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Los cumpleaños de Jennie nunca fueron especiales; ella adoraba los cumpleaños, le gustaba ver como sus compañeros los festejaban a lo grande, ya saben, bolsas de regalos, juguetes, pastel y muchos juegos, colores y diversión

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Los cumpleaños de Jennie nunca fueron especiales; ella adoraba los cumpleaños, le gustaba ver como sus compañeros los festejaban a lo grande, ya saben, bolsas de regalos, juguetes, pastel y muchos juegos, colores y diversión.

Por la situación económica de los padres de Jennie a lo mucho le podían comprar un pastel de un solo piso con una decoración que para muchos y me incluyo en esa lista, era mediocre.

Y como ya era una costumbre, Jennie me cerraba la boca con ese carisma, esa emoción, esos sueños reflejados en sus ojitos. A ella no le importaban las fiestas, los regalos o la decoración, a ella realmente le importaba tener a sus padres junto a ella y por supuesto, se sentía extremadamente emocionada porque podía vivir un año más.

Ese año, yo quería que las cosas cambiaran un poco.

Así que cuando la campana de salida sonó y Jennie salió por esas puertas, luciendo como un maldito ángel entre todos sus compañeros, no pude evitar sonreír. Ya era una reacción bastante normal cada vez que la veía, y no te ofendas pero, ella es mucho más linda que cualquier querubín o serafín.

Mostré un pequeño pedazo de pastel con una vela encima. Sus ojitos brillaron emocionados al ver ese pequeño detalle.

—Hey —Me sonrió mientras se acercaba a mí

—Feliz Cumpleaños

—No era necesario

—Anda, sopla la vela y pide un deseo —La animé sin dejar de verla con una sonrisa.

Ella se mantuvo pensativa, me miró a los ojos y yo sentía como todo mi cuerpo tembló ante esa simple acción, ella no se percató de mi reacción y agradecí eso, luego, sonrió y cerró sus ojos con fuerza y sopló pidiendo su deseo.

—¿Listo?

—Listo —abrió sus ojos y sentí curiosidad por saber lo que había pedido.

Si tan solo yo pudiera hacer realidad sus deseos...

—Bien... andando —Tomó su mano y entrelace mis dedos con los suyos

—¿A dónde vamos?

—A festejar tu cumpleaños

—Pero...

—Te devolveré antes que oscurezca, lo prometo —Ella me miró indecisa, sabía que era una fecha que pasaba con sus padres y yo quería ser la excepción el día de hoy—, vamos Nini, por favor

—Bien

—Bien

Ambos subimos a un auto, el cual no tenía toldo. Por supuesto que las preguntas no dejaron de parar después de que Jennie lo viera, y si te soy sincero, fui un gran mentiroso contestándolas.

Al final, solo le dije que tenía que disfrutar del viaje, y sea lo que fuera ese día, como un tipo milagro o ayuda de allá arriba, Jennie terminó accediendo.

Diable ››taennie‹‹ Where stories live. Discover now