Capítulo 36: Escondidas.

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La culpa por lo que estaba haciendo, no tenía justificación alguna... se sentía horrible por besar a alguien solo por despecho, solo por sentir un poco de amor.

Atsumu: Tengo que irme. –Rápidamente tomo sus cosas y de dispuso a alejarse de la chica-

Suki: ¡Espera! ¿Esto que significa? No puedes irte así –Le grito en un intento por detenerlo, pero ya era tarde el teñido ya estaba bastante lejos como para escucharla-

Ya eran alrededor de las 9:30 de la noche y Atsumu apenas estaba llegando a su casa en búsqueda de su hermano, sabía perfectamente que _____ vivía algo lejos de donde él estaba, pero eso no le importaba, quería verla incluso si ella no quería saber nada de él.

Así que subió rápidamente a la recamará de Osamu para que hiciera de cómplice y le ayudará, acepto no muy convencido, pero al final decidió ayudar a su hermano, ambos subieron al carro de sus padres y Osamu se dispuso a conducir donde su hermano gemelo le indicaba.

Atsumu: Y me sentí horrible por hacer esto, solo quiero besar a Hori, fue un error hacer eso con Suki, no volverá a pasar jamás.

Osamu: Eres un estúpido, no puedes jugar así con los sentimientos de las chicas ¿Qué mierda te pasa?

Atsumu: Lo sé... la cague, pero quiero arreglarlo y eso voy a hacer, no dejaré que pase más tiempo, no la voy a perder.

Osamu: Ya casi llegamos a su departamento, es algo tarde así que trata de ser bueno con ella, lo digo enserio no seas un dolor en el culo, te esperare aquí.

Atsumu bajo rápidamente del auto casi disparado, subió los escalones para dirigirse a donde ella se encontraba.

Y ahí estaba con una puerta de distancia separándolo de la chica de sus sueños, quería tocar el timbre, pero sus piernas temblaban los fantasmas del pasado a los que tanto temía comenzaban a asecharlo,

Pero quería verla realmente quería hacerlo, así que respiro hondo y levanto su mano para por fin llamar a la puerta, todo parecía ir en cámara lenta, hasta que escucho un par de pasos apresurarse a la puerta, rápidamente se escondió detrás de una máquina de sodas que se encontraba cerca de los departamentos y observo desde ahí como la puerta se abría por si sola.

______: ¡Gracias por venir mamá! Espero pronto poder ir a ayudarte con el restaurante.

Mamá: Hija por lo pronto tendrás que estar en cama unos días ya sabes lo que dijo el doctor ¡No olvides tomar tus vitaminas o volverás a desmayarte!

_______: Estaré bien mamá, seguiré las indicaciones del doctor, me recuperare pronto –Alzo la mano moviéndola de un lado a otro en forma de despedida, Tsumu noto unas bandas en su brazo izquierdo- ¡Disculpa haberte preocupado no pasara de nuevo!

Mamá: Cariño... me preocupa que vivas sola, ¿Quién podrá cuidar de ti si te sientes mal? Sé que estas acostumbrada a vivir por tu cuenta, pero... por favor considera regresar a vivir con nosotros, tu padre y yo compramos una linda casa donde podríamos estar bien, sera un poco lejos de tu escuela pero si eso te molesta demasiado, siempre puedes cambiarte a una más cerca.

_______: Mamá enserio agradezco la oferta es genial tenerlos de vuelta, pero amo vivir aquí, prometo llamarte más seguido si eso te hace sentir más tranquila ¡También podría ayudarte en la cafetería!

Mamá: No hablemos de eso ahora jovencita, enfócate en recuperarte y después veremos si puedes ayudarnos, tal vez también debería llamar a tu hermano y ver si él te hace entrar en razón.

_______: Jason está ocupado con su trabajo y su prometida no le des más trabajo mamá –Se rasco la cabeza nerviosa-

Mamá: El próximo viernes tendremos una reunión con unos viejos amigos ¿Por qué no traes a Bokuto? Extraño mucho al pequeño platinado seguro ahora es enorme.

_______: Se lo comentaré mamá –Se burló- Pero si le digo que harás alguno de tus postres apuesto que no dudará en ir.

Mamá: Excelente los esperaré entonces –Le sonrió a su hija- quiero presentarte a unas personas ese día.

Atsumu estaba bastante sorprendido con el parecido que tenía su madre con su hija, eran bastante parecidas con la diferencia de los años que se llevaban y alguna que otra facción de la cara de parte de la castaña.

También se dio cuenta que aún no conocía muchas cosas de ella, como su familia, como porque tenía esas vendas y porque se había enfermado, aun así, con lo bueno o con lo malo, quería seguir conociéndola, eso le motivo a recuperarla.

La madre se despidió y la castaña cerró la puerta de su casa y camino un par de pasos para observar como su mamá caminaba hacía su carro y subía a él, la noche era tranquila y bastante refrescante para estar tan cerca el verano.

La vista del vecindario desde el pasillo era bastante bonita, le gustaba el silencio que había a su alrededor, le permitía pensar y la brisa sobre su cara era bastante agradable.

Atsumu por su parte disfrutaba de verla en su pijama despeinada y concentrada en la nada, estaba cumpliendo justo lo que quería... verla una vez más, aunque solo fuera por unos pocos minutos, lagrimas empezaron a salir de sus ojos y una sonrisa se dibujó en su rostro, estar así se sentía bien, le gustaba saber que ella se encontraba bien.

Después de unos minutos así, su celular empezó a sonar vibrando en el bolsillo del pantalón, maldijo para sí mismo, vio el número y se trataba de Suki quien había empezado a llamarle una y otra vez.

El sonido no era mucho, sin embargo, fue lo suficiente como para sacar de sus pensamientos a la castaña quien giro su cabeza hacía donde estaba aquella máquina de sodas que apenas y podía cubrirlo por su gran tamaño.

______: ¿Hola? ¿Hay alguien ahí? -Retiro las manos de la barra, y comenzó a caminar en dirección a la maquina de sodas-

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Volví con los capítulos dobles wuuuuu:3 

Intermedio (Atsumu Miya y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora