Parte 8

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Cuando estuvo enfrente del puente, un duende se le apareció de la nada.

 -Bienvenida al puente del dragón si quieres pasar, una serie de cosa tendrás que realizar.- ¿Qué tipo de cosas? – preguntó Filomena. 

-Una serie de acertijos tendrás que resolver si al dragón tú quieres ver. -dijo el duende

 -De acuerdo. – respondió Filomena. 

-Acertijo número uno: No es cama ni es león y desaparece en cualquier rincón. -Muy fácil; es el camaleón. – respondió la princesa.

 -Muy bien, aquí está el segundo: Redondo soy y es cosa anunciada que a la derecha algo valgo, pero a la izquierda nada. 

-De acuerdo, déjame pensar. Vale, ummm, qué puede ser. -dijo Filomena. - Es un número eso lo tengo claro, pero que número es redondo y a la derecha vale y a la izquierda no; ya está, ya lo tengo, es el número cero.

 -Bien echo, pero el tercero no será tan fácil: Si me tienes, quieres compartirme. Si me compartes, no me tienes. ¿Qué soy?

 -Uffffff, este si es difícil, a ver, que tienes y quieres compartir, pero cuando lo compartes ya no lo tienes. Ummm, no sé, no sé, quizás la comida, pero eso no puede ser, la comida la puedes recuperar. Debe ser algo que no sea físico, como una palabra, un susurro o como..., ya lo tengo, la respuesta es un secreto. 

-Así es muy bien hecho, has acertado todos mis acertijos, ahora puedes pasar; pero ten mucho cuidado con el dragón, tiene muy mal humor y no le gusta que lo molesten. 

Así Filomena pasó el largo puente situado al borde de dos acantilados. 

La princesa y el dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora