CAPITULO 21: EL ACCIDENTE

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Narra Ana:
Llamo a Alberto para enviarle el nuevo documento ya redactado y comprobado.
-Buenas noches Alberto-saludo una vez que contesta-Perdona las molestias. Te acabó de enviar el nuevo documento, lo he redactado de nuevo y ampliamente, he comprobado que todo esté correcto, así que comprueba tú que este todo.
-Ana, muchas gracias, yo compruebo ahora mismo. No tenias porque trabaje en tus horas libres.
-No te preocupes, no tenia nada que hacer.
-Gracias-cuando ya casi le iba a despedir suena mi nombre-Ana...
-¿Si?
-¿Quieres que salgamos a comer un día de estos?-¿que? No me lo esperaba. Es verdad que no he vuelto a salir con nadie desde que Alex y yo lo dejamos.
-Mmmm ¿como?
-Simplemente quería pasar un buen rato contigo, pero creo que no ha sido una buena idea...
-Si, si que quiero.
-¿De verdad?
-Si claro, me apetece pasar un rato divertido.
Después de tirarnos media hora hablando más. Martina me reclama, así que voy a su encuentro, y ella está en la cama esperando a que le lea su cuento favorito.
-¿Mami, me lees el de los tres cerditos?-pregunta mi preciosa para que le lea su cuento favorito.
-Si, claro, déjame-la arropó y peinó su cabello y acarició su frente-Érase una vez....
Comienzo a contarle el cuento hasta que cae en un profundo sueño. Besó sus mofletes.
-Buenos noches mi princesa-salgo del cuarto y cierro la puerta.
Voy al despacho, tengo que terminar de limpiar todos los papeles y recoger el móvil. Estoy muy cansada.
Mientras colocó todos los papeles, un sobre cae a mis pies, lo recojo y algo que me para a leerlo dos veces.
Traspaso acciones a Doña Ana González.
¿Qué es esto? Abro la solapa del sobre. Y comienzo a leer y no doy crédito. ¿Alex me ha cedido sus acciones? ¿Qué? Cojo mi teléfono y marco el número de Alex, el cual responde al segundo tono.
-Alex, ¿por qué lo has hecho?
-¿Qué he hecho que?
-Sabes perfectamente de que hablo-Alex no me cabrees...
-Bien, he tenido que hacerlo...
-¿Por qué?-le cortó.
-Déjame explicarte mañana, ven a la empresa. Te espero.
-Está bien. Espero que me expliques-cuelgo y voy directa a la cama. No se de que va este nuevo juego, pero todo lo que se me viene a la cabeza no tiene nada de sentido.
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Me despierto con el sonido de los pájaros que recorren por toda la casa al rededor.
Julia viene a recoger a Martina en unos minutos la quiere llevar al centro comercial y al cine, la pobre está muy ilusionada, así que, Martina está el doble.
Hoy por fin, tengo mi ecografía de las 12 semanas, he estado esperando este momento demasiadas semanas eternas, Carlota hoy no puede acompañarme, le surgieron unos problemas en el trabajo y no puede atrasarlos. Así que hoy es día de mi pequeño o pequeña y yo.
Termino de recoger toda la casa antes de salir.
Después de la ecografía quede en ir a la empresa a que me explique Alex, he de decir, que no he dormido en toda la noche en ese maldito sobre y que contexto tendrá.
Cojo el coche y conduzco hasta el hospital, si pienso en si estoy nerviosa en saber que todo está bien, que mi bebé va a nacer dentro de poco. A veces quiero salir gritándolo, otra veces quiero ir corriendo y contárselo a Alex. ¿Alex? Aún no se lo he contado, ¿tengo ganas que lo sepa? Más que nunca, pero luego recuerdo porque estamos así, y quiero seguir así, quiero tener tiempo a contárselo, quiero que cuando se lo cuente, no sea demasiado tarde para que piense en nosotras, en nosotras de verdad, como la familia que éramos.
De mi familia, aún no lo sabe nadie, he querido esperar a esta semana para comprobar que todo está bien, que todo sigue como deseamos las madres, que te digas esas famosas palabras; tú hijo/a está bien.
Llego al semáforo iba tan absorta en mis pensamientos y de pronto siento como el semáforo cambia al color rojo. Freno, pero...algo ocurre. Los frenos no van.
¡No van! Mierda. Se ha cambiado el semáforo. ¡Vamos maldito coche, frena!
El coche no para, pongo mis manos en la cara, y veo como un camion viene a mi encuentro por el lado del copiloto. En poco segundos veo como miles de recuerdos vienen a mi cabeza y antes de que todo se nuble a mi alrededor, pronuncio el significado más valioso de mi vida.
-Martina...-y todo se volvió negro.

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