[3] Festival

455 43 17
                                    

Katsuki Bakugō no sabía cómo es que Eijirō Kirishima lograba convencerlo de hacer cada estúpida idea que se cruzaba en su mente, pues ahora se encontraba caminando a un lado de su amigo y de su reciente contratación, quienes constantemente se detenían para descansar o tomar fotografías incluso antes de llegar a los pies de la montaña que el grupo se había propuesto subir durante el Hanami.

oi, oi. No tengo todo el día para subir esto.

Y en parte el rubio tenía razón, pues a pesar de que cada uno cargaba su propia mochila con los implementos necesarios para pasar todo el fin de semana en aquel lugar, el primer día sería el único en que podrían "disfrutar" a los pies de la montaña, lugar donde se había anunciado la presencia en masa de personas dispuestas a gozar de aquel efímero espectáculo que cada año se presentaba al comienzo de la primavera.

Para cualquiera que viera a aquellos dos héroes caminar en conjunto con la desconocida mujer que les acompañaba podría parecer un viaje de descanso, pero los tres involucrados sabían que aquella expedición era mucho más que eso...

...porque incluso los adultos utilizaban ocasiones tan absurdas como esa para limar asperezas.

Y es que Keiko Satō se había vuelto todo un desafío para el dúo.

Su integración a la agencia había sido un quebradero de cabeza puesto que en realidad parecía haber sido una medida desesperada de parte de la mujer por sobrevivir con algo más que la mísera pensión que le habían otorgado después de haberle dado de baja por motivos de seguridad.

Pero para Katsuki, la actitud de Keiko era algo que en cierto modo lo superaba, y entre ellos se había levantado un imponente muro de orgullo que los llevaba a evitarse el uno al otro con mayor frecuencia de lo que ambos desearían lidiar...

...Como si se tratara del más feroz combate aéreo que pudiese desarrollarse.

No es como si ellos en realidad se odiaran, sino que observarse el uno al otro día tras día era un desgraciado recuerdo de que la persona frente a ellos estaba ahí como consecuencia de sus rotundos fracasos a la hora de haber trabajado en aquel jodido caso.

Y eso les dolía.

Lo peor de todo, es que ambos estaban de manos atadas una vez que el caso fuera a parar a otra agencia de héroes, y por tanto ninguno de los dos podía enmendar sus errores pasados cerrando aquel ciclo de mala racha.

O al menos eso era lo que uno veía del otro al evitar hablar abiertamente del tema, porque ciertamente ninguno había pasado página respecto a aquella situación y ambos intentarían ingeniárselas para seguir involucrados.

Ahora bien, tampoco es como si a Eijirō Kirishima no le importara cerrar aquel caso, pero sus posibilidades de trabajar en él eran limitadas, y a diferencia de Katsuki, él sí podía confiar sus conflictos en otros, sabiendo que si el trabajo de la mujer quedaba en manos de su amigo, las posibilidades de tener éxito podrían ser incluso mejores.

Puede que concluir eso en su mente era desprestigiar el trabajo de Keiko Satō, pero después de analizar las cosas desde la perspectiva del rubio de particularidad eléctrica, el hecho es que él le llevaba una indiscutible ventaja en términos de trabajo encubierto, y pocos eran quienes realmente sabían su valía como héroe. Y la mejor parte no era precisamente la fama y carisma que le caracterizaba, sino el hecho de que él también tenía una particularidad útil para abrirse paso en las pistas...

El único conflicto ahí era el bendito tiempo que necesitaría para obtener información y aportar pruebas al proceso. Eso, y el hecho de que Denki Kaminari aún no lograba alcanzar una velocidad como la de Keiko Satō.

Direct to you [Katsuki Bakugō X OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora