Volver a sentir MARIPOSAS

CAPITULO 10: TRES SEMANAS

Narra Alex:
-Mami, yo quiero ver Coco, ¿papi tú la has visto alguna vez?
-No, la verdad es que no, así que la voy a ver aquí contigo.
-¡Siiii! Mami, ven, corre.
-Mami, tiene que ir a hacer una cosa al ordenador, en cuanto venga, me siento con vosotros.
Ana sale del salón, observo cómo Martina está entusiasmada en ver la película con nosotros.
-Papi, ¿mami, y tú estáis enfadados?-¿como se ha dado cuenta tan rápido? Piensa, Alex, piensa.
-No mi amor, solo que mamá tiene que hacer cosas.
-Mami, no es así.
Lo sé, y tengo toda la culpa. Me siento como el hombre más miserable del planeta, quiero que está pesadilla se acabe, quiero que todo vuelva a ser como antes, que Ana y yo le leamos el cuento que tanto le gusta a Martina, que Martina nos cuente como se lo pasa en el cole, quiero que Ana me diga toda las noches lo mucho que me quiere.
-Papi, mira, corre-estaba tan absuelto en mis pensamientos que no me he dado cuenta de nada de la peli.
Ana llega al rsto de diez minutos, y se sienta al lado de Martina, con tan solo mirarla, se que ha estado llorando, me da tanto coraje no poder abrazarle y decirle que todo está bien.
-Se ha quedado frita-Ana arropa a Martina.
-Tenemos que habla con ella.
-¿Que le vas a decir? Que su padre se va a casar con otra mujer y nos va a dejar.
-No sabes cuanto me jode está situación Ana. Cuando me duele verte sufrir y no poder hacer nada.
-No hay vuelta atrás, tu decisión está tomada-Ana coge a Martina en brazos, y la lleva a su habitación, yo no tengo fuerzas para seguir aquí, recojo y me voy de casa. Quiero estar solo.

Respiro hondo, observo la pequeña naturaleza que aborda el parque, veo como familias corren detrás de sus pequeños hijos, al ver cómo se les escapa de las manos.
Llamada entrante.
-¿Si?-contesto, sin mirar de quien se trata.
-Gordito, por fin podemos estar juntos, después de tanto tiempo-Gabriela.
-Gabriela, no estoy de humor, voy a colgar.
-Necesito verte. Y no me digas que no, ya sabes la consecuencia que hay si no haces lo que yo diga.
-Eres un ser despreciable-encaró todo mi odio hacia ella.
-Si mi vida, todo eso después. Te espero en la empresa a las 00:00 pm.

Llego a la empresa un poco justo, me he quedado un rato más en el parque.
-Llegas tarde gordito.
-¿Qué quieres?
-La boda se va a celebrar en tres semanas, vamos a vivir en casa de mi padre, ya sabes que no puedo dejar a mi padre solo-¿quien se cree que es?-y nada de hablar de ver a Martina y esa barriobajera.
-Se hará todo lo que tú digas, pero te juro que la próxima vez que hables más de MI FAMILIA-pronuncio más alto esas últimas palabras-no voy a seguir adelante con nada, y me importa muy poco la empresa y tu padre.
-Está bien, está bien, no te pongas así cariñito. Tengo que ir a prepararme, tengo que contar la noticia a todas mis amigas.
-Haz lo que quieras.
Que termine pronto esta pesadilla.
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Han pasado dos semanas, estás dos semanas han sido horribles, le contamos a Martina que nos íbamos a dar un tiempo, ya se imaginan cómo se lo tomo, he intentado llevar esta situación lo mejor posible, la única relación que tenía con Ana, es saber cómo estaba Martina, intentaba comer todos los días con ellas, a la hora de dormir, iba a casa, le leía su cuento, y cuando terminaba, Ana ya no estaba cerca mío, así que cogía mis cosas, y salía y así durante estas dos semanas.
Con Gabriela, bueno, no hay mucho que decir, solos nos veíamos en la oficina, intento esquivarla lo máximo posible, en una semana nos casamos, y más de una vez me he planteado en cancelar todo esto y seguir con toda la vida que me hace feliz.