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Solían disfrutar cocinar juntos, desde las guerras con harina hasta dejar la cocina hecha un desastre para terminar ordenando todo al final. La alegría de su esposa, las risas de su hijo y él sonriendo al tener toda su felicidad.

Ahora era diferente, la casa se sentía más vacía de lo común, parecía que hubiera perdido toda la esencia que naturalmente tenía. No era pintoresca, era sombría. Denotaba soledad.

— Feliz navidad, JongWan.

Susurró para mí mismo, se dejó caer hacia el frío suelo y lloró esperando al año nuevo.

A SungYeol le gustaba ver las estrellas, era uno de sus pasatiempos —secretos— favoritos. Sintió unas manos pasar por su cintura y el cálido aliento de MyungSoo chocar contra su cuello.

— Ya casi es año nuevo— susurró con esa voz ronca que en rara ocasión aparecía.

— Un año nuevo más junto a ti, imbécil.

Siguiendo el consejo de SungJong, SungYeol se hacía cada vez más difícil para el rubio. Pero esto no lo detenía, y seguía insistiendo una y otra vez buscando que el contrario lo perdonará.

— SungYeol— el chico se dió la vuelta quedando a unos escasos centímetros del rostro del japones. Ambos rozaban sus narices.

— ¿Qué?— la voz de Lee era tranquila, pero por dentro era un solo manojo de nervios.

— Se que a veces me comportó como un idiota, quizás te lastime y lo lamento por eso— tomo el mentón de SungYeol con una de sus manos — pero te volviste indispensable para mí Lee SungYeol, me pediste que buscará una razón para vivir y justo en ese instante decidí que serías tú, yo te amo SungYeol.

Las mejillas del menor se volvieron rojas al igual que toda su cara, sus manos viajaron hasta el cuello del mayor y se situaron ahí.

— Yo también, te amo MyungSoo.

XiuMin había decidido salir un momento, a tomar un poco de aire fresco, o al menos esa era la excusa.

DongWoo sonrió cuando divisó al menor caminando hacia el, sin previo aviso corrió hasta el dándole un enorme abrazo.

— Hyung, me asfixias— murmuró con sus mejillas rosa.

— Lo siento.

Río mientras hacía una leve reverencia en forma de disculpa.

— No te preocupes— negó con su cabeza. DongWoo paso uno de sus brazos por encima de los hombros del menor.

— Pronto, volveré XiuMin.

La cabeza de XiuMin rápidamente volteó en dirección al chico a su lado. Sus ojos estaban abiertos de par en par y demostraban todo el asombro ante las palabras que el mayor había pronunciado. Mientras Jang estaba de lo más tranquilo, solo recibiendo la brisa fresca y observando la nieve caer.

XiuMin sonrió.

— Te esperaré, hyung.

— ¡No puedes ser un poco romántico hyung!— SungJong hizo un puchero.

— Te hice un chupete ¿Qué más romántico quieres que sea?

— Idiota.

Se cruzó de brazos dándole la espalda a su novio. HoWon suspiro, tal vez debía ser un poco dulce con el menor, después de todo ya casi era año nuevo.

Se acercó a el y rodeándolo con sus brazos dejo un beso en su mejilla.

— Pasemos un buen año nuevo, SungJong.

Y dicho esto, se lanzó a devorarlo.

Estaba seguro de que sus compañeros estaban igual de preocupados que el, pero a diferencia de el, ellos tenían una familia cerca con la cual celebrar.

Por eso no le importo quedarse cuidando de Jackson en el hospital.

Mark era un joven solitario con un pasado oscuro y muchos secretos tras el. Aún así se esmeraba en sonreír.

Porque quería vivir una buena vida, de ahora en adelante.

— Feliz año nuevo, Jackson.

Eran pocas veces las que WooHyun abría su ventana, de hecho no lo hacía porque detestaba que el frío entrara. Pero hoy parecía diferente.

Apoyaba sus brazos en el marco de esta como un niño pequeño mientras miraba al cielo pensando en los sueños de un futuro. Solo que en lugar de eso, el pelinegro pensaba en la culpa que sentía y como debía lidear con ello.

Se vio interrumpido por la vocecita de SungGyu.

— WooHyun-ssi— preguntó abrazando su pollito desde el marco de la puerta.

— ¿Si, pequeño?

Pequeño...

Esa palabra había salido de su mente sin pensar.

— ¿Puedo estar contigo?— el pelinegro ladeó su cabeza confundido — es que todos han desaparecido y no me gustaría recibir el año nuevo solo.

Un puchero se formó en sus labios y la expresión triste que su cara expresaba, aplastó el corazón de Nam.

— Está bien.

El peliplateado dio un salto enorme y corrió hasta el lado del mayor bajo la mirada atenta de este.

— Sabes WooHyun-ssi, normalmente solía celebrar esto con mi familia— la mirada del mencionado palideció — pero me alegro de poder celebrarlo contigo.

Levantó su mirada con rapidez, ¿Enserio acababa de escuchar que SungGyu se alegraba de celebrar su navidad con el? ¿Con un mafioso? ¿Con su secuestrador? ¿El asesino de su madre? No, el hijo del asesino de su madre.

— ¿Qué?

— Estoy feliz, de estar a tu lado, WooHyun-ssi.

El reloj sonó anunciando la media noche, la mano de Kim se entrelazó con la de Nam.

— SungGyu...

— Feliz año nuevo, WooHyun-ah.

El pelinegro no soporto un solo segundo más y envolvió en sus brazos al menor.

— Feliz año nuevo, SungGyu.

WooHyun pensó, que al menos por el bien de SungGyu, estaba bien mentir.

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❥Bad Boy | ➳[WooGyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora