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Seokjin

Estaba en una esquina del baño sentada sobre sus rodillas. Sus manos en su cara mientras que se escuchaban sollozos. Unas chicas se reían detrás de mi. Me giré para fulminarlas con la mirada y empujarlas fuera del baño cerrando este con seguro.

— Nena... — me acerqué a ella. Sus ojos azules estaban rodeados por un rojo algo fuerte.

— J-Jin ve-te. — sollozó. La ignoré y me acerqué completamente a ella. La aferre a mis brazos. Poco a poco ella se tiro sobre mi a llorar.

Ella es demasiado pequeña como para soportar estupido comentarios de las personas. No le ha hecho nada a nadie. Es muy buena persona, ¿Por que la quieren destruir así?

— No llores. Ellos no te conocen. — pase mi mano sobre su cabello para tranquilizarla.

— ¿Tú si lo haces? — me miró. — ¿Tú si me conoces?

No la conozco. Honestamente no lo hago. No se mucho sobre ella. No se que le agrada, que le disgusta. No se que es lo que la hace feliz, lo que la enoja, o lo que la entristece.

— No lo hago. — la miré. — Pero puedo aprender a conocerte. Puedo aprender sobre lo qué te gusta o disgusta. Lo que te hace feliz o lo que te enoja. Puedo conocerte Seo-Hyeon, solo si tú me lo permites. — su mirada se veía pequeña. Algo apagada. Mi dedo índice se acercó a su mejilla para limpiar una de sus lagrimas. — Permíteme conocerte como persona. — susurré.

— Jin... te quiero. — se abalanzó sobre mí escondiéndose sobre mi cuello. — Gracias por estar ahora conmigo.

— Siempre estaré contigo mi pequeña niña. — la alejé para besar su frente.

Luego de unos minutos, salimos del baño siendo seguidos como de costumbre por la mirada de todos. Seo-Hyeon se escondió un poco detrás de mi. Entrelace nuestras manos, y le di un pequeño beso en su cabeza.

— Escúchenme todos. — grite captando la atención de todos. — El próximo que esté diciendo o haciéndole algo malo a Seo-Hyeon juró que lo pagará. Si se meten con ella, se están metiendo conmigo ¿entendido? — vi a unos asentir.

— Gracias. — un pequeño susurró fue acompañado por un beso en mi mejilla. — Por todo Jin. — sonrió levemente.

Le regalé una pequeña sonrisa. Seguimos caminando por los pasillos sin importar las demás personas. Ella reía por algo que decía y viceversa. Me hablaba sobre ella, y me preguntaba cosas sobre mí. Me gustaba escuchar su cálida voz hablar. Causa paz.

— Hola chicos. — escuché decir haciéndome dirigir mi mirada a ambos.

— Hola Seo-Hyeon. — sonrió levemente Jungkook.

— Hola tortolita. — habló Taehyung. — Oye Seokjin. — lo miré. — Una de las chicas del salon de arte es la del blog. — Vi cómo Seo-Hyeon miró a Taehyung y luego a mi.

— Jin... — escuché a Seo-Hyeon llamarme. Solo fije mi mirada en ella. — No hagas nada. — Jungkook y Taehyung se miraron entre ellos. — Déjalo así. No importa lo que digan, estarás para mi ¿no? — dicho lo último Taehyung y Jungkook me miraron com una sonrisa juguetona.

— Olviden a la chica. — me volví a acostar sobre sus piernas.

— Son la pareja perfecta ¿lo sabían? — Jungkook habló y Seo-Hyeon frunció el ceño.

— Cierra la boca. — lo miró Seo-Hyeon.

— Que grosera. — su mirada era de indignación. — Seokjin dile algo. — reprochó.

— Es su problema, no el mío. — cerré mis ojos al sentir sus dedos jugar con mi cabello.

Mientras que Jungkook y Seo-Hyeon discutían. Yo estaba acostado sobre sus piernas mientras que sus manos jugaban con mi cabello. Juró que odio que me toquen el cabello, pero con ella es diferente.

Seo-Hyeon, ¿Que me estás haciendo? ¿Por que me siento así contigo?

[...]

Seo-Hyeon

— ¡Mamá llegué! — grite ingresando a la casa. Deje las llaves a un lado, y caminé hacía la cocina.

— ¡Hija! cuéntame como te fue con... — sus palabras fueron calladas al ver a Seokjin detrás de mi. — Joven Kim. — sonrío alegremente.

— Buenas tardes señora. — este hizo reverencia con una sonrisa en sus labios.

— Mamá, Seokjin se quedará a comer con nosotras ¿Podrías poner otro puesto? — ella asintió gustosa.

Tome a Jin por el brazo jalando de el para que subiera conmigo. Ingresamos en la tercera puerta la cual era mi habitación. Estaba exactamente como la deje ese día. Me acerqué a quitar las cosas que estaban tiradas en el suelo.

— ¿Tú habitación? — cuestionó y yo asentí. — Interesante. — sonrió de lado analizando cada rincón de esta. — Oh, esta es la ventana que da frente a mi casa. — se acercó a la mencionada.

— Si, por ahí te vi ese día y por ahí salí el otro día. — Me acerqué a el. — No vayas a creer que te estoy espiando ¿okay? — bromeé.

— Siempre lo he pensado. — se encogió de hombros.

— ¿Que? Yo a ti no te espío, deje de ser tan engreído. — lo miré.

— Estas obsesionada conmigo, no lo niegues pequeña. — susurró acercándose a mi con una sonrisa de lado. Su sonrisa es hermosa.

— No lo hago.

— ¿Quieres ver lo obsesionado que estás? — no pude contestar. Sus labios ya estaban sobre los míos. Sus labios y los míos encajaban tan jodidamente bien. Apretaba un poco mi labio inferior haciéndome soltar pequeños jadeos. — Dime ahora que no estás obsesionada conmigo. — susurró sobre mis labios.

— No lo hago. — sonreí levemente. Mi sonrisa fue borrada por sus labios. El beso fue algo más rápido. Su mano apretaba mi cintura. Me coloqué de rodillas sobre la cama para así quedar a su altura y facilitar el beso.

— Tú puedes no estar obsesionada conmigo, pero si por mis besos. — susurró y me dió un corto beso. — Tenemos algo en común pequeña niña. — beso nuevamente mis labios pero con un poco más de intensidad.

Su mirada conectó rápidamente con la mía como si nuestra vida dependiera de ello. Una pequeña sonrisa se formó en sus labios, tomó un poco fuerte mi cintura, su cara fue a esconderse a mi cuello dejando húmedos besos sobre este. Jadeaba levemente al sentir su lengua subir hasta mi oreja dándole una pequeña mordida a esta.

Mamá... esperó que la cena que estás preparando duré unos minutos más...

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Tanto tiempo sin actualizar!!!! Ya extrañaba esto, ¿Cómo han estado???
Cómo siempreeee espero que lo disfruten !! Los quiero ❤️

BLUEBERRY [SEOKJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora