Capítulo 74: Final.

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Después de mucha planeación por fin llego la noche en que sería la despedida de soltera de _____, faltaban un par de días para la boda así que para celebrarlo se juntó con las chicas de su equipo y sus viejas amigas.

Maiko: ¡Al fin! Hasta que podemos irnos de fiesta como los viejos tiempos.

_____: Nada de chicos Maiko, quiero casarme así que por favor no lo hagas.

Maiko: ¡Por favor! Eres muy aburrida, cuando estés casada ya no podrás hacer nada de esto ¡Es de tus últimas noches soltera! Ay que aprovecharlo.

Kanoka: ¿Tenemos que aprovechar? ¿O vas a aprovechar? –Le miro con ambas cejas alzadas-

Maiko: ¡Oye eso es muy injusto! Ella va a casarse tiene a ese gemelo, ¡Tú tienes a tus gatos porque el chico que te gustaba esta con alguien más! Yo merezco algo también.

_____: Te regalaré un gato pronto no te preocupes –Se burló-

Maiko: No me agradan tus bromas –Se cruzó de brazos-

Kanoka: Ryu ya no me gusta, solo somos amigos.

_____: Bueno ya olviden eso ¡Vamos a divertirnos!

Todas las chicas se fueron a un karaoke a cantar, beber y bailar, fue una noche bastante divertida, al final la castaña termino bastante borracha y sus amigas la dejaron en la puerta de su apartamento casi a rastras.

Abrió la puerta y sus mejillas estaban bastante rojas por el efecto del alcohol, se tambaleaba en el recibidor quitando sus zapatos casi a la fuerza, en el intento casi se cae un par de veces, pero pudo mantenerse en pie como una campeona.

Después de quitarse un zapato por error su pie toco el piso y se dio cuenta de que estaba pisando una hoja, le pareció misterioso, pero estaba demasiado ebria en ese momento como para revisar que era.

Simplemente dejo el sobre en la mesa como pudo se lavó y después de colocarse el pijama casi con los ojos cerrados se quedó completamente dormida.

Al día siguiente tenía que ir con la chica que planeaba la boda para ver los últimos ajustes para ese día, pero había olvidado donde había dejado las llaves de su casa por el mal estado en el que llego el día anterior.

Entonces recordó que las tiro en la mesa junto con el sobre que no reviso el día anterior, la curiosidad le gano así que al ver la hora se dio cuenta que era temprano y podía permitirse leer lo que tenía de contenido.

El sobre no tenía ningún tipo de nombre ni nada escrito, pero al abrirlo encontró una hoja blanca con una carta, le pareció extraño, pero aun así empezó a leerla:

Para mi pequeña ______.

Me di cuenta que durante todos estos años siempre fuiste tú la que me escribió cartas a la distancia cuando me enviabas tus increíbles galletas, así que esta es la primera y la última carta que escribiré para ti.

La primera vez que te vi eras bastante pequeña, tanto que no me di cuenta el día que te golpe con aquel balón de voleibol cuando éramos apenas unos niños. Cualquier otra niña habría ignorado el golpe, pero tú nunca fuiste como cualquier otra niña, me insultaste y me regresaste la pelota golpeándome de la misma manera.

Ese día creí que me odiabas y que nunca podríamos ser amigos, pero tenía que intentarlo, habías llamado mi atención así que me esforcé en ser tu amigo, supongo que te seguí tanto que al final aceptaste que fuéramos amigos.

El día que me dijiste que te irías a vivir a otro país, sentí que mi mundo se iba encima, fue la primera vez que te perdí, me diste tu primer beso y yo te di el mío... nos prometimos que volveríamos a vernos, y cumpliste tu palabra, pero yo no pude decirte lo que sentía.

Intermedio (Atsumu Miya y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora