❥Bad Boy | ➳[WooGyu]

04

SungGyu sintió su cuerpo temblar ¿Había escuchado bien? ¿Nam WooHyun? ¿El era el mismísimo Nam WooHyun? No había forma de creerlo. Siempre se imaginó a Nam como un hombre de mayor edad, gordo y podrido en dinero con una apariencia física no deseable similar a lo que veía en las películas en la televisión de su cuarto.

Pero no, ahí estaba justo enfrente de un chico con apariencia de super modelo de una revista de categoría. SungGyu por unos segundos se olvidó de que estaba secuestrado y siendo usado como rehén.

Miraba a el chico embobado admirando cada facción de su rostro, desde sus labios gruesos y su piercing, hasta su piel pálida y manos grandes. Cada detalle por más mínimo que fuera, SungGyu lo estaba analizando detenidamente.

— ¿Tú eres SungGyu?—. WooHyun volvió a hablar al notar la mirada perdida del pelirubio. El chico dió un salto siendo sacado de su mundo.

— S-si.

Respondió en un susurró bajando su cabeza mientras jugaba con sus manos tratando de disimular sus nervios.

WooHyun sonrió. SungGyu se le hacía muy similar a "él", su corazón se sintió oprimido al recordar su sonrisa y se preguntó interiormente si el pelirubio también sonreía igual.

— ¿Qué me harás?— el de ojos pequeños se atrevió a preguntar haciendo que Nam sonriera levemente.

— No te haré daño, solo quiero que tú padre abandoné el caso— se encogió de hombros bajo la confusa mirada de SungGyu — eso es todo.

— ¿No me harás daño?— preguntó el de ojos pequeños sorprendido haciendo una semi "O" con sus labios después de terminar la frase.

WooHyun negó.

— Pero a cambio, tendrás que hacer algo por mí.

— ¿Qué?

WooHyun extendió su mano hacia SungGyu, este dirigió su vista a ella con temor.

— Confía en mi, no te haré daño.

"Prometo ir a casa pronto, papá".

Con el mismo temor, acercó su mano hasta la del contrario y cerrando sus ojos en menos de un segundo, la tomo.

∞

SungJong esperaba afuera de la casa de los Kim, impaciente bajo su paraguas debido a la escasa pero notable lluvia que caía del cielo gris y sin vida. A los pocos minutos, salió la madre de SungGyu abriéndole la puerta al chico de mejillas regordetas.

— Lo siento SungJong, pero SungGyu no se encuentra bien de salud y prefiere no ver a nadie.

La mujer estaba mintiendo, estaba muy claro, más que el agua embotellada que bebía todos los días en la clase de física.

— Volveré cuando se mejore— SungJong hizo una reverencia seguida de su despedida, la mujer cerró la puerta y el chico se alejó unos cuantos pasos de la casa de los Kim.

Sin que nadie lo notará, se quedó parado de espaldas, teniendo justo atrás suyo, la puerta de la casa donde su amigo vivía.

— El... ¿Está bien cierto?— preguntó el chico.

— ¿No confías en mí? Ya te lo dije SungJong, el se encuentra bien, está con el jefe.

— ¿WooHyun no le hará nada?

Sintió un peso apoyarse en su espalda, al parecer su novio se encontraba viendo hacia la casa de los Kim, mientras el observaba la solitaria calle del vecindario. Ambos apoyados en la espalda del otro.

— Confía en mi, bebé.

SungJong sintió sus mejillas calentarse. Se sentía un pésimo amigo por estar disfrutando de la compañía de su novio en lugar de ayudar a los padres de SungGyu a dar con su paradero. Sintió unas frías manos acariciar sus mejillas calientes. Se dejó llevar por el tacto buscando más de este como si fuera un gatito —lo único que le hacía falta era ronronear—, el chico de máscara de conejo tomo la mano del chico a su espalda, sintiéndose dichoso de tenerlo a su lado.

— Te acompañaré a casa.

∞

SungGyu miraba las paredes teñidas de un rosa pálido a su alrededor, sentado sobre una acolchonada cama con sabanas del mismo color.

Sintió a alguien tocar la puerta de la que ahora —WooHyun decía— sería su habitación. Murmuró un leve "pasé" entrando a el lugar, el chico de la máscara púrpura que anteriormente había conocido.

En sus manos llevaba una pequeña bandeja llena de diferentes tipos de alimentos tales como: frutas, golosinas, vegetales, postres, etc.

— ¿Qué es?— preguntó Kim curioso.

— Tu cena.

— ¿Por qué son así conmigo?— preguntó el de ojos pequeños confundido por la actitud que todos tenían hacia él.

— Órdenes de jefe.

— ¿WooHyun?

— Si, el jefe.

— ¿Puedo saber tu nombre?— preguntó ya con más calma el pelirubio.

— Yeol. Dime Lee Yeol.

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