CAPITULO 7: URGENCIA

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Narra Alex:
Llevamos dos horas esperando noticias del médico, me angustie mucho cuando Martina no paraba de vomitar, ojalá este día nunca hubiera existido. Ana apenas me ha dirigido la palabra, en el trayecto al hospital, se ha sentado al lado de Martina en la parte de atrás del coche, veía como acariciaba su pelo, mientras Martina intentaba dormir para evitar el dolor.
Ana anda de un lado para otro, me está poniendo más nervioso de lo que estoy.
-Ana, se va a poner bien, tranquila-ella solo me mira y asiente cabizbaja.
A lo largo se ve como el doctor viene hacia nosotros. Ana y yo nos alertamos y vamos en su dirección.
-Buenas tardes doctor, ¿como está Martina?-pregunta Ana.
-Buenas tardes, Martina ahora está más tranquila, hemos hecho respectivas pruebas y análisis, su dolor proviene de la parte derecha inferior del abdomen, lamentablemente era lo que me temía.
-¿Que ocurre?-intervengo yo.
-Tenemos que intervenir a Martina, para extraer su apéndice.
-¿Cómo?
-Si, hay algunos niños que se le inflama, o se infecta, por tanto necesita ser removido.
-¿Va a estar bien?-pregunta angustiada.
-Está en las mejores manos-afirma el doctor.
-Gracias Doctor, ¿podemos verla?
-Si, pasen, me podrá acompañar uno de los dos hasta la entrada del quirófano, para que Martina no se sienta sola.
Seguimos al doctor hasta la habitación en la que se encuentra nuestra pequeña, está tumbada hablando con una enfermera, cuando nos ve su cara cambia a felicidad.
-¡Mami! ¡Papi!
-Hola princesa, que susto nos has dado-Ana abraza a Martina, una vez ha dado su abrazo, se aparta para que yo pueda darlo.
-¿Como estás pequeña?
-Bien papi, ¿nos podemos ir ya?
-Princesa, aún no, te van a operar y va a ser sup....
-No mami, no quiero, sácame de aquí, papi por favor.
Es desgarrador ver a tu hija llorando y suplicando que no se quiere operar, pero no hay elección.
-¿Dónde está, está pequeña princesa?-la enfermera entra en la habitación-¿por qué estas llorando? Las princesas no lloran.
-No me quiero operar-contesta enfadada.
El médico entra dando señal que se la llevan al quirófano.
-Ana, ve tú-me gustaría ir con ella y darle toda mi energía a mi pequeña princesa, pero su madre debe estar con ella.
-Gracias-es la primera palabra que me dirige después de nuestra discusión-vamos, mi amor, mami va a estar contigo.
Le doy un beso a Martina, está llora desconsoladamente.
Veo como Ana coge la mano de Martina, mientras la enfermera empuja la cama del hospital...Dios mío, protégela, y dale fuerzas.

Narra Ana:
-Vamos, Martina, las niñas fuertes no lloran, ¿a que tú eres súper fuerte?-Martina abraza su cuerpo contra el mío.
-Mami, te quiero mucho, perdóname por portarme tan mal...-mi pobre pequeña es de lo más bonito que tengo en mi vida.
-Claro mi vida, mama te quiere mucho, y cuando salgas te voy a comprar la muñeca que tanto quieres, ¿vale?
-¡Siii!-Martina ya no recuerda porque está aquí, así que eso es buena señal.
-¿Martina, estas lista?-la enfermera acaricia la cabeza de Martina y está nerviosa asiente.
-Si, cuando salga, mi mami me va a comprar la mejor muñeca-me mira sonriendo-¿a que si, mami?
-Claro que si, mi amor.
-Pues cuando antes nos vayamos, antes salimos.
Le doy muchos besos a Martina y le digo cuánto la quiero. Veo como Martina a pesar de entrar ya en la puerta hacia el quirófano, como su mirada sigue fija en mi sonriendo.
Salgo para esperar en la sala de espera...cuando llego ambas familias han llegado ya, incluida Carlota y su prometido.
-¿Ana, como está?-pregunta Julia, la madre de Alex.
-Bien, se ha ido feliz, está tranquila, solo queda esperar.
Carlota, se sienta a mi lado, y me abraza, tengo tanta suerte de tenerla. Alex no para de buscarme con la mirada, pero yo, que no puedo ni mirarle a la cara, no puedo creer lo que me está haciendo...
Decido ir a tomarme un café, tanto estrés, satura mi cuerpo.
-Ana-su voz, Alex, ahora no...-¿podemos hablar?
-No, Alex, ahora no, nuestra única preocupación ahora es Martina, cuando salgamos hablamos todo lo que me has estado ocultando estos días.
-Pero...-ya no oigo nada, se que lo odia, pero lo he dejado hablando solo, lo último que quiero es hablar de eso es un hospital.

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