Capítulo 5

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Les dejo el cap de hoy. Y como siempre, comenten, voten si les gusta y regresen por más. Y si no pueden esperar, el siguiente capítulo en breve en mi blog.

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Gabi

Escuché el gritito de Nika cuando Bruno la alzó en sus brazos. Ella rápidamente le quitó la máscara para besarlo. ¿Estaban todos allí? Giré el cuello para ver como Gloria devoraba la boca de su marido japonés. Los gritos de las mujeres de la sala rivalizaban con los de la tía Cari, ella conocía a Bruno, ella no entendía, pero lo estaba haciendo poco a poco. Los chicos de la haka eran los nuestros, bueno, de ellas, de Nika, de Gloria, y... de Tasha.

—¿Cómo sabías que él era Bruno?, somos casi idénticos. —Hugo se había arrodillado al extremo del escenario para quitarse la máscara y hacer esa pregunta a Nika. Ella sonrió divertida, al tiempo que sus manos acariciaban la cabeza de su marido. Sus miradas estaban enganchadas, como si hubiese un conocimiento profundo de los secretos que guardaba cada uno en su interior. Eso lanzó una lanza de envidia directa a mi estómago.

—Para mí no lo sois. —¡Mierda!, no podía seguir mirándolos. No hacían otra cosa que recordarme que yo no tenía al hombre que debía decirme esas cosas.

Giré el rostro hacia el otro lado, evitando mirar a aquellas dos rusas suertudas; la buena y la mala. Con lo que no contaba era con tropezar con otro de los chicos que habían participado en la performance, que estaba tratando de huir de la tía Cari.

—Ven aquí, yo también quiero mi final feliz. —Estoy totalmente convencida de que la tía no lo decía por el lado romántico, sino por el otro, ya me entienden.

Traté de identificar al chico que corría para colocarse detrás de mí, como si yo fuese un muro infranqueable que la tía no pudiese atravesar. La verdad, es que vistos aquellos abdominales, podía hacerle un buen precio por salvarle el pellejo.

—Dile que soy de la familia, que esto es incesto. —Reconocía aquella voz, aunque no conseguía encajarla con aquel cuerpazo.

—¿Fran? —Torcí la cabeza lo justo para ver volar la máscara detrás de la que se ocultaba uno de los gemelos de la tía Susan.

—¡Ayúdame! —Una de las garras de Cari pasó cerca de mi brazo para hacerse con su premio, sus uñas rasparon mi piel con más fuerza de lo debido. ¡Sí que estaba hambrienta! Con rapidez la cogí por las muñecas para detenerla.

—Tranquila tía, que es el pequeño Fanccesco. —Ella alzó la cabeza para mirarlo mejor, pero no tenía en mente detenerse. Aquellos ojos pedían carne fresca.

—A mí no me parece tan pequeño. Tiene la edad justa. —Los gemelos eran un año más pequeños que yo, concretamente nos llevábamos 15 meses.

—Tiene 21 tía, tienes más del doble que él. —En aquel momento su expresión cambió, como si le hubiese arrojado encima un cubo de agua helada.

—Gracias por recordármelo. —Su tono de voz decía otra cosa algo así como "trataba de olvidarlo, pero tú lo has arruinado". Se giró para darme la espalda e ir junto a Bianca. Ella miraba a nuestro primo algo sorprendida, y no era para menos, Fran era el gemelo estirado, el abogado recién licenciado que se había metido un palo en el culo en cuanto se puso su primer traje. Ni de broma esperaría encontrármelo allí, y mucho menos casi desnudo. Hablando de eso... Rápidamente me giré para sacarle una foto, tenía que llenar mi recámara de munición por si algún día necesitaba los servicios de un abogado a precio barato.

—¡Eh! —Con un manotazo casi consiguió librarse de entrar a formar parte de mi galería de fotos, casi.

—Puede que algún día lo necesite. —Él se encogió de hombros.

Gabi - Legacy 8Donde viven las historias. Descúbrelo ahora