Capítulo 15

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POV SASUKE


Tomo la botella de whisky y le doy un largo sorbo.

La maldita angustia me come los huesos y la desesperación me corroe como un veneno ardiente que me hace retorcerme de dolor.

Llegué a imaginarme como sería si esto llegaba a pasar; planeé en mi mente cada escenario para esta situación, proyecté en mi cabeza todas las posibles reacciones que pensé llegaría a tener. Todo estaba perfectamente calculado. Trazado hasta el más mínimo detalle.

Pero todo fue como menos lo esperé. Veía venir reclamos, gritos, súplicas. Que idiota fui; olvide el nivel y el calibre de mi mujer. Su dignidad y orgullo ante todo.

Así la conocí. Con la cara en alto, firme y decidida.

Me río irónicamente.

La engañé sabiendo que nadie igualará su voltaje. Nadie.

Tomo la botella de nuevo cuando unos toques logran llegar a mis oídos. Levanto la cabeza de inmediato. Camino rápidamente a la puerta y lo que veo me pone de un humor peor al que ya tenía.

— ¿Qué demonios haces aquí?— bramo casi en su cara.

— Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma. — dice entrando como si fuese su maldita casa.

— Lárgate, no quiero verte.— la sigo hasta la sala.

— Lástima, cariño. Tu hijo necesita a su padre cerca, y yo también.

Se me nubla la mirada de la ira y la tomo por el brazo sin cuidado alguno.

— Le daré a ese bebé todo lo que necesite. Dinero, amor, atención, seré un padre para él. Pero de mi tú no esperes nada.

—¿Qué pasa, Sasuke.? ¿Como la estúpida se enteró ya no es divertido.? — se me burla en la cara— Te ves patético.

—¡Cállate!— le grito.

—¡No me grites, imbécil!— se revela.— Yo no tengo la culpa que seas lo suficientemente estúpido como para que tu adorada mujercita se enterara de lo nuestro.

La miro sin moverme intentando contener descargar la furia en ella. Podré ser la escoria que quieran, pero antes de ponerle una mano encima a una mujer me pego un tiro.

— No te lamentes, cobarde. Así lo quisiste y aquí están las consecuencias. No eres un niño sin experiencia como para no saber que lo que empieza mal, termina mal. Acéptalo, la perdiste. Y ella no da segundad oportunidades, lo hizo una sola vez con un idiota como tú y no necesita pasar por algo dos veces para aprender.

—¿Qué?— pregunto descolocado.

Una sonrisa de burla llega a sus labios.

— Hubo alguien antes, Sasuke. Estuvo a punto de ocupar tu lugar, pero fue tan estúpido como tú al jugar con ella.

Sus palabras caen como una patada en el estómago. Los celos, la rabia y dolor llegan impactando como una bala.

Niego y ella asiente sin quitarnos la mirada de encima.

— ¿Y sabes qué fue lo que impidió que se casara casara con él?

¡No! La sola idea de imaginarla de blanco con alguien más se hace arder a niveles infernales. Proyectarla en mi mente con alguien más en las tantas situaciones el  las que estuvo conmigo me convierten en un ser sin matiz de razonamiento.

—¡Deja de mentir!— grito en negación.

—¿No me crees? Bien, como quieras. Una clara prueba de eso es un nombre: Neji Hyuga.

EL PESO DE LA TRAICIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora