Intermedio (Atsumu Miya y tú)

Capítulo 14: Rabia

El partido ya se encontraba avanzado, Niiyama estaba ganando en un marcador de 16-19 en su primer set, aunque muchas de las veces en que _____ intentaba darle a la pelota era bloqueada constantemente y cada vez sentía más la presión de no poder hacer las cosas como normalmente las hacía.

Kanoka: Tranquila ____ tu puedes hacerlo, vamos ganando así que no te presiones.

______: Kanoka tú has estado increíble, yo por más que quiero no puedo hacerlo.

Maiko: ¿Eres la estrella no? En Niiyama nunca nos rendimos así que sigue pidiendo ese maldito balón hasta que puedas darle.

______: Tienes razón... perdón chicas lo haré mejor.

Sin duda la mente es un factor importante en el juego, y es algo de lo que el equipo contrario estaba usando en su contra, pero ella sabía que no llegaría a ningún lado sintiendo lastima por sí misma.

No importaba si Atsumu no quería verla, ella lo obligaría a verlo cuando estén en las finales... Lo obligaría a verla si es que gana las finales. Si ganaban este juego le pediría perdón por decirle que no le importaba en lo absoluto.

A ella realmente le importaba Atsumu, tanto que no podía dormir, tanto que no podía jugar... Realmente se alejó en el momento en que más lo estaba queriendo. Y todo porque tenía miedo del rechazo.

¡A la mierda el rechazo! Pensó. Si tengo una sola posibilidad de hacer mío a Atsumu Miya, aunque sea solo una... la tomaré.

+Mientras tanto entre el público+

Akaashi: ¿Ese que se está sentando en la otra esquina no es Atsumu Miya?

Bokuto: El hecho de que llegara tarde al partido de Hori solo me confirma que ese imbécil le hizo algo.

Akaashi: ¿De qué hablas Bokuto-san?

Bokuto: Ayer quería saber si Hori regresó bien, pero no me contestaba los mensajes, me preocupé y comencé a llamarla, pero tampoco contestó... me preocupé muchísimo así que esperé a que llegara.

Akaashi: Y... ¿Qué paso después?

Bokuto: Dijo que casi hacía una tontería estaba llorando mucho, si ese idiota le toco si quiera un pelo... lo matare.

Akaashi: Bokuto-san ¿A dónde crees que vas?

El platinado se paró de su asiento para sentarse al lado de Atsumu quien estaba atento al juego de ______, ella no se había dado cuenta de que Atsumu tenía un buen tiempo observándola ya qué estaba muy concentrada en el juego.

Bokuto: Llegas tarde a ver a Hori, eres un pésimo novio falso.

Atsumu: Al menos yo soy su novio ¿tú que eres Bokuto? –Le respondió sarcástico-

Bokuto: ¿Por qué no simplemente la dejas ir? Sabes bien que yo la haría más feliz...

Atsumu: No sabes lo que dices, Hori es feliz conmigo ya deberías dejarla en paz.

Bokuto: No creo que eso sea cierto... ayer ____ no dejaba de llorar ¿Por qué no me dices de una vez que le hiciste?

Atsumu: Si ella confiara mucho en ti... ¿te lo habría dicho no? –Sonrió desafiante-

Bokuto: Ella estaba muy herida, yo si respeto sus sentimientos y por eso no insistí en que me contara... pero ahora que sé que si le hiciste algo... lo pagaras caro Miya.

Atsumu: Solo estas así de arrogante porque crees mucho en tu papel de mejor amigo... pero nunca sabrás como es el olor de su cabello, o lo suave que es su piel al tacto... o lo bello que es su cuerpo.

Bokuto: ¿La forzaste a hacer algo que no quería? –Lo tomó de la camiseta- Si le hiciste daño de esa forma te juro que...

Atsumu: No llegamos a eso –Le sonrió- Aún no...

Akaashi: Ya basta Bokuto-san ¡no es lugar para dar espectáculos! –Lo tomo del brazo alejándolo del teñido-

Bokuto: Le hizo daño a Hori-chan –intentó zafarse del agarre- no permitiré que la vuelva a hacer llorar.

Atsumu: No lo haré... ya lo entendí –Lo miro a los ojos- Voy a hacerla feliz, más que tú y cualquiera... haré que nunca se quiera ir de mi lado.

Bokuto: Yo haré que quiera estar a mi lado –Lo fulmino con la mirada- Y no dejaré que nadie la alejé de mí.

Atsumu: Ya lo veremos entonces –Alzó la mano- que el mejor se quedé con Hori.

Bokuto: Nunca apostaría sobre Hori, ella será mía algún día Miya.

El platinado regreso a su respectivo lugar junto con Akaashi, no dejaba de ver a Atsumu de lejos estaba lleno de odio. 

Sobre todo, muchas preguntas pasaban en su cabeza ¿Acaso Atsumu había sido capaz de oler el cabello de la castaña? ¿Tocar su cuerpo? ¿Había podido verla de la forma en que él siempre quiso? 

La rabia que sentía dentro seguía en aumento, no lo alejarían de _____ ni la distancia, ni el tiempo ni ese idiota de Atsumu Miya...