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Tweek se refugió del frío enrollándose en su grueso abrigo, exhalando sobre sus manos descubiertas para brindarse un poco más de calor y disminuir el color cian que se estaba esparciendo sobre las puntas de sus dedos. Pero era inutil. La niebla de la noche, que lo rodeaba, le indicaba que tan gélidas estaban las temperaturas en ese momento como para encontrarse en la interperie. Llevaba vagando en ese desértico paisaje helado por horas y hasta ahora encontraba un indicio de civilización tras caminar sin rumbo. El blondo, suspiro aliviado de ver el reflejo de los faroles iluminar el inicio de una calle y un complejo de apartamentos más al fondo. Ansioso, el joven adolescente corrió, buscando refugio y gritando por auxilio de parte de quienes se encontraban en la zona. Nadie respondió. Las luces de ciertos pisos estaban encendidas, otras ventanas se hallaban abiertas pero lucía más como una estructura recientemente abandonada que poblada.

El hijo único de los Tweak trago en seco. El lugar le estaba dando muy malas vibras, y aun así, aunque estuviera fuera de su voluntad, se animó a entrar solo para disipar el frío que ya estaba llegando al punto de nublarle las extremidades. Se acercó, a paso acelerado, al lobby del edificio y cerró las puertas tras de sí. Como había predicho no había nadie para recibirlo. La calefacción seguia encendida, y frotándose los brazos se limitó a observar a su alrededor mientras sus ojos se acostumbraban a las luces fluorescentes del sitio.

- Me alegra que hayas logrado llegar sano y salvo - La voz de Craig se hizo presente. Resonando por el cuarto, desde un poco iluminado pasillo - ¿Que tal estuvo tu viaje, cariño?

- ¿Craig? - inquirió el aludido, retrocediendo lejos del sitio de donde la voz emanaba - No puede ser posible. Esto debe ser otro de esos sueños. Tu estas desaparecido - Le informó con voz fuerte, negándose a caer en otra de las trampas que le jugaba su mente...¿Pero si en realidad se trataba de Tucker?

- ¿Por qué dices palabras tan crueles, cariño?, ¿Acaso no me amas?

Silencio. La luz de una de las bombillas parpadeo por un segundo. Aun así, sin perder el pasillo de vista, el menor se fue acercando lentamente a la salida.

- ¿Tweek? - llamó la voz más urgentemente - ¿Por que te vas?, ¿Acaso no me amas? ¡Dijiste que me buscarías!, ¡Dijiste que me amabas!, ¡DIJISTE QUE SIEMPRE ESTARÍAS CONMIGO!

Lentamente las luces del pasillo se fueron apagando. Una a una, lentamente. Angustiado, el pecoso rubio comenzó a correr directo al portón de cristal del edificio, pero cuando su mano rozó el picaporte se dio cuenta de que ya era muy tarde. Lo forzó una y otra vez, tratando de abrirla pero era inutil. Desesperado, y viendo que la oscuridad cada vez más se acercaba para consumirlo, entre los alaridos de auxilio de miles de voces que se distorcionaban y volvían a ser solo una en determinados momentos, retrocedió para tomar impulso y se lanzó a sí mismo contra el vidrio de la puerta en variados intentos pero sin ninguna diferencia.

- ¡Alguien ayudeme!, Por favor ¿¡Hay alguien allí?! - Bramo en medio de lágrimas y el temblor nervioso de su organismo. Finalmente, la oscuridad se había hecho presente hasta en el rincón más mínimo de la habitación.

La luz de un rayo iluminó el paisaje externo, y al otro lado de la puerta, fuera del edificio, divisó una figura enmascarada que lo saludaba amigablemente. Cubierto en sangre y una capa rojiza que le cubría de pies a cabeza. En cuanto el brillo se disipó, desapareció. Tweek palideció ante la mera aparición, y dio un brinco lejos del lugar de donde se había asomado el espectro.

La iluminación volvió a funcionar. La luz repentina le irrito los ojos, pero mas fue su impacto cuando se percató de que las paredes amarillentas se encontraban ahora cubiertas por todos los volantes de "se busca" de los niños perdidos de South park.

- ¿No te vas a unir a nosotros? - le preguntó alguien a sus espaldas.

El ojiverde se giró, encontrándose con una amplia mesa llena de comensales vestidos al igual que el extraño que había estado hacía un segundo afuera. Sus capas carmesí y máscaras de conejo, le tocaban una fibra en su interior, que le animaba a salir huyendo de alli de inmediato. Pero no lo hizo. Todos sus rostros fijados en él, le impidieron moverse. Tweek se sentía pequeño allí, desprotegido y con un montón de lágrimas a punto de desbordarse de sus ojos. En el fondo, resonaba un viejo tocadiscos con una tranquila canción instrumental de los años 40's que contrastaba con la grotesca escena frente a sí mismo.

- ¡Nos alegra que seas nuestro invitado! Tucker nos recomendó que te llamáramos, ¿Estás interesado en unirte a nuestro banquete? - Le dijo el aparente líder, con un tono entusiasta - Vamos, ¡Animate! hoy elegimos la mejor proteína para degustar ¿No luce apetitoso?

El anfitrión levantó la tapa de metal que cubría el plato principal. Tweek Tweak no se resistió, y lanzó un inquietante grito capaz de helar la sangre a cualquiera. En la bandeja se hallaba la cabeza de Firkle Smith servida como si fuese un puerco asado. En su boca incluso, reposaba una manzana perfectamente ubicada en su sitio. El estómago se le revolvió, y sintió el ácido estomacal en medio de su garganta buscando escaparsele y depositarse en la alfombra bajo sus pies.

- ¿Qué?, ¿No es de tu agrado? ¡Oh, tal vez tenga una mejor presa para ti! puedes escoger si quieres, ¿Te parece? ¡Que pasen!

Del pasillo salieron trastabillando un par de chicos, a los cuales empujaron al suelo haciéndolos caer de rodillas. Eran Craig y Pete, totalmente malheridos y con sus manos atadas en un apretado nudo que le cortaba la circulación de la zona a ambos.

- Solo puedes escoger a uno. El otro se salvará y podrá irse contigo, ¿A quien eliges?

- Tweek, les dije que te trajeran aquí. Les dije que tú podrías salvarme, ¿Verdad, cariño?, ¿Vas a salvarme a mi, verdad? - Espeto Craig de inmediato, totalmente desesperado por huir de allí.

- Tweek, por favor ayudame, por favor sálvame a mi - Irrumpió Pete, con lágrimas en sus ojos - Ya no quiero estar mas aqui, salvame ¿No recuerdas que te declaraste ante mi?

- Tweek, ¿Vas a cambiarme por el?, ¿Después de todo lo que hice por ti y vivimos juntos? - Volvió a hablar a Craig.

- No, no es asi. Yo no voy a cambiarte - Le explico el nombrado, tratando de calmarlo.

- ¿O sea que me dejaras aquí para morir?, ¿Solo me estabas usando? - Le acusó Thelman

- ¡No!, ¡no! No quiero que nadie muera ¿Puedo salvarlos a ambos?

- No - Le respondió el enmascarado.

- Por favor, ¡Eligeme a mi!, me has estado buscando todo este tiempo ¿Porque dejarme ir ahora que me has encontrado? - El peruano le suplico nuevamente, arrastrándose hacia el

- ¡Tick, tock!, ¡El tiempo se está acabando, invitado! - Canturreo el hospedero.

- Tweek, apenas nos estamos conociendo, tenemos tantas cosas por vivir ¿No crees que sería injusto asesinarme por esta locura? - Trato de razonar el gótico.

- Silencio, por favor ¡Por favor! quiero ayudarlos a ambos, pero no p-puedo pensar ¡Y-yo-

- Está bien. Decidiré yo por ti - Gritó el hombre de la máscara, visiblemente alterado y perdiendo toda su compostura anterior. De su desarreglada capa, desenfundo el revólver que allí había estado ocultando y sin ningún remordimiento, apuntó contra Tucker. Disparando.

De su mal acomodada capucha se dejó entrever parte de su cabello. Fue lo último que el cafeinomano pudo percibir antes de despertar del sueño. Era rojizo. Un tono que anteriormente ya había visto.

♥ ♥ ♥

¡Saludos estrellitas, la tierra les dice hola! Les vengo a dejar una actualización desde mucho tiempo. Reconozco que es un capitulo bastante corto ¡Pero es mayormente para recordarles que esta historia aun esta vigente y sigue en mis planes continuarla! Aun hay mucho que explorar, y mucho que quiero escribir para que ustedes puedan seguir deleitándose con ella. Creo que ya deberían saber, para este punto, que los sueños son materia de importancia en nuestra aventura.

He estado algo ocupada por la universidad, ¡Pero les prometo volver en cuanto pueda para extenderme mas en mi escritura! Gracias por seguirme, y por aun estar aquí. ¡Espero estén muy bien!

Con amor,
Årchie

Dræm Boy [Petweek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora