Hola, mucho gusto conocerte! eh- soy Tweek

- Los dejaremos solos a los dos para que hagan sus cosas gay - Richard Tweak les anuncio a ambos chicos, tomando de la mano a su esposa y dirigiéndose al segundo piso mientras se le escuchaba decir - Son tan gays ¡Aaw!

- Soy Christope DeLorne, pero mis amigos me llaman el topo - Respondió con un marcado y tosco acento francés combinado con ingles - Me prometiste una cita, pero al parecer me dejaste plantado

- ¡Ngh! ¿Cita yo? ¡¿De que demonios hablas?! - Los tics lo invadieron por la ansiedad que sentía - ¡Yo no tengo la intención de salir con alguien en este momento!