The Glass Parte I

◽️ Prólogo ◽️

🕎Espero que disfruten la lectura🕎

Escrito por:
Germán M. Ortega ✍️🏻

Un pequeño agradecimiento a todos los que ayudaron a crear este libro. ⚜️

Copyright © 2021 Germán M. Ortega Todos los derechos reservados.

Esta historia aún no está terminada. Ni tampoco ha sido corregida en su totalidad.

Este se lo dedico a mi hermano Anthony, que me ayudó a seguir la historia y creyó en mí.

Gracias por el apoyo. 🙏🏻

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Verano de 2010

Prólogo

—García, despierta hombre, que ya es tarde —dice un muchacho, prácticamente gritando.

—Que hora es tío... —dice Francisco adormilado.

—Vamos hombre, quedamos que íbamos a ir al lago este último día de verano —habla el mismo muchacho que lo despertó—. Deprisa la pandilla nos espera afuera.

—Está bien... está bien, ya voy... «que pesado» —piensa Francis mientras se levanta. 

En la mañana del 31 de agosto, Francisco como es habitual en él, se levanta rezagado y va a la cocina a tomar el desayuno. El panorama del hogar de la familia García esa mañana, era totalmente ordinario, nada fuera de lo normal.

Emilia la hermana pequeña de Francisco padecía de una enfermedad que la obligaba a estar en cama casi todo el día, por lo que su hermano era la mayor distracción que la chica podía tener. El padre de los hermanos, había fallecido un año atrás, debido a una enfermedad crónica que padecía desde chico. La madre, una mujer de carácter indomable, siempre estaba pendiente a sus hijos y aunque no lo pareciera a simple vista, era tierna y bondadosa con ellos.

Debido a la enfermedad de Emilia, nunca pudo asistir a la escuela, un profesor particular le enseñaba en la casa. Por obvias razones, le encantaba oír de boca de Francisco, historias de como molaba por una parte la escuela y por otro lado como era de fastidiosa. Raúl, el mejor amigo de Francisco, era participante en esas largas horas de tertulias a la hermana de Francisco. Esa misma mañana Raúl, visitó la casa García, porque Francisco y él habían acordado junto a otros amigos suyos (que juntos se hacían llamar "la pandilla"), ir al lago que quedaba cerca de la casa de Vero, una de las amigas de los chicos y crush de Francisco, aunque nunca se lo haya confesado.

Francisco baja de su dormitorio, arrastrando los pies por el piso, caminado prácticamente dormido, se dirige al baño de la primera planta de la casa. Entra y lo primero que hace es mirarse al espejo y echarse un poco de agua en la cara para espabilarse un poco.

Cuando va saliendo del baño, después de haber realizado sus necesidades, siente un leve dolor en el brazo izquierdo, al mirarse el antebrazo, se percata que lo tiene un poco inflamado, pero desconoce el por qué.

Solamente entrar por el comedor, Raúl le vuelve a pegar un grito para que se apresure. Después de casi veinte minutos desayunando, se levanta y se dirige a su cuarto a vestirse. Unos cinco minutos después vuelve a bajar las escaleras y finalmente sale de la casa junto a Raúl por la puerta delantera.

Afuera se encuentra con cuatro personas más, sentadas en el borde de la acera, justo cuando notan que ya salieron de la casa, todos al unísono exclaman «por fin».

La llamada pandilla estaba compuesta por Francisco, un chico guapo de complexión delgada y de mediana estatura, un poco tímido y reservado, pero muy querido entre ellos. Raúl, el gamberro del grupo, un chico apuesto que no se le da mal conquistar el corazón de otras chicas, carismático y sobretodo le gusta mucho bromear. Verónica o Vero como la conocen, es una chica muy bonita de pelo rojo tinto, con ojos color café, su belleza sobresalta sobre la de todos en el grupo. Carlos, un chico de piel negra con finos rasgos en la cara, es el cerebro del grupo y el mejor del curso, un aficionado de la robótica y de los libros, su carácter es apacible y tranquilo, nunca se molesta por nada. Sofía, una chica de pelo corto, un poco obesa pero muy carismática y simpática, su familia es católica y la obligan a asistir a la iglesia todos los domingos, pero ese domingo se escapó para ir con sus amigos al lago. Y por último pero no menos importante, Camila o Cami que es como la conocen, es una chica poco sociable, reservada como Francisco, es de pelo negro con mechas moradas en las puntas, a primera vista parece una emo pero no lo es.

—¿Sofi segura que quieres venir con nosotros? —pregunta Raúl con voz amable, aunque con cierto tono de picardía—. Tus padres te pueden regañar —añade.

—Que más da, hoy es el último día de verano —dice la chica riendo—. Y no me lo pienso... pasar bajo techo...

El sol brillaba con buena vibra el día y la pandilla estaba dispuesta a disfrutarlo al máximo. Todos se dirigieron al lago donde pasarían el resto del día, compraron unas litronas y algo para picar, para aguantar de fiesta todo el día, mañana sería su primer día en la preparatoria y querían llegar a lo grande...

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Este prólogo ha sido modificado y corregido.

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