Capitulo 106

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Narra Jean:

El camino de vuelta se hizo en puro silencio. Sus amigas estaban en el apartamento de Amaranta y yo seguí con Bella hacia el mío. Sentí que necesitaba ser cuidada, y yo haría eso por ella las veces que lo necesite. Llegando al edificio, nos encontramos con Mae que dio sus condolencias a Bella  y dijo que Lucas después de una larga tarde por fin se había quedado dormido. Dijimos adiós a mi hermana que pronto se marchó. Bella fue hacia la habitación de invitados donde el niño estaba durmiendo, quedándose ahí por unos minutos ahí solo haciendo una pequeña caricia en su cabello.

Me apoyé en el marco de la puerta viéndolos juntos. Era hermoso el amor de los dos hermanos, obvio que me entristecía ver la situación en que los dos se encontraban, pero sabía que con el tiempo se pasaría.

Fui hacia la sala de estar, viendo por la ventana la bonita noche fuera. Me serví un vaso de Whiskey con algunos cubitos de hielo, lo necesitaba después de dos días tan agotadores. Agité el líquido, haciendo que los cubos de hielo hicieran ruido dentro del vaso, para después tomar un gran sorbo del alcohol que hacía relajarme. Me notaba cansado en todos los aspectos, física, mental y emocionalmente. Pero sabía que no se acercaba a como Bella y Lucas se estaban sintiendo, ahora tenía que ser suficientemente fuerte para cuidar de los dos que serían parte de mi vida. Necesitaría enseñarles que una nueva era estaba comenzando, y que cosas increíbles las estaban esperando de ahora en adelante. Suspiré profundo, tomando otro sorbo que hizo mi interior calentarse. Dejé el pequeño vaso en el centro de la mesa y fui hacia mi habitación.

Podía oír el sonido de la ducha, Bella ya no estaba con Lucas. Me quité la ropa lentamente mientras caminaba hacia el baño. Mientras entraba la vi bajo la ducha, con su cabeza apoyada en el mármol frío. Ella ni siquiera notó mi presencia, parecía estar perdida en otra dimensión. Me acerqué quitándome a última pieza de ropa de mi cuerpo, abriendo el cristal de la cabina de la ducha lentamente.

En ese instante no había malicia, no había ningún deseo ni mucho menos excitación. No quería nada aquella noche, aparte de cuidar de la mujer de mi vida. Me quejé en voz baja cuando sentí el agua tocar mi piel, pero me acerqué a ella. Y con delicadeza puse su cabello a un lado haciéndola suspirar. Uní mi cuerpo con el de Bella en un abrazo confortante, dejando que el agua de su cuerpo me mojara. Ella se derrumbó en un llanto compulsivo, y la agarré fuerte hacía mí, mis manos haciendo pequeñas caricias arriba y debajo de su vientre.

Jean: Estoy aquí para cuidarte, mi amor *le susurré dejando un beso en su hombro* Todo saldrá bien, te lo prometo

Después de unos minutos ahí, llevé a Bella a la bañera de hidromasaje que había en el baño. El agua estaba caliente, en una temperatura relajante, había algunas sales de baño que dejaron todo con un aroma increíble. Ella estaba sentada en frente de mí, con su espalda apoyada en mi pecho. Mientras estaba acariciando sus brazos y distribuyendo unos cuantos besos en su cuello.

Bella: Me gusta que me cuides *susurró con voz relajada*

Jean: Te gusta? ¿Cuánto?

Ella suspiró profundamente y arqueó su espalda hasta reposarse en mi hombro.

Bella: Mucho, bebé

Sonreí y besé su cuello.

Jean: Siempre cuidaré de ti

Bella: Gracias por el apoyo que me has dado hoy, estás siendo increíble *dijo mirándome*

Jean: Sólo quiero hacerte sentir bien, incluso con todo esto que ha pasado

Bella: Y lo haces, si estoy bien en mi vida es gracias a ti

Nos miramos durante unos instantes y incluso con la tristeza pude ver los brillantes ojos de Bella en mi dirección.

Jean: Te amo, mucho *susurré de la forma más sincera*

Bella: Yo también te amo, Jean. Mucho *inclinó la cabeza hacia un lado y besó mis labios lentamente*

Nada ni nadie podrían explicar como de completo me sentía cuando estaba con Bella. Incluso en medio del caos sus abrazos me confortaban, sus labios me dejaban fuera de órbita. Ella era mi refugio seguro, era en esos ojos en los que me perdía. La amaba incondicionalmente, la amaba de una forma que no podía entender ni explicar. Siempre la quería conmigo, quería ser para ella lo que ella era para mí.

Todo.

Jean: Espera un momento *dije tan pronto como me alejé de sus labios*

Ella me miró confundida, pero sólo asintió. Me levanté de la bañera rápidamente, me envolví en una de las toallas blancas y marché hacia mi habitación. Abrí el cajón de mi mesita de noche tomando un objeto importante, y luego volví al baño. Mientras entraba vi a Bella con sus ojos cerrados y su cabeza apoyada en el borde de la bañera. Se veía hermosa, como siempre.

Dejé caer la toalla al suelo, para volver rápidamente a la bañera, pero ahora de cara a la morena que me miraba curiosamente, abriendo una pequeña sonrisa. Ella todavía estaba triste, su expresión no era una de las mejores, pero sentí que ese fue el mejor momento para hacerlo.

Bella: Qué estabas haciendo, señor León? *preguntó con una sonrisa*

Estaba nervioso, asustado. Respiré hondo y tragué saliva para luego mirarla.

Bella: Te sientes bien? *preguntó preocupada*

Asenti con la cabeza y sonreí. Dios, ¿Inseguro? ¿Precisamente ahora?

Jean: Tengo que decirte algo muy importante *susurré*

Ella siguió con sus ojos vidriosos mirándome y asintió, movió su cuerpo poco a poco hacia el mío. Dejándonos muy cerca el uno del otro.

Bella: dime

Suspiré y la miré.

Vamos, Jean, es tu turno. Ten huevos.

Sujeté una de mis manos con otra de Bella, que me estaba mirando sin entender nada.

Jean: He estado pensando en estos últimos días sobre todo lo que nos ha pasado, desde que te vi en aquel escenario, luego en mi oficina y incluso el momento en que nos conocimos *inhalé* Sé que empezamos todo por puro deseo y lujuria. Pero también sé que eso ha cambiado, cambiado de una forma que no podría ser posible. Bella, entraste en mi vida como un huracán, desmontando todas las paredes que había construido a mí alrededor. Con tu forma provocativa y sensual me hiciste desearte ardientemente, pero con tu amabilidad, dulzura y cariño me hiciste enamorarme perdidamente de ti

Bella me miraba sin decir absolutamente nada, sus ojos estaban llorosos. Dejándolos con un brillo magnífico.

Jean: Ojalá pudiera explicarte todo lo que me ocurre, cada pequeño detalle de este gran sentimiento que tengo por ti. Pero ninguna palabra será suficiente. Te amo, te quiero más de lo que me quiero a mí mismo. ¡Puedes pensar que es una locura, pero es la verdad! No sé en qué momento tomaste tanto de mí, pero sólo te pido que no pares nunca, nunca dejes este sentimiento pare de crecer. Porque hoy es lo que me mueve, es lo que me hace feliz. Te has vuelto mi mundo, Besh

Las lágrimas comenzaron tanto en mí como en ella. Dios, no debería estar llorando, pero simplemente no podía aguantar.

Jean: Ayer mi único miedo era perderte, y hoy he estado seguro de ello. Cuando llegué a ese despacho y te vi en el suelo, ya nada me parecía tener sentido. Porque no hay mundo para mí si tú no estás en él. Y mucho menos si tú no estás conmigo. Eres la mujer de mi vida, Bella. Y quiero estar contigo para siempre.

Bella: Jean... *susurró entre lágrimas*

Levanté la otra mano que estaba debajo del agua con la espuma, mostrando el hermoso y brillante anillo. Ella suspiró tan pronto como vio al pequeño objeto, y luego vio profundamente en mis ojos.

Jean: Cásate conmigo. Déjame hacerte feliz

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Oleeee sjjsjs espero que les haya gustado voten y comenten bye

Se viene otro, el último del día.
<3

Two in me - Jashlem (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora