[0] - Clímax

1.8K 77 48
                                    

oi, ¿qué estás esperando?

Su voz inundó la habitación exigiendo una rápida acción por parte de la mujer, mientras que la rubia reaccionaba enarcando una ceja y mostrando una sonrisa llena de picardía y deseo, contorneando las caderas en cada paso que realizaba para acercarse al héroe.

Después de haber conseguido finalmente seducir al hombre frente a ella y que ahora ambos se encontraran en la habitación del hotel de lujo en el cual se alojaba temporalmente, la sensación de haber obtenido el premio mayor henchía su pecho de orgullo.

No importaba si en el proceso había perdido un montón de miles de dólares por apostar contra él... ella ahora sería grandemente recompensada.

Así que, con su inicial y característica delicadeza a la hora de provocar a un hombre como ese, bajó la cremallera de su propia prenda de vestir y repasó por sus hombros las yemas de sus blancos dedos para deslizar los tirantes del vestido, permitiendo que la corta y ajustada prenda azul que la cubría cayera al suelo con la gracia que sólo alguien como ella -coqueta y absurdamente calculadora- podía lograr, dejando inmediatamente a la vista su torso desnudo y sus grandes senos que de forma totalmente natural llamaban la atención de cualquier hombre.

Él reconoció aún bajo la tenue luz que brindaban los astros de la noche que su figura era jodidamente perfecta, pero reconocer eso en voz alta para darle un cumplido era algo que jamás sucedería, y en cambio, ella sólo obtuvo una intensa mirada que interpretó como la de un depredador hambriento a punto de capturar su próxima presa, pues el héroe no pretendía apartarla de su vista por mucho que los segundos pasaran.

Los penetrantes ojos azules de la mujer ahora eran incluso más intensos que en el momento en que ambos entraron a la habitación hacía exactamente 3 minutos, momento en el que el elegante reloj de mano que él portaba resonara ligeramente con un "tic" en el silencio de aquellas 4 paredes.

—¿El héroe no está dispuesto a hacer el primer movimiento? —preguntó de manera retórica, sabiendo que sus palabras significaban un reto para él...

Katsuki Bakugō estaba sentado en el cómodo sofá individual ubicado en la esquina más alejada de la puerta, ligeramente encorvado, con las piernas abiertas y ambos codos apoyados en sus rodillas para entrelazar sus manos a medio camino, haciendo tronar sus dedos como respuesta a su reto mientras bufaba brevemente extendiendo la comisura de sus labios en una sonrisa algo forzada, pero dispuesta a aceptar el desafío.

Su rostro estaba escasamente iluminado por la luz de la luna que atravesaba el enorme ventanal que daba al balcón y permitía obtener la privilegiada vista de la ajetreada e iluminada ciudad. Tenía el ceño fruncido, pero su mirada estaba totalmente dirigida en ella para observar hasta el más mínimo detalle en su cuerpo apenas cubierto por la sensual prenda en su trasero.

Frente a él se encontraba la mujer a quien le había dedicado sus pensamientos incontables noches tanto en la oficina del trabajo, como en el silencio de su habitación.

La oportunidad de hacer las cosas exactamente como él las había planificado no iba a presentarse otra vez, así que debía esforzarse para que todo lo que sucediera en los próximos minutos fluyera de la forma que se esperaba...

...Aunque los segundos pasaban y él no recibía una respuesta satisfactoria, generando un ambiente lleno de tensión dentro de aquellas cuatro paredes...

No obstante, la rubia estaba acostumbrada a ese tipo de reacción en alguien con ese carácter, así que simplemente acortó la distancia entre ambos, consciente de que así comenzaba el juego entre amo y sumisa, y en un delicado movimiento dirigió su mano al mentón del hombre, obligándolo a desviar la vista de la cicatriz en su abdomen para que pudiera verla a los ojos.

Direct to you [Katsuki Bakugō X OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora