❥Bad Boy | ➳[WooGyu]

15

— ¡DongWoo hyung!— se quejó el pequeño XiuMin sobando su brazo tras la mordida que el contrario le había dado.

— Yo también te extrañé XiuMin— río.

El chico de brackets suspiro, y se dejó abrazar por su novio. Sentía la respiración de este cerca de su oreja y esto le hacía cosquillas.

— ¿Ya no te volverás a ir?— preguntó acomodando su cabeza en la curvatura del cuello de DongWoo.

— No, nunca más me iré.

∞

— Siéntate.

WooHyun obedeció sin decir una sola palabra, se sentó en la pequeña banca que se encontraba en las afueras del hospital y espero a que el hombre que caminaba de un lado a otro frente a el, hablará.

— ¿Hay algún problema?— preguntó el pelinegro.

El hombre de mayor edad se detuvo frente a el. Analizando todas sus facciones, no sabría decir si era hijo de una familia rica o si solo cuidaba de sí mismo. Pero el joven se veía tan delicado y frágil a los ojos de JongWan, que le llegó a recordar a su hijo.

Sintió una opresión en su pecho, pero no era el momento para pensar en eso, aún así no podía evitarlo. Y es que ¿Como podía olvidar a su hijo? Era algo imposible.

— Verás— inicio a hablar con voz monótona — el caso de tu amigo es un poco complicado.

— ¿Complicado?— WooHyun frunció el ceño.

— En un principio pensamos que el otro conductor se encontraba bajo los efectos del alcohol y que eso había ocasionado el accidente. Pero al hacer las pruebas necesarias e interrogar a ciertos testigos incluyendo al conductor del automóvil nos dimos cuenta que no fue un accidente como creíamos.

— ¿Qué intenta decir?— los ojos de WooHyun se abrieron de par en par.

— Intentaron matarlo.

∞

SungJong rodó los ojos. ¿Por qué a el?

¿No pudieron dejar a alguien más cuidandolo?

Cada vez que se encontraba cerca del peliplateado le entraban unas enormes ganas de abrazarlo y pedirle perdón por no poder ayudarlo, sin embargo, sabía que debía contenerse y por eso buscaba siempre estar lejos. Pero no, sus amigos se esmeraban en dejarlos a solas a ambos.

Mientras SungGyu jugaba a quien sabe que, corriendo de un lado hacia otro como si de un niño pequeño se tratase, el se encargaba de vigilar por la ventana que nadie sospechoso se acercará.

— ¿Qué mira tanto señor de la máscara roja?— el de ojos pequeños se acercó dando pequeños saltos.

— Vigilo— respondió sin mirarlo.

— ¿Por qué no juega conmigo mejor

Logro hacer que SungJong girará su rostro para verlo. Tan inocente.

SungJong no quería que esa inocencia, fuera corrompida, el no quería nada de eso. Estaba dispuesto a lo que sea con tal de asegurarse que SungGyu estuviera sano y salvó. Y que fuera el mismo niño sonriente de siempre.

Aunque este solo fuera un día mayor que el de ojos pequeños, pareciera que fuera su padre, siempre buscando que nadie lo lastime.

— Yo no juego.

— ¡Por favor!— suplicó — de lo contrario le diré a WooHyun-ssi que usted no quiso jugar conmigo.

¿Qué tan malo podría ser que le dijera a WooHyun eso?

∞

Las Vegas. Un increíble lugar para los que tienen la oportunidad de estar ahí, también es un buen lugar para ganar dinero en apuestas. Y es que SeeIn nunca perdía, él nunca lo hacía.

— ¡Y el ganador es H!— gritó la chica.

Millones de murmullos y quejas se escucharon, el dinero apostado le fue entregado al de cabello oscuro que se encontraba sentado en el centro de aquella mesa de juego. Sus tatuajes resaltaban suavemente por debajo de su chaqueta, él único visible era aquel que estaba sobre su cuello, formando un código de barras que despertaba curiosidad en muchos, aquella sonrisa juguetona en sus labios hacia que las personas a su alrededor lanzarán varios suspiros.

— Gracias Milagros— dejo un beso en la mejilla de la chica — nos vemos otro día.

Se despidió de ella guiñandole un ojo y salió de aquel lugar.

Hasta el momento no tenía ninguna nueva orden y se encontraba aburrido, así que su único entretenimiento era apostar en los juegos que los demás mafiosos hacían. Y como siempre el salía ganando.

— ¿Todo salió bien jefe?— preguntó el fuerte y musculoso chico apoyado en el automóvil.

— De maravilla Ho Seok.

El chico sonrió.

— Sabe que no me gusta que me llamen por mi nombre, llámeme Wonho como siempre lo ha hecho.

∞

— ¿Puedes firmar aquí?— la chica le pidió al pelinegro. WooHyun se tenso, no podía poner su nombre bajo la mirada del padre de SungGyu. No.

Así que se fue por el nombre que uso cuando estuvo en las Vegas.

Տᗅℳ.

Firmo aquel documento.

JongWan estuvo atento a cada movimiento que el chico hacia. ¿Así que se llamaba Sam? Raro nombre.

— Fue un gusto hablar contigo— extendió su mano hacia el pelinegro.

WooHyun lo miró, lo pensó un poco y luego sonrió.

— Lo mismo digo— estrechó su mano con la del mayor.

Después de esto, el oficial de fue dispuesto a seguir su caso. El semblante de WooHyun cambio, saco su celular que aguardaba en su bolsillo y se dispuso a marcarle a alguien.

— SeeIn, cuánto tiempo— saludo — hay algo que quiero que hagas.

Y aunque el pelinegro no lo viera, sabía que Kang estaba sonriendo.

Para WooHyun: ¿Por qué no te casas con SungGyu?

— Ehh?— se sonroja exageradamente — no es que SungGyu no me agrade, de hecho me gusta, ¡No! ¡No me gusta! Osea, me gusta cómo es... Tú sabes... Su actitud, no es que me guste el, no no no — cubre su cara con sus manos — olvídalo. Además no puedo casarme con un menor de edad.

Para WooHyun: ¿Qué piensas de tu madre?

*Silencio*

— La extrañó.

Para MyungSoo: ¿Por qué eres tan pen**jo?

— ¡Oye! Yo no insulto a nadie— hace un puchero — además, no sé a qué viene la pregunta.

Para MyungSoo: ¿Por qué te olvidas de SungYeol?

— No me olvidó de el, no puedo olvidar a la persona que amo. Solo...— suspira — aún no lo entienden.

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