Les dejo el cap de hoy. Y como siempre, comenten, voten si les gusta y regresen por más. Y si no pueden esperar, el siguiente capítulo en breve en mi blog.
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Gabi
¿Alguna vez se han casado? ¿alguna hermana o amiga? Si la respuesta es sí, no tengo que contarles lo que supone preparar una boda. El lugar de la ceremonia y la fiesta posterior lo teníamos, pero todo lo demás había que conseguirlo. Y no solo eso, había que limpiar y acondicionar el Château para la nueva ceremonia. Sí, se limpia después de cada evento, pero siempre había que darle otro repaso, ya saben, quitar algunas hojas secas que pudiesen haber caído, darles un repaso a las sillas, comprobar si las telas del arco nupcial estaban limpias y bien sujetas, las baterías de las luces cargadas, los aseos limpios y bien abastecidos, y sobre todo, ningún regalo sorpresa de esos animalillos tan simpáticos que les daba por pasar volando y soltar su carga.
El trabajo de un organizador de eventos tiene sus recompensas, sobre todo cuando sale bien, y más que nada el dinero. Pero el estrés antes de la ceremonia o fiesta, es algo con lo que hay que saber lidiar, no todo el mundo puede. Yo nací para esto, para dar órdenes, para organizar a la gente, para hacer que todo encaje por difícil que parezca, y sobre todo, a jugar con el equilibrio. Dicen que la perfección está en los detalles, yo creo que está en hacer que todos ellos juntos funcionen. ¿Hacer que todo esté listo y perfecto en unas pocas horas? Soy tu mujer. Me encanta la adrenalina desde primeras horas de la mañana, bueno, después del café.
La peor parte de todo es mandar a personas que son mayores que tú y encima de la familia, algunos llevan mal el que una niñata como yo les pase por encima y les dé ordenes, y mucho menos que les corrija sus fallos y les obligue a repetir las cosas. Pero era lo que había. Y para esta boda no iba a ser diferente, porque si antes lo hacían porque querían sacarse algo de dinero extra, ahora lo estaban haciendo sin cobrar un centavo, porque querían ayudar a Gloria.
¿Creían que contrataría a otra gente teniendo personas que saben trabajar duro y que agradecen algo de dinero extra? Mi primera opción siempre serían ellos. Sobre todo mis primos, que necesitaban llenar sus huchas sin tener que renunciar a sus obligaciones. ¿Cómo se creen que Paula había sacado dinero suficiente para pagar su carrera de derecho? Las becas están bien, e ir a la universidad sin irte de casa ahorraba mucho dinero, pero había que pagar matrículas, libros, y todas esas cosas. Lo sé, porque yo tuve que hacer lo mismo. Ser lista no siempre es suficiente.
—No puedo más. —Paula se dejó caer en una de las sillas de jardín que todavía no había sido colocada. Su piel brillaba por el sudor del trabajo duro, además de que tenía algunas manchas en la cara de tierra. No quería preguntar como había llegado allí, porque su labor ese día no comprendía tareas de jardinería. Pero Paula era así, no sabías como, pero acababa con la cara manchada. Cuando pasó el dorso de la mano por su frente, apareció allí otra mancha oscura.
—¿Terminaste con las luces de la carpa? —No interrumpí mi tarea mientras preguntaba, porque si dejaba de apretar los lazos, acabarían quedando hechos un mojón, no sé lo que significa, pero la abuela Lupe siempre lo decía cuando algo quedaba arrugado o quemado. Yo lo traducía por porquería o mierda. La abuela... A ella le habría gustado estar hoy aquí, le encantaban las celebraciones, porque decía que eran la sal de la vida.
—Listas. Bruno me ayudó. —Sabía que Paula echaba de menos a su hermano, no porque él fuese más alto y la ayudase a revisar los cables y esas cosas, sino porque de los dos gemelos, él había sido el primero en irse del hogar familiar. Y porque reconozcámoslo, Bruno era una bella persona, y no un toca pelotas como Hugo, que se creía un regalo del cielo. Puf, ser médico no era para tanto, y si no bastaba con mirar a Carlo, estaba igual o más bueno que él, pero no iba flirteando con cada hembra que se le pusiera por delante. Carlo era más modesto. Y hablando de Carlo...
—¿Sabes porqué Carlo no fue a la despedida de soltero? —Paula arrugó la naricilla de esa manera adorable cuando rebuscaba en su memoria. Sí me gustaran las mujeres me casaría con ella.
—Creo que dijo que tenía que doblar turno ayer para poder librar hoy. Prefería perderse la despedida antes que salir corriendo de la boda para ir a trabajar. —¿Lo ven? El chico tenía la cabeza bien puesta sobre los hombros, sabía qué era lo importante. O tal vez quería poder emborracharse tranquilamente, una no sabía qué pensar con los gemelos de la tía Susan. Eran tan... ¡Agh! Ellos.
—¿No tendríamos que ir a casa a ponernos guapos? —Hugo miraba su reloj mientras se acercaba a nosotras. Una suerte tener a los dos gemelos ayudándonos. Esto compensaba la falta de los otros dos.
—Podéis iros si queréis, yo me quedaré hasta que esté todo terminado. —dije mirando mi reloj de pulsera. Hugo tiró de la mano de su hermana para ayudarla a levantarse.
—Tienes suerte de vivir tan cerca. —Sí, eso era una ventaja si tenías que cambiarte de ropa porque algún invitado te había tirado comida o bebida encima, que no ocurrió una sola vez.
—Mi madre no está muy de acuerdo con eso. —¿Vivir al lado de una fiesta constante?, menos mal que papá puso contraventanas con aislante acústico y plantó una barrera de árboles que hizo de muro, sino no podrían dormir casi ningún fin de semana.
—Vámonos antes de que se arrepienta. —Hugo miró a su alrededor, como si viese que quedaba mucho por terminar, aunque no era así, solo faltaban los novios, el oficiante y los invitados. El cáterin ya estaba todo guardado en los refrigeradores, lo caliente en los recipientes térmicos, y lo que no necesitaba ni una ni otra cosa, a buen recaudo también. No quería que ninguno de mis "empleados" metiera la mano allí dentro si su tripa se ponía a protestar.
—Sí, vete, que tu necesitas mucho trabajo para ponerte presentable. —Para ser un chico, Hugo era muy exigente con su aspecto. Paula decía que estaba delante del espejo mucho más tiempo que ella.
—La perfección no necesita mucho para brillar. —Cuando soltó esa sandez, Paula casi se atraganta con la carcajada que no quiso dejar escapar.
—Lo que tienes que aguantar. —Le dije a la pobre. Ella simplemente se encogió de hombros.
—Cuando repartieron a él le toco toda la vanidad, por eso a mi me llegó todo el sentido común. —Mi primita sí que tiraba con dardos de los que hacían daño, si es que no daba en hueso, como con Hugo. Él estaba por encima de esas cosas, su ego lo mantenía a dos metros por encima del suelo.
Cuando todos se fueron, cerré la finca y pasé por el atajo a la propiedad de mis padres, hora de acicalarse. Preparé mi ropa sobre la cama, y después me metí a la ducha. Por una vez, no tenía que quedarme con un traje elegante y profesional, podía vestirme como un invitado más, lista para deslumbrar. No estaría más hermosa que la propia novia, pero sí que iba a estar muy cerca. O eso pensaba, hasta que pasé delante de la habitación de mi madre, donde ella estaba ayudando a vestirse a Gloria.
—Estás...—me había quedado sin palabras—preciosa. —Conseguí decir. Ella me sonrió mientras alisaba la parte de delante de su vestido.
—¿Te gusta? —Alcé las cejas un segundo ¿de verdad lo preguntaba?
—No es lo que esperaba de ti, pero tengo que reconocer que .... ¡wow!, te hace brillar de una manera increíble.
—Tengo que darte la razón. Tenía una idea muy clara de cómo sería mi vestido, pero cuando Nika me enseñó las simulaciones de como quedaría el mío y el suyo... Tuve que reconocer que el mío era bonito, pero este...—Se mordió el labio mientras se ponía de lado frente al espejo para admirar su definida silueta. —Al final ella tenía razón. —Aquello me hizo sentir curiosidad.
—¿En qué? —Gloria me miró.
—No es lo que a ti te gusta, sino lo que te queda bien.
—Ah. —Pero ella tenía más que decir a eso.
—A veces hay que apartar la terquedad a un lado, y dejar que el que sabe te muestre otras opciones. Al final surgen cosas que te sorprenden. —Apuntaría eso por si algún cliente se ponía demasiado exigente conmigo.
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Gabi - Legacy 8
RomanceGabi es una mujer joven y moderna, a sus 23 tiene todo lo que cualquier otra puede desear; una familia que la quiere, un trabajo que la gusta... Pero lo que siempre ha deseado y nunca ha podido conseguir es al hombre del que se enamoró de niña: Drak...