Volver a sentir MARIPOSAS

CAPITULO 15: VACACIONES

Narra Ana:
-¡Mami! Has venido....-grita Martina emocionada al verme llegar a la playa.
-Claro que si mi amor, te echaba mucho de menos-dejó pequeño besos en su cabecita.
-Hija, que bueno que llegaste, estábamos hablando cuando Martina te mancho toda la cama de vomito y por más que limpiabas parecía no poder quitar todo-todos estallamos en una carcajada. Saludo a mis padres, y mi hermana y su mujer que también se han unido.
-Hermanita, que gusto verte-Gabi me abraza tan fuerte que me hace quejarme-Lo siento estoy muy emocionado, llevaba mucho tiempo sin verte.
-Lo se, lo se, yo también les eche de menos-saludo a mi cuñada que mece en sus brazos al pequeño Matty.

Regresar con mi familia me está sentando bien, he podido desconectar, he podido pensar, aún nadie sabe de mi embarazo, excepto Carlota, este tiempo me podrá servir para pensar en cómo vamos a llevarlo ahora que vamos a ser uno más, antes sólo éramos Martina y yo, y todo se hacía más fácil.
-¿En qué piensas tanto?-me interrumpe los pensamientos mi cuñada Estefi.
-Simplemente pienso, no tiene importancia.
-¿Como estás?-no hace falta que nombre mucho más, ya se a que se refiere. Recuerdo que cuando le conté a Gabi todo lo que nos había pasado a Alex y a mi, se puso tan furioso que en la vida lo había visto así, me dio hasta miedo. Mis padres a penas saben mucho, simplemente que nos hemos dado un tiempo, no quiero preocuparlos mucho.
-¿Te digo la verdad?-asiente-hecha una mierda Estefi, cada día que pasa quiero que todo esto se acabe, quiero que esto sea una broma de mal gusto y ya está. No quiero seguir así-y otra vez de nuevo, vuelta a llorar, si de por si lloro mas que una magdalena, imaginaos ahora con el embarazo.
-Ana, te entiendo, simplemente date tiempo, date tiempo a poder pensar las cosas, daos un tiempo ambos, lo necesitáis.
-Lo se, gracias de verdad-me abraza-¿cómo está el pequeño?-cojo en brazos al pequeño, y le doy un beso.
-Cada vez más grande...-observó como mi cuñada mira y contempla a su hijo, me recuerda tanto cuando Martina nació, apenas podía separar mis ojos de ella, eran tan morenita, con esos ojos tan pequeños...-Sin duda es una bendición tener un hijo.
Se viene a la cabeza, como el otro día conocí por primera vez en la ecografía a mi segundo hijo o hija, aún no se sabe, volví a sentir pequeñas mariposas, esas que te hacen explotar de felicidad, sin duda, es una bendición.
-Lo es cuñada, lo es.

He salido a dar una vuelta por la noche, Martina se ha quedado frita, y yo quería despejarme y que mejor forma que dar un paseo.
Mientras camino y recuerdo como de un día te sentías plena a otro día sentirte tan vacía por dentro. Mi móvil suena de pronto. Es Carlota.
Carlota:
Tía te echo mucho de menos. Lucia está deseando ver a Martina!!
Ana:
Aún no se, Martina esta tan bien, y yo....Dale mil besos a Lucia.
Mientras continuó escribiendo con Carlota, siento un profundo golpe en mi hombre derecho, joder, mierda, quien me haya dado es un bruto.
-Joder, lo siento, iba distraído-un hombre comienza a recoger lo que se le ha caído de su maletín.
-Tranquilo, yo también iba distraída-le ayudo a recoger lo que en mi parte he provocado, levanta su cabeza, joder vaya ojazos.
-¿Estas bien?-ayuda a levantarme.
-Si, si no se preocupe. ¿Usted?
-Si, gracias, pero no me llame usted, por favor, soy Alberto, un gusto ¿señorita?
-Ana, me llamo Ana, encantada Alberto-estrechamos la mano, y de pronto su móvil suena.
-Vaya, lo siento, tengo que irme, me reclaman...
-Si si, yo igual, un gusto.
-Espero verte de nuevo, Ana.
-Igualmente.
Vaya chico majo, ojalá todos fueran así.

-Hija ¿por qué no llegabas? Estaba preocupada.
-Tranquila mama, es que he chocado con un chico, y estaba ayudando a recoger todo lo que había tirado.
-¿Un chico? ¿No le has visto por aquí nunca?
-Que va mama. Me voy a dormir, tengo mucho sueño.
-Descansa hija-me da un beso.
Subo a la habitación, abro con cuidado de no despertar a Martina. Y así está, durmiendo como una manta. Besó su cabeza y me acuesto a su lado.
No he cerrado un ojo y ya me llaman, joder, ni dormir puede una.
Cojo el móvil y desbloqueo la llamada.
-¿Quien es?
-Ana...-mierda, Ana, eso te pasa por no mirar quien te llama.
-¿Qué quieres?
-Saber como estáis.
-Estamos bien Alex, tengo que colgar.
-Espera ¿por qué no me dijiste que Martina se iba con sus abuelos?
-Porque esta semana me toca a mi, y hago lo que quiero con mi hija.
-También es mi hija.
-La misma que no quieres.
-Ana, estoy cansado de esto, intento hacerlo lo mejor que puedo.
-Bueno, pues lo siento.
-¿Cuando vuelve Martina?
-Dentro de unos días.
-Está bien, las esperare.
-¿A mi?-pregunto confundida, que sepa yo no tengo que hablar nada con el.
-Si, las espero a las dos. Ana, son lo mejor que me ha pasado, te prometo que estaremos juntos muy pronto.
-Lo siento Alex-antes de que conteste, cuelgo la llamada. No quiero seguir escuchando y que me escuche llorar.
-Ojalá no sea demasiado tarde cuando tú decidas volver-pronunció en voz alta echa un manojo de lagrimas hasta que me quedo profundamente dormida en los brazos de morfeo.